Inteligencia Artificial

Descifrar la estructura de una mol¨¦cula tomaba a?os. Hoy puede hacerse en minutos. Es tan humano esperar una panacea en salud... pero la IA no lo ser¨¢, aunque se acerque en alg¨²n caso. Asegura, eso s¨ª, un salto hist¨®rico en el poder de entender y tratar enfermedades. Una asistente capaz, no exenta de errores.

Subdirectora del Centro de Excelencia para la Salud y Farmacogen¨®mica de Precisi¨®n y directora de inform¨¢tica en el Grupo de Investigaci¨®n Intervencionista e Innovaci¨®n de la Piel de Stanford, Daneshjou no cree que la IA destruya puestos de trabajo en el sisetma sanitario. Seg¨²n ella, se integrar¨¢ en el sistema de atenci¨®n m¨¦dica para trabajar en colaboraci¨®n con los profesionales, pero ¡°para nada estamos cerca de la precisi¨®n necesaria para que desplace a m¨¦dicos y sanitarios¡±.

El profesor genera sus propios contenidos. El alumno tiene su tutor personal en casa. La plataforma reconoce si flaquea en historia y lo estimula con el holograma de un h¨¦roe. Cuando la IA educativa sea fiable, terminar¨¢ por resetear el sentido del docente, del estudiante, el aula y la evaluaci¨®n. Del aprendizaje, en definitiva.

Esta catedr¨¢tica de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, donde dirige el M¨¢ster Oficial en Ingenier¨ªa Inform¨¢tica, lidera el grupo de investigaci¨®n Data Science and Big Data Research Lab

Va a derribar, va a construir. Va a liberar, va a despedir. Y ni los profetas b¨ªblicos sabr¨ªan en qu¨¦ punto entre ambos extremos se situar¨¢ el fiel de la balanza. Quiz¨¢ la superioridad de la IA sobre algunas capacidades humanas sea su propia vacuna, porque genera precauci¨®n, cuando no temor, para as¨ª forzar la protecci¨®n laboral. Al menos, en Europa.

La mayor¨ªa de detectores de im¨¢genes de inteligencia artificial funcionan de forma similar: el usuario sube una imagen y la herramienta la analiza en busca de patrones o anomal¨ªas que indiquen si ha sido creada por IA.

Si la materia con la que se forjaban los sue?os fue el celuloide, las materias capaces de realizar los sue?os tecnol¨®gicos podr¨ªan ser zeolitas, pol¨ªmeros, sustitutos del silicio o fibras org¨¢nicas que nacen en laboratorios reforzados con IA.

En su visi¨®n m¨¢s futurista, la IA podr¨ªa ayudar a solucionar la escasez energ¨¦tica de la especie. En su proyecci¨®n m¨¢s realista, no lo sabe todo, pero predice con una nitidez in¨¦dita tanto oferta y demanda como fallos en unas redes cada vez m¨¢s capilares.

Nace, despu¨¦s de una gestaci¨®n dif¨ªcil, el marco jur¨ªdico de la IA para la Uni¨®n Europea y su relaci¨®n con otros pa¨ªses e intereses. Un intento pionero de limitar todos sus riesgos sin coartar su potencial.

Si el coste de la IA es una barrera de entrada para muchas pymes, puede resultar prohibitivo. Las tarifas bajar¨¢n, pero antes los modelos de c¨®digo abierto, ¡®no-code¡¯ y ¡®low-code¡¯ pueden reducir la brecha con las grandes empresas. Para formarse en estas tecnolog¨ªas y cambiar de mentalidad, el tama?o modesto se convierte en ventaja.

El general auditor Jer¨®nimo Dom¨ªnguez Bascoy estudia las implicaciones de las nuevas tecnolog¨ªas militares en el derecho internacional humanitario, un campo en el que el debate est¨¢ candente.

Cada territorio crea, en la pr¨¢ctica, su propia normativa sobre IA generativa para no perder pulso en una carrera comercial de billones de euros.

Experto en aprendizaje autom¨¢tico adversario, es miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales y profesor de investigaci¨®n del Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas (ICMAT).

Juicios, ley, incertidumbre profesional y una certeza en el horizonte: el entretenimiento entretendr¨¢, pero no como hasta ahora. Mutar¨¢n la industria, los creadores, los consumidores, nuestra adictiva cultura pop. Aqu¨ª van tres maneras de mirarlo.

Los ilustradores gr¨¢ficos Coco D¨¢vez (Madrid) y Pablo Delc¨¢n (Menorca) hablan en este reportaje de la competencia de la GenIA, de su proceso de adaptaci¨®n, de pros (agilidad, capacidad, posibilidad) y contras (est¨¦tica sin pulso, artificiosa). En las obras que se muestran ponen a prueba la asistencia de la IA.

No hab¨ªamos salido del temor al algoritmo y ahora nos enfrentamos con m¨¢s incertidumbres a la IA generativa.

Pero no le hace falta. Es capaz de corregirte el giro de mu?eca para que dobles tu porcentaje de triples. Calcular la probabilidad de gol en cada contraataque. Definir docenas de jugadas viables para un c¨®rner. Sabe lo que no sab¨ªa nadie.

Tu asistente virtual te conoce, te entiende, te sirve. Simula emociones. Te hace compa?¨ªa. Que sea buena o no tanto est¨¢ por ver, porque esa capacidad de establecer un v¨ªnculo profundo puede implicar ayuda real... o desconexi¨®n de la realidad.

?Una aplicaci¨®n para cada tarea? T¨¦cnicamente parece posible. Y proliferan: antes de que acabe este d¨ªa pueden nacer algunas m¨¢s.