El tijeretazo en educaci¨®n no se revertir¨¢ hasta el curso que viene
El acuerdo alcanzado entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias requiere una nueva ley que tardar¨¢ en entrar en vigor
En 2013, apenas cinco meses antes de que el Congreso aprobara la pol¨¦mica Ley Wert con la mayor¨ªa absoluta del PP ¡ªy ni un voto m¨¢s¡ª la oposici¨®n se comprometi¨® por escrito y con solemnidad institucional a buscar la oportunidad de revocar una norma que a medida que se iba conociendo reun¨ªa en la calle a miles de familias y profesores para protestar contra ella. Esa oportunidad ha llegado y suma dos nuevos actores pol¨ªticos, Ciudadanos y Podemos.
Pero urge a los partidos revertir primero los recortes anticrisis del anterior ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, que restan calidad a la educaci¨®n p¨²blica. El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y el l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, acordaron la semana pasada volver este mismo mes a la casilla de salida, pero, como record¨® la ministra Isabel Cela¨¢ el martes, ese tijeretazo solo puede echarse abajo con otra ley. Por tanto, esos cambios no entrar¨¢n en vigor este curso, sino el siguiente. El anteproyecto de ley pasa por el Consejo de Ministros esta semana.
?Algunos cambios se vislumbran, sin embargo, para este curso que comienza. La crisis, si persiste,? ahoga menos y las partidas regionales as¨ª lo indican. Baleares lleva gastados 44 millones en reformar sus centros ¡ªcuadruplicando la partida de la anterior legislatura¡ª; en Navarra, se ha multiplicado por cuatro el gasto para alumnado desfavorecido y la Comunidad Valenciana ha reducido a la mitad los estudiantes en barracones respecto a los 8.000 que se contaban hace tres a?os.?
Catalu?a empieza sin tensiones
Las aulas catalanas esperan comenzar el curso de una forma m¨¢s tranquila que el a?o pasado, muy afectadas por las movilizaciones del proc¨¦s y la organizaci¨®n del refer¨¦ndum del 1-O. Este verano el S¨ªndic de Greuges (Defensor del pueblo catal¨¢n) public¨® el informe El pluralismo en las escuelas de Catalunya como garant¨ªa del no adoctrinamiento,?que declaraba que en las escuelas p¨²blicas no existe un problema de adoctrinamiento aunque s¨ª "situaciones a corregir". En concreto, de las 3.296 p¨¢ginas analizadas de libros de 5? y 6? de primaria hicieron observaciones en 59, la mayor¨ªa de libros de Historia y Geograf¨ªa. Aunque el S¨ªndic recalca que "existen diferentes debates historiogr¨¢ficos en el ¨¢mbito acad¨¦mico". Adem¨¢s, el S¨ªndic solo apreci¨® actuaciones irregulares en los responsables educativos en un 5,7% de las incidencias recibidas relacionadas con 1-O. Y un 6,3% que fueron calificadas como malas pr¨¢cticas.
Pese a ello, las cifras abonan el recelo de los sindicatos. Por tercer a?o consecutivo, el porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) que se destina a educaci¨®n se ha reducido, pasando del 4% en 2017 al 3,8% este a?o. No obstante, la partida que gestiona directamente el Gobierno, principalmente destinada a becas, ha subido este a?o un 3%.
Pese a la contenci¨®n en el gasto educativo, CC OO critica que las desgravaciones fiscales y cheques para familias con ni?os escolarizados en centros privados suponen 1.400 millones de dinero p¨²blico. Mientras, la mayor¨ªa de las necesidades se concentran en los centros estatales, donde se matriculan la mayor¨ªa de los inmigrantes y el alumnado con necesidades especiales. La ministra Cela¨¢ baraja la idea que los centros concertados (sostenidos con dinero p¨²blico) asuman parte de este alumnado.
Los ¨²ltimos datos de Eurostat, de 2015, mostraban que solo Ruman¨ªa, Irlanda, Bulgaria e Italia invirtieron menos en educaci¨®n que Espa?a.?Francisco Garc¨ªa, secretario general de la Federaci¨®n de Ense?anza de Comisiones Obreras, alerta de que de seguir as¨ª ¡°se acabar¨¢ en los niveles de inversi¨®n educativa de los a?os ochenta¡± y con una situaci¨®n ¡°radicalmente diferente porque hoy se atiende a muchos m¨¢s alumnos. Eso es una ecuaci¨®n insostenible¡±.
Pero, como recuerdan siempre las personas expertas en esta materia, en educaci¨®n no importa solo cu¨¢nto se invierta sino c¨®mo se haga. La prueba es Castilla y Le¨®n, la regi¨®n d¨ªscola del PP en cualquier reuni¨®n de consejeros, que logra un gran resultado en las pruebas PISA con un presupuesto apenas por encima de la media nacional (6.000 euros por alumno). Este a?o, por ejemplo, destinan 17 millones de euros, tres m¨¢s, para la gratuidad de los libros de texto. Y han dise?ado un ambicioso plan para integrar a la poblaci¨®n desfavorecida dotando de m¨¢s recursos t¨¦cnicos y docentes a 25 centros que se presenten voluntarios.
La precariedad de profesionales de la ense?anza ha sido la primera pesadilla con la que se ha despertado este nuevo curso. Las plantillas descienden desde 2012, cuando dej¨® de sustituirse a quienes se jubilaban, y aunque esta medida se derog¨® en 2016, el porcentaje de profesado interino ha alcanzado un hist¨®rico 30%. De poco han servido las oposiciones de este verano que han dejado 1.984 plazas vacantes debido al alto nivel de suspensos. La Comunidad Valenciana empieza el curso inmersa en esa pol¨¦mica: la protesta de los interinos que no han conseguido plaza. La consejer¨ªa asegura, en cambio, que entre el 70% y el 80% de las oposiciones ganadas fueron a manos de interinos.
En todo caso, ya no se permite que pasen m¨¢s de 10 d¨ªas sin sustituir al docente que toma una baja. O incluso antes de ese plazo si el centro es peque?o, afecta a alumando con necesidades especiales o que estudian el curso de la Selectividad.
Para ahorrar en personal, el ministro Jos¨¦ Ignacio Wert oblig¨® a los maestros de educaci¨®n infantil y primaria a impartir como m¨ªnimo 25 horas semanales y 20 el resto de docentes. Ahora, los socialistas quieren dejar la decisi¨®n de acortar la carga lectiva en manos de las comunidades, un asunto m¨¢s que espinoso. La prueba es Cantabria, donde los maestros comenzaron el viernes una huelga porque en infantil y primaria se reduce parcialmente la jornada lectiva en los meses de junio y septiembre. Menos maestros tocaban a m¨¢s alumnos. La ley Wert permiti¨® elevar un 20% el n¨²mero m¨¢ximo de estudiantes en clase, sin embargo, las comunidades ya no lo aplican. En aquellos a?os s¨ª se echaron abajo tabiques en algunos centros para aumentar la capacidad del aula.
Otros cambios
Entre las medidas que se avecinan, los socialistas pretenden que la Religi¨®n deje de hacer media con el resto de las calificaciones escolares, que desaparezcan los itinerarios formativos que est¨¢n obligados a elegir los ni?os a los 13 a?os y ya han anunciado que la ley que sustituir¨¢ a la LOMCE incluir¨¢ una asignatura de educaci¨®n en valores. Pero alcanzar consenso en las leyes educativas siempre lleva tiempo.?
En algunas comunidades, sin embargo, las medidas anunciadas se antojan m¨¢s inmediatas. Es el caso del pluriling¨¹ismo en la Comunidad Valenciana ¡ªcastellano, ingl¨¦s y valenciano¡ª que ahora se tarta de una comisi¨®n porque el Gobierno central puso algunas objeciones. Mientras, Madrid ensaya incorporar un tercer idioma (franc¨¦s o alem¨¢n) y en el Pa¨ªs Vasco sigue avanzando la modalidad en euskera, objeto de un gran debate. El Gobierno de Arag¨®n, sin embargo, ha optado por la igualdad y ordenado a cada centro que elabore un plan para ello.
El inicio de curso tambi¨¦n presenta problemas que ya son cl¨¢sicos. O end¨¦micos. En la Comunidad de Madrid, 12.000 alumnos han iniciado las clases entre obras, mientras que 30 centros est¨¢n a la espera de que empiecen los alba?iles, seg¨²n CC OO. La Consejer¨ªa de Educaci¨®n sostiene, en cambio, que ¡°solo¡± ha reubicado a 800 estudiantes. Algunos ni?os llevan a?os esperando el colegio que les corresponder¨ªa porque las constructoras abandonaron las obras ¨Ctras ganar los concursos con ofertas casi temerarias- y hay que volver a licitar. El Gobierno madrile?o asegura que ha empezado a multar los incumplimientos de contrato, como exig¨ªan, desesperadas, las familias.
Catalu?a est¨¢ tambi¨¦n patas arriba: 93 centros tienen todas las aulas en prefabricados, apenas dos menos que el curso anterior. Y tambi¨¦n Andaluc¨ªa, donde los sindicatos se?alan? que el curso comienza ¡°arrastrando problemas pasados¡± como las obras de climatizaci¨®n de las aulas y de retirada del amianto de algunos elementos constructivos. La consejer¨ªa no facilita el n¨²mero de barracones instalados que se cuentan por decenas.
? Con Informaci¨®n de Cristina V¨¢zquez (Comunidad Valenciana), Antonio J. Mora (Andaluc¨ªa) y Grego Casanova (Catalu?a).
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