El fin: ¨²ltima entrega de las cr¨®nicas de Emmanuel Carr¨¨re desde el juicio por los atentados de Par¨ªs
Esta semana, la sentencia y una sorprendente velada de clausura
Esta semana, la sentencia y una sorprendente velada de clausura
Esta semana, el autor de ¡®El adversario¡¯ y ¡®El reino¡¯ refiere los alegatos finales antes del veredicto
Esta semana, la defensa hace su trabajo. A la altura humana.
Esta semana, los requerimientos de la fiscal¨ªa son de muy alto nivel
Esta semana, el autor de ¡®El reino¡¯ nos presenta a los abogados defensores
Esta semana, los abogados de las partes civiles dicen a veces cosas sustanciosas
Esta semana, un momento de incre¨ªble emoci¨®n y un joven carcomido por la culpabilidad
Esta semana, un tema tab¨²: el precio del dolor
Esta semana, los psiquiatras examinan el caso Abdeslam
Esta semana, los tres amigos que ayudaron a huir a Abdeslam
Esta semana, el ¨²ltimo superviviente del comando terrorista habla por fin. Y mucho
Esta semana, la valent¨ªa de una mujer que lo ha perdido todo para salvar a decenas de personas
Esta semana, la confesi¨®n err¨¢tica de Mohamed Abrini
Esta semana, las b¨²squedas en internet de los terroristas producen perplejidad
Esta semana, el acusado Salah Abdeslam arranc¨® aplausos ir¨®nicos con su declaraci¨®n en la que asegura que la Justicia le ha roto la vida
Miedo a estar en manos de un loco, miedo a que te esp¨ªen, miedo a quedarse atrapado. Los encuentros del cronista franc¨¦s con sus amigos moscovitas destilan miedo. Y verg¨¹enza porque est¨¦n lanzando bombas sobre Ucrania en su nombre
Como esta semana se han suspendido las audiencias, Carr¨¨re escribe sobre la repatriaci¨®n de j¨®venes franceses que en algunos casos han nacido en Siria
Esta semana, el ¨²nico superviviente del comando terrorista habla. Y mucho.
Esta semana, el martirio de Clarisse, una de las muchas historias que no hab¨ªa tenido tiempo de contar
Esta semana, Mohamed Bakkali ¡®se acoge a su derecho al silencio¡¯
Me gustar¨ªa saber de qu¨¦ hablaban durante su viaje esos tres hombres, dos de los cuales estaban decididos a morir y el tercero no. Si los dos hermanos Abdeslam trataron de convencer a su amigo de infancia de que fuera con ellos hasta el final, para agradar a Dios y porque as¨ª ser¨ªa grande el estallido
Osama Krayem, implicado indirectamente en los ataques en Par¨ªs, desisti¨® en el ¨²ltimo minuto de activar la bomba que transportaba en la mochila en los atentados de Bruselas. Es poco probable que nos explique por qu¨¦
Se habla mucho del caf¨¦ Les B¨¦guines, regentado por Brahim Abdeslam en Molenbeek
El testimonio de Azdyne Amimour, cuyo hijo asesin¨® a varias decenas de personas en el Bataclan
Tres hombres perdidos al borde de una historia que les sobrepasa
Las audiencias han entrado en un per¨ªodo ¨¢rido en el que hablan los investigadores
Esta semana, lucha de clases y orgullo yihadista
Esta semana, un presidente de la Rep¨²blica ante la abogada de un terrorista
Esta semana, la ¡°personalidad¡± de los acusados
Esta semana, el odio es tambi¨¦n un sentimiento humano
Esta semana, dentro del sufrimiento y el horror, un testimonio especialmente asombroso
Esta semana, una lecci¨®n de fraternidad frente a la amenaza de un gran atentado pr¨®ximo
Esta semana, supervivientes del Bataclan cuentan la matanza. Y es una pesadilla
El autor de ¡®El adversario¡¯ narra las sesiones del proceso por el ataque terrorista m¨¢s grave en la historia de Francia. EL PA?S publicar¨¢ sus escritos durante los pr¨®ximos meses. Esta semana tienen la palabra los supervivientes de las terrazas ametralladas
El autor de ¡®El adversario¡¯ narra las sesiones del Palacio de Justicia sobre el ataque terrorista m¨¢s grave en la historia de Francia. EL PA?S publicar¨¢ sus escritos durante los pr¨®ximos meses. A continuaci¨®n, las primeras entregas