¡®Homo politicus¡¯
Los humanos vamos a menudo contra nuestros intereses y rechazamos arreglos que juzgamos vejatorios
Aplausos a S¨¢nchez, Casado y Rivera
S¨ª, PSOE, PP y Ciudadanos quieren gobernar a toda costa. Y, s¨ª, ese es el mejor ant¨ªdoto contra quienes se alimentan del desgobierno
Por qu¨¦ gana la nueva derecha
Los partidos tradicionales han menospreciado el cultivo de las virtudes cristianas o patri¨®ticas
Vox, en Casablanca
Lo que corre peligro con la rebeli¨®n de la nueva derecha en Europa no es la libertad, sino la igualdad
La hidra de Vox
Espa?a ha dejado de ser excepcional por la derecha, pero lo sigue siendo por la izquierda
Payasos gladiadores
Los pol¨ªticos de las democracias occidentales se est¨¢n volviendo m¨¢s radicales que sus votantes
Qui¨¦n debe ganar en Andaluc¨ªa
Dependiendo de la referencia, esta comunidad aut¨®noma es cola del le¨®n o cabeza del rat¨®n
Pelear en el barro
El denominador com¨²n de la nueva extrema derecha no es el racismo o el neofascismo, sino el nacional-populismo
Bancos de Halloween
La culpa del desaguisado del IAJD no es de unos jueces y pol¨ªticos sibilinos, sino patosos. No est¨¢n a las ¨®rdenes de los bancos, sino desorientados sobre c¨®mo regularlos
La provocaci¨®n m¨¢s antigua
Prohibir la prostituci¨®n env¨ªa una se?al a la ciudadan¨ªa de que la cosificaci¨®n de la mujer es reprobable. Los pa¨ªses que han abolido la compra de sexo no han padecido una epidemia de violaciones
Gobierno cochino
La sensaci¨®n es que el poder p¨²blico se ejerce para beneficio privado. Toca revertirlo
S¨ªntoma y causa
El deporte intelectual de moda es acusar a nuestros antagonistas ideol¨®gicos de destrozar los pa¨ªses que gobiernan. Pero la actividad sana para una democracia es reformar sus instituciones antes
Realismo m¨¢gico
S¨¢nchez promet¨ªa luchar contra los gigantes tecnol¨®gicos y financieros, pero ha preferido encararse con molinos m¨¢s humildes, como trabajadores y aut¨®nomos
La derecha se divorcia
En la era de los mensajes pol¨ªticos sencillos, ganar¨¢n los que sepan elaborar un discurso m¨¢s sofisticado
Obsesi¨®n punitiva
Unas penas m¨¢s suaves maximizan el porcentaje de cr¨ªmenes castigados y minimizan el porcentaje de criminales reincidentes
El supergobierno
La politizaci¨®n de las instituciones lleva tambi¨¦n a la inacci¨®n legislativa
Ley de los Fr¨ªvolos
La premisa fundamental de las democracias capitalistas es la competici¨®n justa
Amor impropio
Estos votantes optan por la ultraderecha porque, para empezar, se identifican m¨¢s con sus pol¨ªticos
M¨¢steres del absurdo
Las titulaciones VIP de la URJC son doblemente in¨²tiles: contribuyen a la espiral de ¡°titulitis¡± y son resultado de la vagancia y el conchabeo
El modelo sueco
Obsesionados con ignorar a la ultraderecha, los partidos tradicionales han ignorado tambi¨¦n a los potenciales votantes de esta
Vivimos en Matrix
Nos cuesta reconocer el progreso. Y la gran paradoja es que, mientras los datos nos indican que esta es la era de mayor prosperidad y paz de la historia, la percepci¨®n que tenemos es que atravesamos la ¨¦poca m¨¢s ¡°cr¨ªtica¡± y ¡°convulsa¡±
Por qu¨¦ interesa la pol¨ªtica
La discusi¨®n ayuda a sentirnos parte de la comunidad. La identidad colectiva se nutre de compartir relatos
Intransici¨®n
S¨®lo estaremos en paz con el pasado si, antes de nada, enfrentamos nuestros propios fantasmas
La gran batalla
La p¨¦rdida de independencia de una sociedad para poner en entredicho a sus gobernantes no es f¨¢cil de detectar
Soluci¨®n b¨¢sica universal
Los liberales cr¨ªticos argumentan que, con un sueldo asegurado, muchos individuos elegir¨ªan no trabajar
Voz oscura
Las declaraciones de los l¨ªderes del PP est¨¢n lejos todav¨ªa de las de la extrema derecha europea
Quin ¨¦s el problema?
Existeix un malestar estructural. Hi ha una fractura en l'opini¨® p¨²blica nacional sobre la descentralitzaci¨®
?Cu¨¢l es el problema?
Existe un malestar estructural. Hay una fractura en la opini¨®n p¨²blica nacional sobre la descentralizaci¨®n
?frica y el mundial
La selecci¨®n francesa es un bonito ideal de integraci¨®n, pero no un reflejo de la Francia presente
Las dos almas del PP
El destino natural del partido deber¨ªa ser el centro, pero los candidatos a dirigirlo no est¨¢n por la labor. Santamar¨ªa, por falta de ideolog¨ªa y Casado, por exceso
Televisi¨®n a la espa?ola
Tan peligrosa es una agencia p¨²blica pol¨ªticamente dependiente como una pol¨ªticamente irresponsable
Opositar a empresario
Los pol¨ªticos que se pasan al sector privado copan las portadas de los medios
El grito de la militancia
Si los partidos no imponen filtros, las primarias m¨¢s competitivas (con m¨¢s candidatos) ser¨¢n un terreno abonado para los contendientes m¨¢s intransigentes
Democracia de pl¨¢stico
La libertad nos lleg¨® por ces¨¢rea, pero cuando se reparten las notas, nuestro sistema sigue aprobando
Ceguera popular
En un escenario borroso y vol¨¢til, conviene marcar perfil y anclar tus promesas electorales en unas coordenadas ideol¨®gicas
La hora de los estoicos
En otras democracias no hay necesariamente m¨¢s consenso ni m¨¢s limpieza, pero s¨ª una aceptaci¨®n distinta del disenso y la suciedad
Asaltar los suelos
Pablo Iglesias es incapaz de rentabilizar su producto pol¨ªtico rompedor en un mercado en condiciones inmejorables
Prudencia
Con unos ojos tan vagos, toda Espa?a est¨¢ en la oscuridad
Espa?a y la muerte
Las palabras de Torra a largo de a?os conectan con lo peor de la historia: el supremacismo etnicista
Medir la justicia
Espa?a es, junto a Francia y Luxemburgo, el ¨²nico pa¨ªs en el que no existe una tasa judicial