Los 50 mejores libros de 2019
'Lluvia fina', de Luis Landero, se corona como la obra m¨¢s destacada en una votaci¨®n en la que han participado 60 cr¨ªticos y escritores
Lluvia fina, de Luis Landero, publicada en marzo y que ya est¨¢ siendo adaptada al teatro y a la televisi¨®n, se corona como la obra m¨¢s destacada de 2019 en una votaci¨®n en la que han participado 60 cr¨ªticos y escritores. Adem¨¢s, seis autores latinoamericanos escogen sus lecturas del a?o.
Aunque la capacidad fabuladora de Luis Landero no ha deca¨ªdo nunca desde la revelaci¨®n que supuso Juegos de la edad tard¨ªa (1989), hubo un momento en que pareci¨® mostrar s¨ªntomas de fatiga: as¨ª en El balc¨®n en invierno (2014), que comenz¨® como ficci¨®n y acab¨® como libro de memorias, espl¨¦ndido por otra parte. Enseguida volvi¨® Landero a la fabulaci¨®n pura con La vida negociable (2017), a la que ahora sigue Lluvia fina. Remite esta novela a su fascinante estreno literario. De ¨¦l proviene alguno de los personajes, que late aqu¨ª con otro nombre. Es el caso de Faroni ¡ªen realidad, personaje de un personaje¡ª, cuyo trasunto es el padre muerto evocado como un prestidigitador existencial, pues ¡°pod¨ªa pasar por embajador de la China, por lord ingl¨¦s, por sult¨¢n de la Gran Arabia, por patriarca gitano, por ciego o jorobado, por viejo pordiosero y hasta por dama de alta alcurnia¡±. Salvado esto, lo dem¨¢s es de nueva planta, empezando por que la novela tiene la estructura enjuta de un cuento, tensa y sin pacotilla de relleno, y siguiendo por su facultad de atribular al lector como si confluyeran en ella los esp¨ªritus de Dostoievski y de Kafka (o, vini¨¦ndonos a hoy, de Cristina Fern¨¢ndez Cubas, cuando provoca un rel¨¢mpago de horror en la grisura cotidiana).
Nada, sin embargo, induce a pensar en esa tribulaci¨®n si atendemos a su arranque argumental, banal hasta cierto punto: Gabriel, profesor con pujos de fil¨®sofo, convoca a su esposa y hermanas a un ¨¢gape familiar con motivo del ochenta aniversario de la madre. Esta queda retratada por los recuerdos infantiles de los hijos, nunca concordantes, como una mezcla de furia y de Casandra, profetisa de desgracias futuras, convencida como est¨¢ de que la alegr¨ªa trae mala suerte y que, seg¨²n reza Unamuno en un soneto memorable, ¡°toda vida a la postre es un fracaso¡±.
Las disensiones familiares frustran la celebraci¨®n del agasajo, pero bast¨® que Gabriel sacudiera el avispero para que se activara la m¨¢quina del espanto, y la calma de una familia convencional (o sea, moderadamente mal avenida) se viera trastornada hasta desembocar en el desastre. Por las resquebrajaduras de aquella normalidad afloran las malas yerbas, que se enredan entre s¨ª y forman una mara?a progresivamente m¨¢s tupida de resentimientos, sevicias, envidias, malquerencias, rencores. Junto a la madre y Gabriel, que oculta la zafiedad, acaso la maldad, tras las cubiertas de sus libros y su ret¨®rica de sofista, las aguas turbias del pasado terminan anegando el presente de los dem¨¢s: los dimes y diretes, las insidias y frustraciones de las hermanas, Sonia y Andrea; la baba moral del exmarido de la primera, Horacio, un monstruo l¨²brico de sonrisa obsequiosa. Cuanto sucede o sucedi¨® lo conocemos por las evocaciones cruzadas de los personajes, que ofrecen versiones distintas de un mismo acontecimiento, con lo que la verdad se escurre por las ranuras de las perspectivas m¨²ltiples. Receptora de las confidencias de todos es Aurora, la sensitiva esposa de Gabriel y ¨²nico personaje noble, que escucha y trata de comprender a cada uno, y por cuyas costuras revienta la cat¨¢strofe cuando ya no es capaz de metabolizar lo que le llega.
Estamos ante un relato magistral que muestra lo precario, y al cabo ficticio, de toda estabilidad. Basta escarbar en el pasado, en cualquier pasado, para que asomen su hocico la abyecci¨®n o la locura. No hay concordia sin secreto ni para¨ªso sin mentira, parece el desazonante corolario de la novela. El fanatismo de la sinceridad arrastra inexorablemente a la ruina. Esa constataci¨®n es m¨¢s angustiosa que el truculento desenlace: aunque es un final feroz, ya a?ade poco a la aflicci¨®n que se fue instalando en el lector mientras parec¨ªa que no suced¨ªa nada. Por ?ngel L. Prieto de Paula
2. Los errantes, Olga Tokarczuk. (Traducci¨®n de Agata Orzeszek. Anagrama)
Uf. Una rareza tejida con iron¨ªa, audacia y enciclopedismo. Un cofre de confesiones autobiogr¨¢ficas, apuntes de historia, an¨¦cdotas de viajes, relatos cl¨¢sicos. Tokarczuk ha creado un gabinete de curiosidades por donde desfilan los maor¨ªes, el viaje del coraz¨®n de Chopin de Par¨ªs a Varsovia, la Wikipedia, las compresas, la s¨²plica de Jos¨¦phine Soliman para que el emperador de Austria dejase de exhibir el cuerpo de su padre (negro y antiguo alto funcionario del r¨¦gimen) o la desesperaci¨®n de K¨²nich, que pierde a su esposa y a su hijo en el regreso de las vacaciones. Por este caleidoscopio literario se entrecruzan fragmentos dedicados a la psicolog¨ªa del viaje o a las reliquias que conforman Europa. Tokarczuk viaja y escribe desde la misma barricada: la b¨²squeda de lo radical y lo aut¨¦ntico. Por Tereixa Constenla
3. Desierto sonoro, Valeria Luiselli. (Traducci¨®n de Daniel Salda?a Par¨ªs y Valeria Luiselli. Sexto Piso)
El desierto y los espejismos entre realidad y ficci¨®n. Un viaje en carretera por el sur de Estados Unidos, padre, madre y dos ni?os. Largas horas y calor, escuchando las conversaciones de los mayores, de esa pareja en proceso de descomposici¨®n, en la que asoman esos otros ni?os, los peque?os migrantes que cruzan la frontera. Hay una historia ¨ªntima y familiar, y otra de un narrador desconocido casi como si fuera un reportaje, que se va oyendo hasta que todo converge. Construida con esmero e inteligencia, la forma h¨ªbrida y m¨²ltiple a la que llega Luiselli no enfr¨ªa ni resta emoci¨®n a la trama, sino que la magnifica, cruzando fronteras narrativas y f¨ªsicas, demostrando que todo est¨¢ cerca y lejos, a?adiendo capas, ecos y conmovedoras distancias. Por Andrea Aguilar
4. Tiempos recios, Mario Vargas Llosa. (Alfaguara)
La capacidad para apuntar a un objetivo, se?alarlo desde distintos ¨¢ngulos y finalmente elevar el foco hasta sacar la mejor fotograf¨ªa posible es justamente la que ha exhibido Vargas Llosa en Tiempos recios. El objetivo es a primera vista la intentona democr¨¢tica del presidente ?rbenz en la Guatemala de los cincuenta, pero en realidad, a medida que ese foco se va alzando hasta iluminar el contexto, comprobamos que el objetivo es mucho mayor: es la injerencia de EE UU en la regi¨®n, la demolici¨®n de la soberan¨ªa aun antes de nacer y la perversi¨®n del poder de la mano de quienes convierten el abuso del mismo en m¨¦rito. Por todo ello no es solo un libro, es una huella. Por Berna Gonz¨¢lez Harbour
5. Tiempo de magos, Wolfram Eilenberger. (Traducci¨®n de Joaqu¨ªn Chamorro Mielke. Taurus)
Al final de la Primera Guerra Mundial, en 1919, cuatro fil¨®sofos cambiaron la forma en que pensamos y, por lo tanto, la forma en que miramos el mundo. El periodista y fil¨®sofo alem¨¢n Wolfram Eilenberger construye un libro apasionante sobre estas cuatro figuras ¡ªLudwig Wittgenstein, Walter Benjamin, Martin Heidegger y Ernst Cassirer¡ª y, a la vez, sobre los a?os veinte en Alemania, un momento de libertad furiosa, pero en el que, a la vez, se estaba fraguando el monstruo del nazismo. Pocas veces un libro de filosof¨ªa logra esta dif¨ªcil mezcla de divulgaci¨®n y profundidad. Por Guillermo Altares
6. Cambiar de idea, Aixa de la Cruz. (Caballo de Troya)
La ola feminista que ha sacudido la narrativa espa?ola de los ¨²ltimos a?os tiene en este libro de Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988) uno de sus grandes hitos. Narraci¨®n, memoria y reflexi¨®n se a¨²nan para producir un auto?an¨¢lisis implacable que responde perfectamente a la cita de la Mala Rodr¨ªguez que lo abre (en canal): ¡°Nada puede ser tan malo / como eso que hicimos y nunca recordamos, / como eso que nos hicieron y nunca perdonamos¡±. Cuando esa necesaria ola empiece a producir ¡ªya hay s¨ªntomas¡ª su propio costumbrismo habr¨¢ que volver a Cambiar de idea para comprobar que, sin revoluci¨®n formal, no hay revoluci¨®n tem¨¢tica que valga. Por J. Rodr¨ªguez Marcos
7. La isla de los conejos, Elvira Navarro. (Literatura Random House)
La isla de los conejos es una colecci¨®n de 11 relatos en la que Elvira Navarro trabaja el g¨¦nero fant¨¢stico para mostrarnos la cara siniestra de la realidad, aquello que preferir¨ªamos no ver (la fealdad, lo demencial, lo monstruoso, lo repugnante¡). En cada cuento desarrolla situaciones desconcertantes y personajes originales e impredecibles. Recrea, con un estilo riguroso y un lenguaje extremadamente preciso, atm¨®sferas densas y asfixiantes. A pesar del desasosiego que genera la lectura, Navarro deja espacio tambi¨¦n para un peculiar sentido del humor (negro, sin duda) y una mirada no exenta de ternura. Por Edurne Portela
8. El sue?o de una lengua com¨²n, Adrienne Rich. (Traducci¨®n de Patricia Gonzalo de Jes¨²s. Sexto Piso)
Los a?os setenta encuentran a Adrienne Rich en su plenitud: escribe sus ensayos feministas m¨¢s sagaces, adem¨¢s de esta obra maestra, traducida con precisi¨®n por la poeta Patricia Gonzalo de Jes¨²s. Rich arriesga ¡°una voz que ya no es personal¡±, sino un plural femenino que desteje la opresiva trama de ¡°nuestras intimidades¡±. Dignifica lo ¡°concreto y eterno¡±. Y escribe algunos de los m¨¢s l¨²cidos poemas de amor y desamor (de dos mujeres no j¨®venes que deben compensar ¡°los a?os sin conocernos¡±) del siglo XX. Por Carlos Pardo
9. Emilia Pardo Baz¨¢n, Isabel Burdiel. (Taurus)
Que no le intimide este volumen de 750 p¨¢ginas sobre Emilia Pardo Baz¨¢n, pues aqu¨ª no hay solo biograf¨ªa o un hilar sobre obra y ¨¦poca de una de las grandes novelistas del XIX. La inteligente y hermosa letra de Isabel Burdiel alumbra sobre la singular personalidad de la escritora y nos hace recorrer el territorio de sus m¨²ltiples ambivalencias. Dice Burdiel: ¡°En el plano largo es un personaje de una pieza. En el plano corto, un rompecabezas¡±. Y as¨ª es, y qu¨¦ bien nos lo cuenta. Por Mar¨ªa Jos¨¦ Obiol
10. El colgajo, Philippe Lan?on. (Traducci¨®n de Juan de Sola. Anagrama)
La cara la tiene pegada al suelo por la sangre; lo percibe, luego no est¨¢ muerto del todo; empieza, en la dantesca redacci¨®n de Charlie Hebdo tras el atentado del 7 de enero de 2015, el proceso de sobrevivir. La reconstrucci¨®n de la cara del periodista es tambi¨¦n la de su esencia. Mezcla de cr¨®nica y memoria, 200 d¨ªas de hospital y 18 operaciones permiten recoserse a trav¨¦s de recuerdos y vivencias con familiares, polic¨ªas, enfermeras¡ Bach y Kafka, olvidados, resucitan. S¨ª, la escritura (si es envolvente, directa, sincera) a¨²n salva. Por Carles Geli
11. Jard¨ªn Gulbenkian, Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias. (Visor)
En 1997 Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias public¨® su obra maestra ¡ªEsto es mi cuerpo¡ª y se consagr¨® como uno de los grandes poetas de la generaci¨®n de los noventa. Su nuevo libro ¡ªm¨¢s asc¨¦tico que celebratorio, m¨¢s cerca del jard¨ªn que de la biblioteca o la discoteca¡ª confirma la excelencia de una voz que ha sabido ser moderno ¡ªy hasta posmoderno¡ª sin olvidar las ense?anzas del mundo cl¨¢sico.
12. La ¨²nica historia, Julian Barnes. (Traducci¨®n de Jaime Zulaika. Anagrama)
Dotado de un fino pero eficaz sentido del humor, Julian Barnes (Leicester, 1946) pertenece a una prodigiosa generaci¨®n de escritores brit¨¢nicos (tambi¨¦n aparece en esta lista otro representante, Ian McEwan). Ambientada en los a?os sesenta, su nueva novela relata la relaci¨®n entre un hombre de 19 a?os y una mujer de 48. Barnes reflexiona sobre el amor y el sexo y se muestra, sobre todo, como un sutil y eficaz narrador.
13. Capital e ideolog¨ªa, Thomas Piketty. (Traducci¨®n de Daniel Fuentes. Deusto)
El economista franc¨¦s Thomas Picketty (Clichy, 1971) puso la desigualdad en el centro del debate social con su anterior libro, El capital en el siglo XXI, que se convirti¨® en un sorprendente best seller mundial. Su siguiente libro, que tambi¨¦n supera las mil p¨¢ginas, ha representado otro aldabonazo en la conciencia occidental y ha logrado muchos m¨¢s lectores de lo habitual para una obra cient¨ªfica de este tipo.
14. Iluminada, Mary Karr. (Traducci¨®n de Regina L¨®pez Mu?oz. Errata Naturae y Perif¨¦rica)
La tejana Mary Karr (Groves, 1955) revolucion¨® la escritura autobiogr¨¢fica con El club de los mentirosos y culmin¨® esa revoluci¨®n con Iluminada, una historia sobre el matrimonio, la maternidad y el alcoholismo en el que la autora se analiza a s¨ª misma sin perder el sentido del humor aunque a veces pierda la consciencia.
15. Nuestra parte de noche, Mariana Enriquez. (Anagrama)
Mariana Enriquez, argentina de 46 a?os, demuestra en esta novela, con la que gan¨® el Premio Herralde, que el g¨¦nero fant¨¢stico puede ser el retrato m¨¢s fiel de una realidad monstruosa.
16. Un coraz¨®n demasiado grande, Eider Rodr¨ªguez. (Literatura Random House)
Autora clave en la literatura reciente en euskera, Eider Rodr¨ªguez (Renter¨ªa, 1977) se ha revelado a los lectores en castellano con este libro de relatos en el que lo familiar y lo cotidiano tienen siempre un reverso desasosegante.
17. Ma?ana tendremos otros nombres, Patricio Pron. (Alfaguara)
La demostraci¨®n de que una nueva realidad produce tarde o temprano una nueva literatura es esta novela ¡ªpremio Alfaguara¡ª que cuenta el modo en que una aplicaci¨®n como Tinder moldea las relaciones amorosas. El tema m¨¢s viejo del mundo deja de serlo cuando hay por medio un tel¨¦fono m¨®vil.
18. Lejos de Kakania, Carlos Pardo. (Perif¨¦rica)
Kakania era el nombre con el que Robert Musil defin¨ªa al Imperio Austroh¨²ngaro y es tambi¨¦n el espacio que recorren los protagonistas de esta novela, el propio Carlos Pardo (Madrid, 44 a?os) y su amigo Virgilio. Sorprendente, provocador, divertido, experimental (una parte est¨¢ escrito en verso y otra en prosa), este libro representa un retrato ¨¢cido y a la vez c¨¢lido de la amistad y del mundo po¨¦tico espa?ol.
19. M¨¢quinas como yo, Ian McEwan. (Traducci¨®n de Jes¨²s Zulaika Goicoechea. Anagrama)
Pocos narradores han tocado tantos y tan diferentes en sus novelas como el brit¨¢nico Ian McEwan (Aldershot, 1948), que ha ido construyendo a lo largo de las d¨¦cadas que viaja por diferentes d¨¦cadas y escenarios para construir un profundo relato de la condici¨®n humana. Su ¨²ltimo libro transcurre en un Londres dist¨®pico poblados por seres humanos sint¨¦ticos.
20. Recuerdos del futuro, Siri Hustvedt. (Traducci¨®n de Aurora Echevarr¨ªa P¨¦rez. Seix Barral)
Ganadora del premio Princesa de Asturias de las Letras, Siri Hustvedt (Minnesota, 1955) traza en este libro el relato de sus a?os de formaci¨®n y de su llegada a Nueva York con un estilo absorbente y reivindicativo.
21. Teatro, Henrik Ibsen. (Traducci¨®n de Cristina G¨®mez-Baggethun. N¨®rdica)
22. Cuentos completos, Mario Levrero. (Literatura Random House)
23. Terra Alta, Javier Cercas. (Planeta)
24. Hambruna roja, Anne Applebaum. (Traducci¨®n de Nerea Arando Sastre. Debate)
25. El naufragio de las civilizaciones, Amin Maalouf. (Traducci¨®n de Mar¨ªa Teresa Gallego. Alianza)
26. Fin. Mi lucha: 6, Karl Ove Knausg?rd. (Traducci¨®n de Kirsti Baggethun y Asunci¨®n Lorenzo. Anagrama)
27. El arte m¨¢gico, Andr¨¦ Breton. (Traducci¨®n de Mauro Armi?o. Atalanta)
28. Testamento de juventud, Vera Brittain. (Traducci¨®n de Regina L¨®pez Mu?oz. Perif¨¦rica / Errata Naturae)
29. Cometierra, Dolores Reyes. (Sigilo)
30. Un apartamento en Urano, Paul B. Preciado. (Anagrama)
31. Canto yo y la monta?a baila, Irene Sol¨¤. (Traducci¨®n de Concha Carde?oso S¨¢enz de Miera. Anagrama)
32. El negociado del yin y el yang, Eduardo Mendoza. (Seix Barral)
33. Javier Pradera o el poder de la izquierda, Jordi Gracia. (Anagrama)
34. Una odisea, Daniel Mendelsohn. (Traducci¨®n de Ram¨®n Buenaventura. Anagrama)
35. Espa?a. Un relato de grandeza y odio, Jos¨¦ Varela Ortega. (Espasa)
36. Las lealtades, Delphine de Vigan. (Traducci¨®n de Javier Albi?ana Serra¨ªn. Anagrama)
37. La mente de los justos, Jonathan Haidt. (Traducci¨®n de Antonio Garc¨ªa Maldonado. Deusto)
38. Los testamentos, Margaret Atwood. (Traducci¨®n de Eugenia V¨¢zquez Nacarino. Salamandra)
39. Sidi. Un relato de frontera, Arturo P¨¦rez-Reverte. (Alfaguara)
40. El coraz¨®n de Inglaterra, Jonathan Coe. (Traducci¨®n de Mauricio Bach. Anagrama)
41. Vivir abajo, Gustavo Faver¨®n Patriau. (Candaya)
42. Cuentos completos, Hebe Uhart. (Adriana Hidalgo Editora)
43. D¨ªas temibles, A. M. Homes. (Traducci¨®n de Andr¨¦s Barba. Anagrama)
44. Seguir con el problema, Donna J. Haraway. (Traducci¨®n de Helen Torres Consonni)
45. Tus pasos en la escalera, Antonio Mu?oz Molina. (Seix Barral)
46. La ladrona de fruta, Peter Handke. (Traducci¨®n de Anna Montan¨¦. Alianza)
47. La suerte de Omensetter, William H. Gass. (Traducci¨®n de Ce Santiago. La Navaja Suiza)
48. Una leve exageraci¨®n, Adam Zagajewski. (Traducci¨®n de Anna Rubi¨® Rod¨®n y Jerzy S?awomirski. Acantilado).
49. La biblioteca en llamas, Susan Orlean. (Traducci¨®n de Juan Trejo. Temas de Hoy)
50. Churchill, Andrew Roberts. (Traducci¨®n de Tom¨¢s Fern¨¢ndez A¨²z Cr¨ªtica)
Seis visiones desde Am¨¦rica Latina
Mariana Enr¨ªquez. La primera novela de Camila Sosa Villada cuenta la infancia de una mujer travesti y su primera juventud, cuando reparte su tiempo entre la universidad y la prostituci¨®n. La potencia pol¨ªtica de Las malas (Tusquets) es inescapable y es igual de poderosa su escritura: algo de cuento de hadas, mucho de realismo visceral, tant¨ªsimo de poes¨ªa. Entre Lemebel, Lorca y Carson McCullers; hay personajes retratados con ternura y sin concesiones, hay crueldad, cuerpos que resisten y aman, fiesta, deseo y terror.
Juan Gabriel V¨¢squez. Valeria Luiselli ha inventado el lugar perfecto para que confluyan las virtudes de sus libros anteriores, del feroz virtuosismo formal a la clarividencia ¨¦tica. Desierto sonoro (Sexto Piso), escrito originalmente en un ingl¨¦s de recursos desbocados, cuenta el viaje de una familia de Nueva York a Arizona. La pareja se resquebraja sobre el fondo noticioso de los ni?os migrantes separados de sus padres y privados de libertad, con lo cual la ¨ªntima cat¨¢strofe de unos amantes es el eco de la debacle moral de un pa¨ªs.
Frank B¨¢ez. El 30 de julio de 1971, 38 presas pol¨ªticas menores de 25 a?os se escaparon por las cloacas de un penal de Montevideo. Este hecho est¨¢ considerado como la mayor fuga de una c¨¢rcel de mujeres de la historia. En 38 estrellas (Seix Barral), Josefina Licitra rescata este episodio y nos lo devuelve con toda la pasi¨®n y el sentido de aventura con que fue vivido. Armado con la destreza y la maestr¨ªa de una novela policiaca, este es el retrato de unas luchadoras feministas que quisieron cambiar el mundo. El talento de Licitra es inmenso y este es sin duda su mejor libro.
Igor Barreto. Los autoritarismos, sean o no del siglo XXI, est¨¢n empe?ados en agravar la tradici¨®n de la amnesia que Derek Walcott dec¨ªa que estaba en el origen de Latinoam¨¦rica; pero a contracorriente de estos "olvidos", la editorial Pre-Textos, en su colecci¨®n La Cruz del Sur, public¨® bajo el t¨ªtulo de Rasgos comunes una antolog¨ªa de la poes¨ªa venezolana del siglo XX. Los autores de esta reinvenci¨®n de pa¨ªs fueron los escritores (y cr¨ªticos) Antonio L¨®pez Ortega, Miguel Gomes y Gina Saraceni. Retejieron una trama de parentescos con los mejores poemas venezolanos.
Liliana Colanzi. En Las homicidas (Lumen), Alia Trabucco se sumerge en los casos de cuatro mujeres asesinas que escandalizaron a la sociedad chilena del siglo XX. Trabucco argumenta que no fueron juzgadas solo por sus cr¨ªmenes, sino por transgredir las reglas de c¨®mo debe ser una mujer: la prensa escudri?¨® sus infidelidades, su ausencia de emociones, sus matrimonios fallidos, sus rasgos "masculinos", su condici¨®n de "destructoras de familias". A un excelente trabajo de archivo, Trabucco a?ade su diario de la investigaci¨®n. Un libro escabroso, inteligente, necesario.
Brenda Navarro. Daniela Rea y Pablo Ferri han publicado un libro que contiene dentro de s¨ª dos miradas: la de ellos como periodistas y la de diversos soldados que dan testimonio a la pregunta de por qu¨¦ mata un soldado. La tropa (Random House, 2019), es un libro clave para iniciar una conversaci¨®n sobre lo que sucede actualmente en Am¨¦rica Latina: el poder del ej¨¦rcito como aparato represor de la ciudadan¨ªa y la necesidad de mirar el monstruo que lejos de separarnos de la maldad, nos une. Un libro que da pie a que podamos empezar a narrarnos desde otro punto de vista.
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