Billete para Europa
Biden es el primer presidente que exige a Turqu¨ªa el reconocimiento del exterminio armenio, algo que todav¨ªa no ha hecho Espa?a
Escribe en EL PA?S columnas y an¨¢lisis sobre pol¨ªtica, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ¡®El a?o de la Revoluci¨®n' (Taurus), sobre las revueltas ¨¢rabes, ¡®La gran verg¨¹enza. Ascenso y ca¨ªda del mito de Jordi Pujol¡¯ (Pen¨ªnsula) y un dietario pand¨¦mico y confinado con el t¨ªtulo de ¡®Les ciutats interiors¡¯ (Galaxia Gutemberg).
Biden es el primer presidente que exige a Turqu¨ªa el reconocimiento del exterminio armenio, algo que todav¨ªa no ha hecho Espa?a
El gesto m¨¢s trascendente para la nueva pol¨ªtica exterior de EE UU no ha sido fruto de una decisi¨®n presidencial, sino del veredicto del jurado popular que ha juzgado a Chauvin por el asesinato de George Floyd
Tras las transiciones a la democracia, ahora entramos en la ¨¦poca de los Estados fallidos, uno m¨¢s, en el coraz¨®n del sudeste asi¨¢tico
Afganist¨¢n: veinte a?os, cuatro presidentes, tres estrategias al menos, un gasto en vidas humanas indecible y un dispendio presupuestario insoportable; y ahora estamos todav¨ªa en la casilla de salida
La prisa ahora es tener un gobierno que gobierne, que haga pol¨ªtica y no se entretenga enredando con nuevos relatos y con la fantas¨ªa de unos in¨²tiles inventos institucionales.
La pressa ara ¨¦s tenir un govern que governi, que faci pol¨ªtica i no s¡¯entretingui enredant amb nous relats i amb la fantasia d¡¯uns in¨²tils invents institucionals
Aunque sea un desliz, Draghi ha dado en el blanco. ?C¨®mo encontrar el equilibrio entre principios e intereses en el trato con los tiranos?
Washington y Bruselas deben resucitar el acuerdo nuclear firmado por Obama en 2015 y destruido por Trump en 2018
Hasta el colapso de Suez, una cierta ceguera mar¨ªtima ha impedido valorar el papel del tr¨¢fico por mar en la econom¨ªa global
Pek¨ªn reivindica su soberan¨ªa nacional y el derecho a no interferencia en sus pol¨ªticas. As¨ª avanza un nuevo imperialismo
El exceso no es de historia ni de pol¨ªtica; son los relatos y los espect¨¢culos los que superan nuestra capacidad de consumirlos. No se necesitan gobernantes cuando basta con buenos guionistas
L¡¯exc¨¦s no ¨¦s d¡¯hist¨°ria ni de pol¨ªtica, ¨¦s la oferta de relats i d¡¯espectacles el que supera la nostra capacitat de consumir-los
Hay algo que la presidencia de Trump, la pandemia y el ¡®Ever Given¡¯, atravesado en el canal de Suez, tienen en com¨²n: el exceso
Conocemos la regla china, pero todav¨ªa no sabemos si Washington y Bruselas est¨¢n en disposici¨®n de envidar juntos e incluso idear una estrategia
Boris Johnson exhibe el incremento del arsenal nuclear, s¨ªmbolo de estatus y de soberan¨ªa, en la nueva estrategia internacional brit¨¢nica
El pa¨ªs es un caso extremo de los territorios vagos surgidos de las nuevas guerras, donde no hay Estado ni derecho, apenas seguridad y las mafias se reparten los despojos
Si hay que apelar al malestar de los j¨®venes, habr¨¢ que buscar la causa de los disturbios en las calles de Catalu?a tambi¨¦n en lo que les han explicado los padres, TV-3 y las ¨¦lites dirigentes
Si s¡¯ha d¡¯apel¡¤lar al malestar dels joves, caldr¨¤ buscar tamb¨¦ la causa dels aldarulls en els que els hi han explicat els pares, TV3 i les elits dirigents
?A qui¨¦n tienen que pedir justicia los palestinos de Gaza y de los territorios ocupados de Cisjordania cuando ven vulnerados sus derechos?
Solo quedan 40 d¨ªas para el fin de una situaci¨®n que se remonta al llamado Gran Juego, cuando en el siglo XIX brit¨¢nicos y rusos compet¨ªan por un territorio jam¨¢s sometido al control de potencias extranjeras
A un a?o del brote contagioso, ha cambiado el mapamundi geopol¨ªtico, el poder se ha desplazado y se ha encogido la econom¨ªa
No suele haber rupturas en pol¨ªtica exterior, ni siquiera cuando ha sido sometida al caos de una presidencia como la de Trump
La f¨®rmula del presidente alpino Mario Draghi aplicada en Catalu?a no es el Gobierno independentista, que ya ha demostrado su esterilidad y su capacidad divisiva
La f¨®rmula de Mario Draghi aplicada a Catalunya no ¨¦s el govern independentista, que ja ha demostrat la seva esterilitat i capacitat divisiva
Con las realidades paralelas, regresa la prueba diab¨®lica inquisitorial, que exige pruebas de inocencia en vez de pruebas de culpabilidad
Con Biden en la Casa Blanca, ahora pintan bastos para Bin Salm¨¢n
Mario Draghi, que prometi¨® hacer todo lo necesario (¡®wathever it takes¡¯) para salvar al euro, se propone ahora la reconstrucci¨®n de Italia
Es urgente, inaplazable. A pesar de la pandemia y del sufrimiento econ¨®mico. Trump no est¨¢ acabado
Estamos ante un ascenso de los extremos, con su correlato en la divisi¨®n en bloques estancos y sin pasarelas que imponen las l¨ªneas rojas
El problema ya no es Donald Trump, sino la recuperaci¨®n del Partido Republicano, ahora en manos de la extrema derecha supremacista
El Congreso ha exhibido el mecanismo republicano de control del ejecutivo, que marca la frontera con la tiran¨ªa, desenfundado solo en cuatro ocasiones, dos de ellas con Trump
Joe Biden, exactamente al rev¨¦s que Donald Trump, cuidar¨¢ a los amigos, exigir¨¢ a los socios y apretar¨¢ las tuercas a los enemigos
Son s¨®lidos los argumentos en favor de pasar p¨¢gina. La pandemia y la econom¨ªa aconsejan pol¨ªticas transversales que faciliten la aprobaci¨®n de los paquetes de est¨ªmulo
La ecuaci¨®n independentista es bien conocida y fue aplicada por el expresidente republicano de Estados Unidos: las elecciones solo ser¨¢n leg¨ªtimas y v¨¢lidas en caso de victoria
L¡¯equaci¨® independentista ¨¦s ben coneguda i va ser aplicada per l¡¯expresident republic¨¤: les eleccions nom¨¦s seran leg¨ªtimes i v¨¤lides en cas de vict¨°ria
Sin el magnate, la pandemia habr¨ªa sido menos mort¨ªfera y no tan severa econ¨®micamente, en Estados Unidos y en todo el mundo
Apenas ha pasado una semana y Estados Unidos ya ha regresado tras su larga e inquietante ausencia de cuatro a?os
¡®Desenchufado¡¯ Trump y sin portavoces mentirosos en la Casa Blanca, las realidades alternativas empiezan a cotizar a la baja
La batalla se traslada ahora a las filas republicanas. Entre quienes quieren recuperar el alma del partido y quienes quieren convertirlo en una formaci¨®n extremista y tribal
No es casualidad que se lo haya llevado electoralmente la pandemia. Uno y otra pertenecen a un mismo paquete hist¨®rico en el que se cierra un pasado y se define un futuro del que ignoramos casi todo