La Guerra Fr¨ªa y la investigaci¨®n nuclear se unieron en Espa?a para dar lugar a uno de los centros de investigaci¨®n gen¨¦tica-radiactiva clave de Europa
Los pol¨ªticos populistas y ciertos autores cient¨ªficos tienen algo en com¨²n: adornan lo que no saben y lo defienden hasta las ¨²ltimas consecuencias
La premio Nobel de Qu¨ªmica y de F¨ªsica caus¨® sensaci¨®n durante su viaje a Espa?a en 1919. De ello dej¨® constancia en dos art¨ªculos el doctor Gregorio Mara?¨®n
Frente a toda evidencia cient¨ªfica, los que niegan la evoluci¨®n sostienen que es imposible explicarla sin un plan previo y un ¡®director de orquesta¡¯. Pero estudiando La biolog¨ªa con detalle queda claro que, si hab¨ªa un plan previo, este no era demasiado bueno
Desconf¨ªe de adivinos y pitonisas. No hay nada como el m¨¦todo cient¨ªfico de observaci¨®n, hip¨®tesis, experimento y formulaci¨®n de ley para adivinar lo que va a pasar
De s¨ªmbolo del futuro tecnol¨®gico a electrodom¨¦stico, la imagen del robot ha mutado mucho desde que su nombre fue usado por primera vez en una obra de teatro checa en 1921
El trabajo de recolecci¨®n de especies de Nikol¨¢i Vav¨ªlov estableci¨® el origen de la mayor¨ªa de los cultivos que consumimos en la actualidad. El estalinismo le conden¨® a morir de hambre en un Gulag
Detr¨¢s del nombre que se asigna a cada descubrimiento, nueva especie o proceso, hay unas reglas que tienen que ver con la persona, el momento o el lugar en que lo ha inventado o sacado a la luz
Este organismo microsc¨®pico ha dirigido la evoluci¨®n de nuestra especie desde hace millones de a?os. Un viejo compa?ero de viaje detr¨¢s del cual est¨¢ la invenci¨®n de la cerveza o del pan
Solo su lucha personal contra la norma imperante en su tiempo le permiti¨® ser una pionera en campos como las ciencias exactas, el ¨¢lgebra o la f¨ªsica.
Sus s¨ªntomas ya fueron descritos en la antig¨¹edad, pero no fue hasta el siglo pasado cuando los investigadores pudieron distinguir entre dos dolencias con efectos similares e identificar las causas de cada una
El azar y la paranoia marcaron la vida de este cient¨ªfico y fil¨®sofo austriaco amigo de Einstein, y cuyos trabajos han sido clave en el desarrollo de la ingenier¨ªa de software.
El cient¨ªfico estadounidense finiquit¨® la especulaci¨®n hist¨®rica sobre el origen del planeta. Gracias a ¨¦l hoy sabemos que tiene unos 4.500 millones de a?os.
Las dolencias laborales existen desde que existe el trabajo. Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando se detect¨® la primera. La investigaci¨®n acab¨® siendo una revoluci¨®n social y sanitaria.
Otros planetas y cuerpos celestes del sistema solar muestran actividad volc¨¢nica, como Venus e Io, una de las lunas de J¨²piter. En Marte tambi¨¦n hubo, pero ces¨® hace millones de a?os
Tras ser demonizada durante d¨¦cadas, la electricidad obtenida durante la fisi¨®n nuclear goza ahora del aval de la ciencia y hasta de ciertos sectores ecologistas
En el mundo vegetal no existen sentidos como en el animal. Pero las plantas tambi¨¦n advierten qu¨¦ pasa en su entorno. La respuesta ante situaciones adversas es diferente, pero observable y medible.
La b¨²squeda de un sistema de medida universal tuvo que superar reticencias de las principales potencias, guerras entre Francia y Espa?a y ataques de piratas.
?Puede la biolog¨ªa condicionar nuestro comportamiento? Fil¨®sofos y cient¨ªficos han buscado la naturaleza del mal. Sin embargo, ante un crimen siempre habr¨¢ un tribunal que decida.
A pesar de ser una ciencia exacta, la qu¨ªmica que se ense?a est¨¢ definida por las condiciones concretas de nuestro planeta. Fuera de la Tierra todo es muy diferente.
Cuando alguien sufre una amputaci¨®n es probable que siga sintiendo dolor o picor en esa extremidad, aunque ya no est¨¦. El fen¨®meno, lejos de ser un mito, es real y tiene explicaci¨®n cient¨ªfica.
El proceso que hace posible una permanente (que convierte un pelo liso en ondulado) esconde los secretos del funcionamiento de los amino¨¢cidos, los eslabones que forman las prote¨ªnas.
Es una de las 12 mujeres con Premio Nobel de Medicina (frente a 212 hombres). Su historia ilustra las dificultades que han tenido hist¨®ricamente las investigadoras.
Aunque experimentos como los de la gorila ¡®Koko¡¯ suger¨ªan lo contrario, las evidencias cient¨ªficas dicen que el lenguaje simb¨®lico es exclusivo del ser humano.
De la fobia a las m¨¢quinas a los bulos contra la electricidad, los avances cient¨ªficos siempre han venido, y todav¨ªa vienen, acompa?ados de temores.
Leyendo el ADN se puede remontar en la historia evolutiva de un individuo o de un grupo de personas. Es como excavar un yacimiento, pero en tu propio cuerpo.
M¨¢s all¨¢ de la supremac¨ªa del metro, convivimos con arrobas (de las que pesan 11 kilos), libras, millas y todo tipo de convenciones para medir. A veces juega malas pasadas.
Hasta finales del siglo XIX los relojes no estaban acompasados. Tampoco exist¨ªan los husos horarios. Esta es la historia de una armonizaci¨®n temporal en la que el ferrocarril tuvo gran relevancia.
Grabar animales en libertad puede ser muy latoso y no faltan ejemplos de escenas falseadas. El mayor problema viene cuando las licencias art¨ªsticas se confunden con la realidad y se cuelan en el ¨¢mbito del conocimiento