Cinco a?os del Me Too: la evoluci¨®n m¨¢s r¨¢pida y global del feminismo
El ¨²ltimo lustro ha representado, con aristas incluidas, un torrente en la percepci¨®n social del movimiento. Nunca antes se hab¨ªa extendido tanto a tantos niveles, desde el geogr¨¢fico al cultural, pasando por el pol¨ªtico, el generacional, el judicial o el medi¨¢tico
Cinco letras, cinco a?os y el mayor empuje de la historia del feminismo. El 15 de octubre de 2017, Alyssa Milano public¨® un tuit a las 22.21: ¡°Si has sido acosada o agredida sexualmente, escribe Me Too [yo tambi¨¦n] como respuesta a este tuit¡±. No fue Milano, sino la activista social Tarana Burke quien acu?¨® ese lema en 2006, pero aquel octubre confluyeron las circunstancias ...
Cinco letras, cinco a?os y el mayor empuje de la historia del feminismo. El 15 de octubre de 2017, Alyssa Milano public¨® un tuit a las 22.21: ¡°Si has sido acosada o agredida sexualmente, escribe Me Too [yo tambi¨¦n] como respuesta a este tuit¡±. No fue Milano, sino la activista social Tarana Burke quien acu?¨® ese lema en 2006, pero aquel octubre confluyeron las circunstancias para que la etiqueta se hiciese viral. Tambi¨¦n en todo el mundo. Fue el comienzo de un torrente feminista que en el ¨²ltimo lustro ha provocado un cambio en la percepci¨®n social. Tambi¨¦n en el mundo. Nunca se hab¨ªa extendido tan r¨¢pido, de forma tan heterog¨¦nea y transversal, ni a tantos niveles, del geogr¨¢fico al cultural, pasando por el pol¨ªtico, el judicial o el medi¨¢tico. De esa propagaci¨®n hablan tambi¨¦n las reacciones en contra, desde el ascenso de la ultraderecha en distintos puntos del planeta hasta la ca¨ªda de la protecci¨®n federal del derecho al aborto en Estados Unidos. Hay a¨²n innumerables desigualdades, pero aquel ¡°yo tambi¨¦n¡± abri¨® un agujero universal en el silencio. Empez¨® por el acoso, los abusos y las agresiones sexuales, pero la red dio la posibilidad para que mujeres de todas las latitudes empezaran a usarla de manera masiva para conocer y compartir lo que las une: la desigualdad y la violencia.
Ambas, la desigualdad y la violencia, hist¨®ricas, confluyeron aquel d¨ªa en esas dos palabras, pero la reflexi¨®n sobre ellas exist¨ªa desde hac¨ªa siglos; los cambios m¨¢s profundos ven¨ªan fragu¨¢ndose desde hac¨ªa d¨¦cadas, lentamente; y la necesidad de que se produjeran se volvi¨® urgente en los ¨²ltimos a?os. ¡°No hay duda de que estamos en medio de una nueva ola, si no la m¨¢s importante, del movimiento feminista¡±, afirma Chiara Bottici, directora de Estudios de G¨¦nero y profesora asociada de filosof¨ªa en The New School de Nueva York.
La m¨¢s extendida, s¨ª: ¡°Pero no porque haya llegado a diferentes partes del planeta, sino porque existe la clara conciencia de ser parte de un movimiento global¡±. En ¡°el fomento de esa conciencia¡±, destaca Bottici, internet ha jugado un papel central, y el Me Too ha sido ¡°fundamental para desencadenar efectos de bola de nieve, mostrando el potencial del activismo en las redes sociales y el alcance verdaderamente global del movimiento feminista¡±.
Un aceler¨®n visible, por ejemplo, en las hemerotecas de los medios. La primera pieza etiquetada en este peri¨®dico con ¡°feminismo¡± es del 5 de mayo de 1976, solo un d¨ªa despu¨¦s del nacimiento del diario; desde entonces, esa etiqueta ha generado 270 p¨¢ginas, y m¨¢s de la mitad (166) corresponden a noticias a partir del 15 de octubre de 2017, el d¨ªa del tuit viral de Alyssa Milano. En The Washington Post, abierto desde 1877, de sus 1.137 resultados con la palabra feminismo, 513 son art¨ªculos generados desde aquella jornada. En The New York Times, con su primer n¨²mero en 1851, lo son 2.476 de las 11.703 entradas con ese t¨¦rmino. Y en Le Monde, con 131 p¨¢ginas de art¨ªculos etiquetados con feminismo, la primera en 1944, un cuarto son del ¨²ltimo quinquenio.
A principios de este a?o, en Icon se public¨® una entrevista a la cineasta inglesa Joanna Hogg. ¡°Hace cinco a?os me sent¨ªa una pionera. Ahora ya no lo soy gracias al Me Too¡±, dijo. Pero el Me Too no lleg¨® de la nada. Para Bego?a Leyra, doctora en Antropolog¨ªa especializada en g¨¦nero y directora del ?rea de G¨¦nero del Instituto Complutense de Estudios Internacionales, el avance ha sido ¡°a distintas velocidades seg¨²n la realidad geogr¨¢fica y el contexto¡±, sin ser del todo ¡°uniforme¡±, pero en cualquier caso, ¡°fruto de un largo proceso previo que ha ido dando sus frutos¡±.
Un pasado ¡°importante¡±, seg¨²n la activista argentina Thelma Fardin: ¡°Podemos tener ahora los debates que tenemos gracias a las conquistas pasadas de muchas otras mujeres. Nos toca a nosotras avanzar y dejar la costa despu¨¦s a las siguientes generaciones. Quedar¨¢n muchas batallas, pero que al menos no sean las mismas¡±. Fardin tiene 29 a?os, y todas las generaciones anteriores a la suya en su regi¨®n han tenido la misma batalla: la violencia.
Latinoam¨¦rica viv¨ªa, lo ha hecho siempre y a¨²n lo hace, en un pulso constante contra ella. El a?o previo al Me Too no fue una excepci¨®n. En Brasil, en 2016, la violaci¨®n grupal de 33 hombres a una menor de 16 a?os fue colgada en redes sociales y desat¨® una oleada de protestas e indignaci¨®n en todo el pa¨ªs; y en Argentina, el mi¨¦rcoles 19 de octubre de aquel a?o fue el Mi¨¦rcoles Negro, paros de una hora y manifestaciones de miles de mujeres por el asesinato de Luc¨ªa P¨¦rez, una adolescente de Mar del Plata que fue primero drogada, despu¨¦s torturada y violada, y finalmente empalada. ¡°En Argentina¡±, concreta Fardin, ¡°el feminismo aprendi¨® mucho de las madres y las abuelas de la plaza de Mayo¡±. Les ense?aron ¡°a salir y tomar las calles¡±. ¡°Y a poner el cuerpo en disputa. Lo ponemos en la calle, todas juntas, y construimos as¨ª la manera de resistir a la violencia¡±, explica.
En Espa?a, ese desplazamiento compacto de las mujeres hacia las calles y las plazas tambi¨¦n se dio. Tambi¨¦n ten¨ªa que ver con la violencia. Lo provoc¨® el caso de La Manada, y fue el disparador que supuso el cambio social y pol¨ªtico que llega hasta hoy. En Francia fue el caso de Jacqueline Sauvage, condenada a diez a?os por matar a su marido despu¨¦s de 47 a?os de agresiones a diario, lo que abri¨® el debate del tratamiento de la violencia machista, que hasta ese momento se hac¨ªa a¨²n bajo el concepto de crimen pasional; y su indulto, concedido por el entonces presidente Fran?ois Hollande, fue no solo una victoria para el feminismo franc¨¦s, que convirti¨® a Sauvage en un s¨ªmbolo de la lucha contra la violencia, sino tambi¨¦n un cambio de perspectiva.
¡°Donal Trump fue claramente uno de los detonantes en el contexto estadounidense¡±, apunta Bottici. La llegada de Trump a la Casa Blanca fue con el recuerdo de una frase que se hizo viral en medio de la campa?a de aquel 2016 y que tambi¨¦n ten¨ªa que ver con la violencia: ¡°Cuando eres una estrella, puedes hacer lo que quieras. Agarrarlas por el co?o. Lo que sea¡±. A las 48 horas de ocupar el cargo, Washington se llen¨® con la primera Marcha de las Mujeres para protestar contra un poder que reconoc¨ªan como machista. Esa manifestaci¨®n se replic¨® en diversas ciudades estadounidenses y de otros pa¨ªses ¡ªfueron m¨¢s de 600 las convocatorias¡ª con una participaci¨®n total de alrededor de dos millones de personas. Apenas dos meses despu¨¦s, el 8-M de aquel a?o, el movimiento feminista en varios puntos del planeta hizo el primer ensayo de huelga, en muchos casos con cifras que desbordaron las previsiones incluso de las organizadoras. En octubre de 2017, The New York Times y The New Yorker publicaron decenas de acusaciones de abuso sexual contra el c¨¦lebre productor Harvey Weinstein por acoso, abuso sexual y violaciones. A estas siguieron otras y fue expulsado de su compa?¨ªa y de la Academia de Artes y Ciencias Cinematogr¨¢ficas. Tres a?os despu¨¦s fue sentenciado a 23 a?os de prisi¨®n.
La conciencia com¨²n ya estaba presente, y aunque mucho m¨¢s evolucionada, ten¨ªa una semilla en la conciousness raising o awareness raising, que podr¨ªamos traducir como autoconciencia feminista, un concepto acu?ado durante la segunda ola del feminismo en Estados Unidos que surgi¨® de reuniones de grupos de mujeres donde contaban sus experiencias individuales; al hacerlo, descubr¨ªan que no eran ¨²nicamente suyas, sino comunes, y por ende estructurales.
La cuarta ola del feminismo
?La diferencia en los ¨²ltimos cinco a?os? La resum¨ªa en Feminismo 4.0. La cuarta ola (Ediciones B, 2019), Nuria Varela: ¡°La cuarta ola del feminismo, alimentada por las tres anteriores, las redes sociales y la toma de conciencia de las generaciones m¨¢s j¨®venes, est¨¢ removiendo los cimientos patriarcales como nunca antes¡±. Ya al tel¨¦fono, la ahora directora de Igualdad en Asturias y en 2008 la directora de Gabinete de la que fue la primera ministra de Igualdad en Espa?a, Bibiana A¨ªdo, tiene dos reflexiones.
Una, que ¡°ha sido gozoso ver c¨®mo algunas cuestiones planteadas hace cinco a?os y calificadas como ¡®locuras¡¯, que es el t¨¦rmino m¨¢s habitual del patriarcado para descalificar el pensamiento de las mujeres, hoy forman parte del ¡®sentido com¨²n¡±. La otra, sobre lo que ha provocado: ¡°La ¨²ltima reacci¨®n patriarcal es m¨¢s violenta y reactiva que en ¨¦pocas anteriores¡±. Siempre que se produce un avance, coinciden todas las expertas, surgir¨¢ una oposici¨®n, que ser¨¢ mayor cuanto m¨¢s profundo y r¨¢pido sea ese avance.
Bottici recuerda ¡°el surgimiento de movimientos neoautoritarios y neofascistas en todo el mundo, movimientos que no son simplemente conservadores, sino re-accionarios en el sentido literal del t¨¦rmino, porque est¨¢n tratando de traer de vuelta la rueda de la historia¡±. La ca¨ªda de Roe contras Wade en EE UU el pasado junio, que supuso el final de la protecci¨®n nacional al derecho al aborto, es el caso m¨¢s reciente y m¨¢s concreto de ese regreso al pasado. Seg¨²n Bottici, ¡°no es casualidad que el g¨¦nero se haya convertido en un campo de batalla tan crucial para la pol¨ªtica contempor¨¢nea, porque todas las formas contempor¨¢neas de neoautoritarismo adquieren rasgos machistas, a veces incluso caricaturescos¡±.
Mete en la lista a Trump, Jair Bolsonaro o Matteo Salvini. Tambi¨¦n a Giorgia Meloni, que ¡°es un claro ejemplo de que el feminismo no significa que las mujeres ocupen el lugar de los hombres autoritarios: significa que no haya autoritarismo¡±.
Frente a eso, el feminismo se resiste cada vez m¨¢s y de forma m¨¢s visible, y su progresi¨®n, en mayor o menor grado, ha supuesto cambios palpables a distintos niveles. Desde la despenalizaci¨®n del aborto en Irlanda, Colombia y Argentina, hasta el cambio normativo que el movimiento feminista provoc¨® en Espa?a tras el caso de La Manada y que ha acabado con la aprobaci¨®n de la Ley de Libertad Sexual. El gobierno feminista chileno o la lucha del f¨²tbol femenino por la igualdad salarial con el masculino. La apertura social hacia la normalizaci¨®n de cuestiones hasta ahora tab¨² como la regla o el freno social a actitudes naturalizadas durante d¨¦cadas como los c¨¢nticos machistas del Colegio Mayor El¨ªas Ahuja en Madrid. La lucha de las mujeres en Sud¨¢n, en Afganist¨¢n, en Ir¨¢n.
Despenalizaci¨®n del aborto
El avance es un hecho, aunque a veces, casi siempre, todos los progresos tienen ¡°peros¡±, otro lado que no cambia. ¡°Es una cebolla¡±, lanza la antrop¨®loga Leyra. Se refiere a las representaciones sociales del psic¨®logo Serge Moscovici: ¡°Aparentemente, de cara a la galer¨ªa, el feminismo se ha extendido. Ahora queda guay llevar una camiseta de ¡®yo soy feminista¡¯ y por supuesto empresas como Zara y H&M se han subido a ese mercado, porque siempre hay intereses econ¨®micos. Pero si vamos quitando capas, en el n¨²cleo duro, queda mucho por recorrer y modificar¡±.
El camino al centro de esa ¡°cebolla¡± es a veces lento, a veces complicado y otras, ocurre de forma natural. En Argentina, cuenta Fardin, la lucha por despenalizar el aborto ¡°hizo que toda la sociedad se viera interpelada¡±, en gran parte, ¡°por las pibas, las m¨¢s j¨®venes, sentadas en las mesas de las casas planteando y mostrando su posicionamiento¡±. Y aquel debate que empez¨® por el aborto, las llev¨® m¨¢s all¨¢: ¡°Nos hizo pensar en todas las formas de violencia a las que hab¨ªamos sido sometidas y la importancia de la libertad de decidir sobre nuestras vidas y nuestros proyectos¡±.
Futuribles muy distintos, condicionados por el territorio, la pol¨ªtica, la etnia o la clase social, pero con la desigualdad y la violencia como trasfondo com¨²n. ¡°Se han generalizado frases como ¡°interseccionalidad¡±, ¡°transfeminismo¡±: existe la conciencia de que uno tiene que situar su propia lucha dentro de las muchas luchas feministas que tienen lugar en todo el mundo¡±, apunta Bottici, que cree que donde se ¡°ha podido alcanzar los resultados concretos m¨¢s importantes es all¨ª donde el feminismo ha podido cruzarse con otras luchas, como contra el racismo y la explotaci¨®n capitalista¡±. Para ella, ¡°el esp¨ªritu de los movimientos feministas con m¨¢s ¨¦xito¡± de la actualidad es ¡°anarcofeminista¡±. ¡°No porque las activistas feministas sean anarquistas, sino en el sentido de que muestran conciencia de que no se puede luchar contra el sexismo sin abordar tambi¨¦n otras formas de opresi¨®n como la dominaci¨®n racial y econ¨®mica¡±.
Esa variedad de caminos, ¡°esa complejidad que ha tra¨ªdo la cuarta ola¡±, dice Leyra, la antrop¨®loga, ¡°enriquece los debates y la heterogeneidad¡±, pero tambi¨¦n ha provocado ¡°escisiones y conflictos¡±. ¡°En realidad siempre han existido, pero tambi¨¦n en realidad siempre han jugado en nuestra contra, cuando no hay un discurso unificado es m¨¢s dif¨ªcil construir agendas comunes¡±. Hay dos cuestiones que siguen estando en esas agendas, las mismas con las que empez¨® el Me Too y que lo trascendieron, la base, en realidad, de toda la agenda: la violencia y la desigualdad. Frente a ellas, el movimiento feminista, apunta Bottici, ¡°como un r¨ªo k¨¢rstico¡± que nunca se ha ido: ¡°Ahora lo que presenciamos es c¨®mo estalla e inunda las calles, desde Buenos Aires hasta Teher¨¢n¡±.
Cinco a?os de hitos tras el ¡®Me Too¡¯
2018
Las gimnastas alzan la voz
El juicio a Larry Nassar, el m¨¦dico de la Federaci¨®n de Gimnasia de Estados Unidos, acusado de abusar de cientos de ni?as y mujeres j¨®venes, se cerr¨® con 175 a?os de c¨¢rcel. La potencia de los testimonios de las 80 gimnastas que en principio iban a comparecer, hizo que acabara siendo casi 160. Justo antes de leer la condena, la jueza Rosemarie Aquilina de Lansing dijo: ¡°Acabo de firmar tu sentencia de muerte. No has hecho nada para que merezcas andar libre nunca m¨¢s¡±.
Irlanda despenaliza el aborto
La cat¨®lica Irlanda rompi¨® con su pasado, culmin¨® su modernizaci¨®n social y emiti¨® un poderoso mensaje al mundo en el hist¨®rico refer¨¦ndum celebrado en mayo de 2018 en el que aprob¨®, por un contundente 66,4%, la legalizaci¨®n del aborto.
Ministras y una huelga feminista
Espa?a tuvo en 2018 su primer Consejo de Ministras (11 de 18 eran mujeres) y una huelga de 24 horas por el 8 de marzo que dio la vuelta al mundo. Tambi¨¦n la RAE elimin¨® una de las definiciones de ¡°f¨¢cil¡±, la quinta, porque hac¨ªa referencia solo a las mujeres y la sustituy¨® por una neutra. A la vez, el partido de ultraderecha Vox consigui¨® doce esca?os en el parlamento andaluz.
Imelda Cortez, absuelta
Despu¨¦s de un a?o y medio encarcelada, la justicia salvadore?a absolvi¨® a Imelda Cortez, la joven de 21 a?os que se hab¨ªa convertido en un s¨ªmbolo de la lucha feminista. Hab¨ªa sido llevada a prisi¨®n por un supuesto intento de homicidio agravado en contra de su hija reci¨¦n nacida ¡ªcomo se tipifica el aborto en El Salvador¡ª; cuando ten¨ªa 18, pari¨® en una letrina de su casa y, aunque el beb¨¦ naci¨® sano, ella fue encontrada casi inconsciente tras desangrarse. El embarazo era fruto de una de las violaciones de Pablo Dolores Hern¨¢ndez, de 60 a?os, la expareja de su madre y el hombre que la hab¨ªa violado desde que Cortez ten¨ªa diez.
Ecos en China y en India
El eco del Me Too lleg¨® a China y a India, dos pa¨ªses donde la represi¨®n social y la situaci¨®n de las mujeres est¨¢n entre las m¨¢s acusadas del mundo. A India, considerada la democracia m¨¢s peligrosa para ellas, lleg¨® a trav¨¦s de la industria de Boollywood y salpic¨® tambi¨¦n a periodistas y c¨®micos. En China, donde las protestas se pagan muchas veces con c¨¢rcel, sucedi¨® en los campus universitarios.
2019
Von der Leyen y Lagarde
En Europa, despu¨¦s de m¨¢s de 60 a?os con solo hombres al frente, la alemana Ursula von der Leyen se convirti¨® en presidenta de la Comisi¨®n Europea y la francesa Christine Lagarde en la primera mujer frente al Banco Central Europeo.
Las Kandakas de Sud¨¢n
Las llamaron Kandakas, el t¨ªtulo que recib¨ªan las reinas nubias del antiguo Sud¨¢n. Eran las mujeres, la mayor¨ªa muy j¨®venes, convertidas en una pieza clave de las revueltas en Sud¨¢n. La imagen de Alaa Salah, una estudiante de Arquitectura de 22 a?os, capturada por la fot¨®grafa sudanesa Lana H. Haroum, subida al techo de un coche y vestida con una t¨²nica blanca de algod¨®n, dedo en alto, rodeada de cientos de personas, dio la vuelta al mundo. Y se convirti¨® en el s¨ªmbolo de la revoluci¨®n que derroc¨® a Omar al Bashir.
El emoji menstruante
Tras dos a?os de lucha, la ONG Plan International en Reino Unido consigui¨® la creaci¨®n del emoji que simboliza la menstruaci¨®n, algo que, seg¨²n la portavoz de la organizaci¨®n dijo en aquel momento, Carmen Barlow, ¡°podr¨ªa ayudar a normalizar los per¨ªodos en las conversaciones diarias¡±.
La zurda de oro contra la descriminaci¨®n salarial en el f¨²tbol
Alex Morgan, la zurda de oro de la selecci¨®n de Estados Unidos, se erigi¨® en 2019 como una voz por la igualdad con especial impacto en Estados Unidos, donde la selecci¨®n femenina es tan conocida como la masculina. Aquel 8-M, Morgan y sus compa?eras de la selecci¨®n nacional presentaron en un juzgado de Los ?ngeles una demanda contra la federaci¨®n de f¨²tbol de Estados Unidos por discriminaci¨®n salarial.
Paseo espacial
Las astronautas Jessica Meir y Christina Koch realizan la primera caminata espacial integrada totalmente por mujeres.
2020
Es ley. Argentina legaliza el aborto
El Senado argentino aprueba en diciembre de 2020 la legalizaci¨®n del aborto hasta la semana 14. El pa¨ªs entierra la ley que, desde 1921, lo consideraba un delito excepto en caso de violaci¨®n o riesgo para la vida de la madre. En las calles, una marea verde feminista estalla de alegr¨ªa.
Paso atr¨¢s en Polonia
El Tribunal Constitucional polaco fall¨® que el aborto por malformaci¨®n del feto o enfermedad irreversible era inconstitucional. Hasta ese momento, ese era uno de los tres supuestos permitidos en la legislaci¨®n polaca y representaba en torno al 97% de los 1.110 abortos practicados de manera legal en el pa¨ªs durante el a?o anterior.
Escocia: productos de salud femenina gratis
El Parlamento de Escocia aprueba por unanimidad el acceso gratuito universal a los productos de higiene para la menstruaci¨®n. Escocia es pionera en el mundo. Estos productos ya se facilitaban sin coste a estudiantes de secundaria y universidad
Una ¨¢rbitra en la Champions
St¨¦phanie Frappart, francesa, 36 a?os, fue la primera ¨¢rbitra en pitar un partido de la Champions League, el Juventus - D¨ªnamo de Kiev del 2 de diciembre de 2020.
El Estado ecuatoriano, culpable
Paola Guzm¨¢n se suicid¨® con 16 a?os, hace ahora dos d¨¦cadas, despu¨¦s de enterarse de que estaba embarazada del vicerrector de su escuela en Guayaquil, Ecuador. El hombre, que ten¨ªa 65, llevaba m¨¢s de un a?o abusando de una ni?a que era 50 a?os menor. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, sentenci¨® y castig¨® en 2020 al Estado ecuatoriano por falta de diligencia para evitar la violencia sexual, primero, y para perseguir a los responsables, despu¨¦s.
2021
La ley Olimpia, en M¨¦xico
La ley Olimpia se aprob¨® a nivel nacional en M¨¦xico. Se trata de un conjunto de reformas que modifican el C¨®digo Penal Federal y la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para reconocer las agresiones de g¨¦nero digitales y castigar las pr¨¢cticas que vulneran la privacidad e intimidad sexual de las personas, especialmente ni?as y mujeres.
Una mujeral frente de la OMC
Ngozi Okonjo-Iweala se convirti¨® en la primera mujer y la primera africana que ocupa el cargo de Directora General de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio.
Harris, Yellen y Pelosi
Kamala Harris se convirti¨® en la primera vicepresidenta en la historia de Estados Unidos ¡ªy la primera con poder presidencial durante 85 minutos el 19 de noviembre de 2021 mientras Biden se hac¨ªa una colonoscopia con anestesia¡ª, Janet Yellen, la primera en el Departamento del Tesoro y Nancy Pelosi, la primera en presidir la C¨¢mara de Representantes.
Contra el matrimonio de ni?as
India subi¨® la edad de matrimonio de las mujeres de 18 a 21 a?os, equipar¨¢ndola con la de los hombres. En 2019 lo hizo Indonesia, subi¨¦ndola de los 16 a los 19 y ese mismo a?o Tanzania prohibi¨® el matrimonio de ni?as menores de 15 y orden¨® la subida de la edad m¨ªnima a los 18.
Deporte de ¨¦lite, mujeres y salud mental
En 2021, la tenista Naomi Osaka en Roland Garros y la gimnasta Simone Biles se convirtieron en las voces del reconocimiento social de los problemas de salud mental y la importancia de atenderlos y hablarlo sin prejuicios.
2022
Colombia depenaliza el aborto
La decisi¨®n de la Corte Constitucional de Colombia de despenalizar el aborto marca un hito en la regi¨®n. Una vez m¨¢s, es la justicia la que se pone al frente de los derechos de las mujeres y da la raz¨®n a las organizaciones feministas, que han encontrado en los magistrados mejores aliados que en los gobernantes.
Chile: Gobierno feminista
Chile configura el primer gobierno feminista en Latinoam¨¦rica y, aunque ahora qued¨® en pausa, la Asamblea (paritaria) configurada para redactar la nueva Constituci¨®n chilena, present¨® el primer texto con perspectiva de g¨¦nero de la historia.
Adi¨®s a Roe contra Wade
El Tribunal Supremo de Estados Unidos derog¨® el pasado junio el derecho al aborto. Una mayor¨ªa de seis jueces contra tres decidi¨® tumbar el precedente de ¡®Roe conta¡¯, un fallo que en 1973 convirti¨® en constitucional la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Su protecci¨®n ha quedado desde entonces en manos de cada uno de los 50 Estados.
La ley del solo s¨ª es s¨ª
El solo s¨ª es s¨ª, lema de los ¨²ltimos seis a?os de lucha feminista en Espa?a, se convirti¨® en ley, la de Libertad Sexual. En el centro: el consentimiento, libre y expresado claramente.
La revoluci¨®n iran¨ª inacabada
La afrenta al r¨¦gimen iran¨ª no es nueva. El feminismo lleva m¨¢s de una d¨¦cada enfrent¨¢ndose a su represi¨®n, pero s¨ª ha sido ahora el momento de la revoluci¨®n. Es la indumentaria que les cubre el pelo, s¨ª, pero de fondo y de base est¨¢n tambi¨¦n los derechos que se les niegan y las desigualdades, b¨¢sicas, a las que a¨²n est¨¢n sometidas.