La historia del Ministerio de Igualdad: 15 a?os sacrificado por la crisis y atacado por la derecha
La cartera con la que quiere acabar Feij¨®o ha pasado una d¨¦cada subsumida en otros ministerios. Un recorrido lleno de altibajos, de la ley del aborto de Bibiana A¨ªdo a la del ¡®solo s¨ª es s¨ª' de Irene Montero
¡ªEs verdad, es verdad.
A la periodista Nuria Varela no le dio tiempo ni a decir ¡°hola¡± cuando llam¨® a Bibiana A¨ªdo un d¨ªa de principios de 2008. ¡°F¨ªjate si hab¨ªa incredulidad¡±, dice ahora al tel¨¦fono. Era verdad que iba a existir un Ministerio de Igualdad por primera vez en Espa?a y que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, presidente socialista, hab¨ªa decidido ponerlo bajo el mando de A¨ªdo, que le hizo una proposici¨®n a Varela:
¡ªTe vienes conmigo. Tienes que ser la jefa de Gabinete.
¡ª?C¨®mo? Acabo de ser madre y no soy ni militante del partido.
¡ªNo importa. Vamos a cambiar las cosas. El presidente est¨¢ convencido.
Hac¨ªa apenas unos d¨ªas que A¨ªdo, de Alcal¨¢ de los Gazules (C¨¢diz), hab¨ªa recogido su acta como diputada socialista en el Parlamento andaluz. No le dio tiempo a nada. El 14 de abril de 2008 se convirti¨® en la primera ministra de Igualdad de Espa?a, y, con 31 a?os reci¨¦n cumplidos, en la m¨¢s joven de la historia de la democracia.
Antes de aquella llamada, y para que esa llamada pudiera darse, hubo otras. Una de ellas fue de Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega a Isabel Mart¨ªnez: ¡°Isabel, tienes que venir porque tenemos que poner en marcha un Ministerio de Igualdad¡±.
La sorpresa de Mart¨ªnez ¡ªentonces en el Gabinete de la vicepresidenta primera Fern¨¢ndez de la Vega, parte del Consejo Asesor del Instituto de la Mujer y con toda su biograf¨ªa ligada al feminismo y lo p¨²blico¡ª, fue generalizada. Nadie lo esperaba. Pero ni fue de repente ni una ocurrencia. Ya era un compromiso de los gobiernos tras la Declaraci¨®n de Pek¨ªn de la ONU en 1995. ¡°Las pol¨ªticas p¨²blicas no son casi nunca casuales¡±, dice Mart¨ªnez. ¡°Las del llamado Estado del bienestar empiezan a mediados del siglo XX y tienen que ver con procesos pol¨ªticos largos: primero de reivindicaci¨®n, luego de institucionalizaci¨®n, y despu¨¦s de consolidaci¨®n. Espa?a iba tarde y lo que otros en Europa hab¨ªan hecho en 50 a?os, nosotros lo hicimos en 30¡å.
Cuando dice ¡°nosotros¡± se refiere a la pol¨ªtica espa?ola, pero sobre todo a los partidos progresistas y socialdem¨®cratas: ¡°Ha sido en estos gobiernos donde m¨¢s protagonismo pol¨ªtico han tenido y cuando se han dado pasos m¨¢s decididos¡±. El primero fue en 1997, con la aprobaci¨®n de la democracia paritaria dentro de los Estatutos del propio PSOE, algo que tambi¨¦n hizo Izquierda Unida.
Aquello ¡°abri¨® paso a otro modelo de democracia y a un nuevo contrato social entre hombres y mujeres con un nuevo proyecto pol¨ªtico¡±. Se refiere Mart¨ªnez al del periodo electoral de 2004, cuando los socialistas, en esa primera legislatura de Zapatero tras el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, aprobaron dos de las leyes base para lo que vino despu¨¦s: la ley contra la violencia de g¨¦nero (2004) y la ley para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres (2007). Ambas, ¡°transformadoras y transversales¡± a diferentes ministerios. ¡°El de Igualdad fue la consecuencia l¨®gica de las pol¨ªticas que hab¨ªamos desarrollado¡±.
De ah¨ª que ahora, tras ese recorrido social de las ¨²ltimas d¨¦cadas, ni Mart¨ªnez, ni Varela, ni la izquierda parlamentaria, ni la civil, ni el movimiento feminista, ni parte de la sociedad entiendan lo que Alberto N¨²?ez Feij¨®o, presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, puso hace unos d¨ªas sobre la mesa: eliminar el Ministerio de Igualdad. Un ministerio que ha sido espejo para otros, como el franc¨¦s, y que comparte con hom¨®logos de toda Europa ¡ªAlemania, Luxemburgo, Suecia, Suiza, Noruega, Liechtenstein o Islandia, entre otros¡ª, y parte de Latinoam¨¦rica, objetivos comunes en la lucha contra la violencia machista o la igualdad entre hombres y mujeres.
De ah¨ª tambi¨¦n cierta tristeza. Quienes trabajaron dise?ando ese ministerio o quienes llegaron despu¨¦s para ocuparlo recuerdan que fue ¡°un sue?o que se hizo realidad¡±. Hasta entonces y desde hac¨ªa cuatro a?os, las pol¨ªticas de igualdad sal¨ªan de la Secretar¨ªa General de Igualdad (cuya titular era Soledad Murillo), que depend¨ªa del ministro Jes¨²s Caldera, a cargo de Trabajo y Asuntos Sociales. Esto, dice Murillo, es ¡°importante¡± porque ¡°una secretaria general no es una secretaria de Estado ni una ministra, no se sienta donde se toman las decisiones, que es en el Consejo de Ministros. Elevarlo a la categor¨ªa de ministerio fue clave¡±.
Lo que no fue: f¨¢cil. Isabel Mart¨ªnez pas¨® a ser secretaria general de Pol¨ªticas de Igualdad. Nuria Varela, periodista y experta en feminismo, jefa de Gabinete de A¨ªdo. Y Miguel Lorente, m¨¦dico forense, el primer delegado del Gobierno contra la violencia de g¨¦nero. Los tres hablan de ¡°arremangarse mucho¡±. Trabajar d¨ªa y noche durante meses.
¡°Pero, ?aqu¨ª es? ?De verdad?¡±
Ese edificio hueco estaba, y est¨¢, en la calle de Alcal¨¢ 37, en pleno centro de Madrid, la antigua ubicaci¨®n de la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones. Mart¨ªnez cuenta que la toma de posesi¨®n de A¨ªdo se hizo en ese ¡°cascar¨®n vac¨ªo¡±.
Se acumularon las entrevistas y la curiosidad por saber qui¨¦n era A¨ªdo y qu¨¦ significaba un Ministerio de Igualdad. Cuando empezaron a trabajar, el ¡°sue?o¡± empez¨® a ser algo menos pl¨¢cido. El lunes 9 de junio de 2008, A¨ªdo hizo su primera intervenci¨®n en el Congreso. De aquello, lo que m¨¢s o lo ¨²nico que recuerdan algunos es el ¡°miembras¡± que pronunci¨®. Los ataques empezaron desde pr¨¢cticamente el principio. El equipo sigui¨® trabajando. Lo que no sab¨ªan entonces es que iban a tener apenas dos a?os y medio.
Les dio tiempo a ¡°una gran ley¡±, recuerda Lorente. ¡°La de interrupci¨®n voluntaria del embarazo, con esa dimensi¨®n de salud sexual y reproductiva que qued¨® de base y para siempre y es la esencia de esta ¨²ltima reforma¡±. Pero no solo, ¡°en violencia machista comenz¨® la aproximaci¨®n desde la investigaci¨®n cient¨ªfica, se activaron a nivel nacional las pulseras antimaltrato, se trabaj¨® con medios de comunicaci¨®n para abordar la violencia de g¨¦nero con perspectiva o un tel¨¦fono para trabajar con hombres¡±. Pero adem¨¢s, dice, ¡°social y pol¨ªticamente abri¨® una nueva dimensi¨®n¡±. Una que la crisis que hab¨ªa comenzado en 2008, y las presiones de la derecha, bloquearon poco despu¨¦s.
La frase que repet¨ªan desde los sectores conservadores, lo del ¡°Ministerio de igual-da¡±, fren¨® en 2010. A aquel equipo no le dio ni tiempo a errar. ¡°Zapatero lo pone, y Zapatero lo quita¡±, recuerda Varela.
En la remodelaci¨®n del Gobierno de ese a?o, el ministerio se subsumi¨® en Sanidad, que tambi¨¦n acogi¨® Pol¨ªtica Social. Bibiana A¨ªdo se convirti¨® en secretaria de Estado y Leire Paj¨ªn ostent¨® esa cartera tripartita. Igualdad qued¨®, de nuevo, ¡°un escal¨®n m¨¢s abajo¡±, reflexiona Paj¨ªn, ahora directora de desarrollo internacional en Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). De aquello, lo primero que le viene a la cabeza es ¡°la profunda generosidad de Bibiana, que se qued¨® en el equipo, demostrando su compromiso con la igualdad m¨¢s all¨¢ de ser titular¡±.
Aquel Gobierno dur¨® poco m¨¢s de un a?o, y durante ese tiempo, ¡°el objetivo fue que igualdad siguiese existiendo al m¨¢ximo nivel institucional¡±, explica Paj¨ªn. Es decir, que estuviese dentro del Consejo de Ministros (de ah¨ª que permaneciese como Secretar¨ªa de Estado). En aquella ¨¦poca se ¡°fortalecieron mucho las unidades de igualdad en todos los ministerios, se implementaron medidas para hu¨¦rfanos de la violencia machista, y se aprob¨® consolidar el plan de trata¡±, enumera, entre otras cuestiones, Paj¨ªn. A pesar de todo, muchos de quienes trabajaron en aquel momento en el ministerio, creen que aquella decisi¨®n fue ¡°un error¡± derivado de una ¡°fort¨ªsima presi¨®n pol¨ªtica de la derecha¡±.
Y a¨²n le quedaba bajar un pelda?o. En 2011, con Mariano Rajoy en el Gobierno, hubo otra fusi¨®n: Secretar¨ªa de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, que se mantuvo dentro del Ministerio de Sanidad. En siete a?os, ostentaron la cartera Ana Mato, Alfonso Alonso, F¨¢tima B¨¢?ez y Dolors Montserrat ¡ªadem¨¢s de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, en funciones durante un peque?o periodo¨C¡ª, que no han querido hablar para este reportaje.
En un an¨¢lisis sobre la evoluci¨®n de las pol¨ªticas de igualdad que hizo hace unos a?os Marina Subirats, soci¨®loga, fil¨®sofa, y tambi¨¦n directora del Instituto de la Mujer entre 1993 y 1996, apuntaba que ¡°al escaso inter¨¦s del PP por la igualdad se sum¨® la crisis econ¨®mica, devastadora de pol¨ªticas p¨²blicas en casi todos los ¨¢mbitos, y m¨¢s, por supuesto, en el de la igualdad. La austeridad fue la excusa perfecta para rebajar los niveles de los organismos de igualdad; [...] que acaba perdiendo toda su visibilidad; y en cuanto a los recursos, su disminuci¨®n fue generalizada¡±.
S¨ª ocurrieron tres cosas en aquel periodo. Dos de ellas en 2014: la ratificaci¨®n del Convenio de Estambul (el pacto europeo contra la violencia machista) por parte de Espa?a, en contraposici¨®n al intento de reformar la ley del aborto con otra que iba a llamarse Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n del Concebido y los Derechos de la Embarazada. Miles de mujeres, en el llamado tren de la libertad, denunciaron el recorte en derechos que aquello supon¨ªa. La reforma acab¨® en un caj¨®n, y tambi¨¦n con el entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n.
La tercera, el acuerdo y la puesta en marcha del Pacto de Estado contra la violencia de g¨¦nero, en 2017, que aprobaron todos los partidos excepto Podemos y algunos diputados del Grupo Mixto, que se abstuvieron porque quer¨ªan m¨¢s de lo que ese documento pon¨ªa sobre la mesa. Fueron dos pasos importantes, pero aislados. Y mientras que las pol¨ªticas p¨²blicas de los populares viraban hacia la natalidad y la familia, el feminismo recorr¨ªa su propio camino: crec¨ªa y se expand¨ªa sin freno, sobre todo, tras el caso de La Manada.
Cuando Pedro S¨¢nchez gan¨® la moci¨®n de censura a Mariano Rajoy el 1 de junio de 2018, el movimiento feminista acababa de atravesar un 8-M hist¨®rico en el que se llam¨® a la huelga y en el que Espa?a fue epicentro global. Entonces, S¨¢nchez decidi¨® recuperar Igualdad dentro de Vicepresidencia, a cargo de Carmen Calvo, que recuper¨® a Soledad Murillo como secretaria de Estado.
Dice la hist¨®rica socialista ahora que ese espacio otorgaba la capacidad de colocar esas pol¨ªticas p¨²blicas en el puesto alto de la jerarqu¨ªa: ¡°Me sal¨ªa casi de manera autom¨¢tica la plantilla metodol¨®gica del feminismo: c¨®mo afecta esto [sobre cualquier cuesti¨®n] a las mujeres, qu¨¦ podemos hacer para que la respuesta a esto tenga equidad... La perspectiva tiene que aplicarse siempre y de forma transversal¡±.
Entre otras cuestiones, poco despu¨¦s de conformar el nuevo Gobierno, se dot¨® al Pacto de Estado con los primeros 100 millones de euros para las comunidades aut¨®nomas. ¡°El feminismo ha de formar parte de la democracia para que esta pueda desarrollarse¡±, apunta Calvo, que asegura que aquel ¡°a?o y medio largo fue muy fruct¨ªfero¡±.
En 2020, lleg¨® la coalici¨®n con Unidas Podemos. E Igualdad era una de las condiciones para que pudiese haber acuerdo. Dentro del PSOE, hab¨ªa quien se negaba a ceder ese cartera, entre otras y otros diputados, Calvo. Pero S¨¢nchez acab¨® cediendo, volvi¨® a dar entidad propia al ministerio y lo puso en manos de Irene Montero. Comenzaba, de facto, el segundo periodo del Ministerio de Igualdad, con un recorrido lleno de paralelismos con el primero, el de A¨ªdo, desde el comienzo. ¡°Mujer, joven y feminista¡± son cuestiones que ponen nerviosos a muchos sectores, recalca Nuria Varela.
Igualdad se inaugur¨® ya pr¨¢cticamente con una batalla abierta: desde la oposici¨®n y dentro de la coalici¨®n. La relaci¨®n entre los socialistas y el ministerio fue tirante desde el inicio. Se relaj¨® algo con la remodelaci¨®n del verano de 2021, cuando Calvo, referente de las feministas socialistas, sali¨® del Ejecutivo. ¡°La relaci¨®n pol¨ªtica es la misma, aunque en lo personal haya habido cambios obvios¡±, comentaba hace unos meses un ministro.
Pero no era solo la relaci¨®n entre los socios de gobierno. Ha habido m¨²ltiples factores que han afectado al Ministerio de Igualdad como instituci¨®n. Un contexto social con un antifeminismo creciente, sobre todo entre los m¨¢s j¨®venes; la ultraderecha dentro de parlamentos auton¨®micos y en el Congreso de los Diputados que ha atacado sin descanso a Montero y al feminismo; ese movimiento, del que una parte se ha escindido a cuenta de la ley trans, sobre todo, pero tambi¨¦n por una forma casi antit¨¦tica de percibir la agenda y el presente; adem¨¢s de un rechazo por parte de la sociedad a las pol¨ªticas de Podemos, y a Pablo Iglesias de forma concreta, que ha salpicado siempre a Montero.
Tambi¨¦n la gesti¨®n de algunas cuestiones de la propia ministra ¡ªque no ha querido participar en este art¨ªculo¡ª, porque han sido dos de sus grandes leyes, que el bloque de izquierdas siempre reconoci¨® como ¡°indiscutibles¡±, las que han erosionado su imagen.
Una fue la ley trans, que provoc¨® la mayor escisi¨®n y la mayor pelea que se recuerda en el feminismo, con parte de ese movimiento en contra de incorporar a la agenda de Igualdad lo que llaman ¡°la agenda queer¡±, arguyendo que esa norma ¡°borra a las mujeres¡± y llegando a pedir la dimisi¨®n de Montero.
Despu¨¦s, lleg¨® la estrella de esta legislatura, la Ley de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual. Sus consecuencias ¡ªlas rebajas de penas y excarcelaciones a agresores sexuales¡ª, c¨®mo lo aprovech¨® la derecha y la ultraderecha y tambi¨¦n c¨®mo se afront¨® desde Igualdad, achacando desde el inicio lo que estaba ocurriendo al ¡°machismo¡± de algunos jueces, han provocado en los ¨²ltimos meses la mayor de las heridas al ministerio y a la figura de Montero. De cara a las pr¨®ximas elecciones y aunque Sumar concurrir¨¢ con Podemos al 23-J, Montero ha quedado fuera de las listas.
A pesar de las pol¨¦micas, del terremoto por el solo s¨ª es s¨ª, y del conflicto en el feminismo, esta segunda etapa no solo ha sido sombra. Se aprobaron la ley de libertad sexual, la reforma del derecho al aborto, y la ley trans, que van mucho m¨¢s all¨¢ de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, de las rebajas de penas y de la autodeterminaci¨®n de g¨¦nero en el Registro Civil. Se configur¨® tambi¨¦n la ley contra la trata, que quedar¨¢ ya en manos del pr¨®ximo Gobierno. Se activ¨® el Plan Corresponsables y se ha casi triplicado la inversi¨®n. Y las pol¨ªticas de igualdad, y el feminismo, se han colocado en el centro del debate pol¨ªtico y p¨²blico.
¡°Pueden haberse hecho cosas mejor y peor, pero hay que respetar, y valorar, los avances de estos ¨²ltimos a?os¡±, dice no sin cierta tristeza Isabel Mart¨ªnez, la arquitecta del ministerio all¨¢ por 2008. ¡°Nos maltrataron en su momento solo por existir, y ha vuelto a pasar lo mismo. Igualdad no puede ser una diana ni un juguete cuya desaparici¨®n depende de en qu¨¦ manos caiga¡±, cruza Nuria Varela, ahora directora de Igualdad de Asturias. Y, sobre todo, dice Paj¨ªn, que tambi¨¦n sufri¨® parte del ataque de la derecha en su momento, ¡°no puede salir siempre tan caro ser titular de Igualdad, no puede seguir ocurriendo¡±.
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