Irene Montero: ¡°Igual que hay un Sistema Nacional de Salud, tiene que haber un sistema estatal de cuidados¡±
La ministra de Igualdad llega al 8-M con cuatro leyes en marcha, la divisi¨®n del movimiento feminista y las carencias que ha dejado ver la pandemia en cuanto a los cuidados y la corresponsabilidad
Llega del Congreso casi corriendo, se escuchan los pasos de Irene Montero entrando al Ministerio de Igualdad. Se acaba de anunciar la entrega de material militar ofensivo a la resistencia ucrania y la ministra apunta, antes de comenzar esta entrevista, a v¨ªas diplom¨¢ticas para la paz y a que perspectiva de g¨¦nero en la guerra significa entender las consecuencias que en un conflicto b¨¦lico sufren las mujeres, las ni?as y los ni?os. Son la mayor¨ªa de los 1,2 millones de personas que ya han tenido que salir de Ucrania. Despu¨¦s, habla de c¨®mo se llega este a?o al 8-M, con cuatro leyes pendientes en diferentes puntos de tramitaci¨®n, con un movimiento feminista dividido y con las carencias que ha dejado ver la pandemia en cuanto a los cuidados y la corresponsabilidad.
Pregunta. De crisis en crisis, la pandemia, ?qu¨¦ ha dejado?
Respuesta. Una important¨ªsima lecci¨®n: que en los momentos dif¨ªciles solo nos salva lo com¨²n. El fortalecimiento y la protecci¨®n de los servicios p¨²blicos, el respeto, el cuidado. Y que el discurso de todos aquellos que dicen que la vida consiste en pisar o mirar con desconfianza al de al lado, que es lo que propone la extrema derecha, es una mentira.
P. ?Ha hecho visible alguna carencia que pasara inadvertida?
R. Enormes, en cuanto a la forma de organizaci¨®n de la econom¨ªa y de la vida de la sociedad. Limpiar, hacer la compra y la comida, ocuparse del cuidado de ni?os, ni?as y personas mayores. Son imprescindibles para la vida, incluso cuando el pa¨ªs est¨¢ parado, son las ¨²nicas que no pueden dejar de hacerse. Y, sin embargo, nuestra econom¨ªa, nuestras pol¨ªticas p¨²blicas y nuestra forma de organizar la sociedad han estado completamente de espaldas a esa realidad y han dejado recaer esas tareas mayoritariamente en los hombros de las mujeres.
P. ?Entonces?
R. Es momento de entender y asumir por parte del Estado que, igual que hay un Sistema Nacional de Salud o Educaci¨®n, tiene que haber un sistema estatal de cuidados que se haga corresponsable de la realizaci¨®n de esas tareas para que no sigan recayendo sobre los hombros de las mujeres. Y no me olvido de las consecuencias del confinamiento para las mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero que han tenido que vivir 24 horas encerradas en sus casas. Imaginemos los peores momentos del confinamiento. Lo que para todas era el ¨²nico lugar seguro, la casa, para las mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero no lo era.
P. Despu¨¦s de esos dos a?os de pandemia, el movimiento feminista acude dividido a este 8-M. ?C¨®mo valora esa divisi¨®n?
R. Es verdad que en Madrid, y en muchas otras ciudades, hay dos movilizaciones. El movimiento feminista siempre se expresa en su diversidad. Cuando, adem¨¢s de mujer, eres una mujer que no tiene una situaci¨®n administrativa regular, eres una mujer migrante, pobre, trans, tienes muchas m¨¢s fuentes de discriminaci¨®n. El Estado tiene que ocuparse y hacerse corresponsable de revertir esas vulneraciones de derechos y el feminismo tiene las respuestas a las preguntas que se hace nuestra sociedad.
P. Acaba de hablar de las mujeres trans, una de las cuestiones que divide al movimiento. ?Cree que la poblaci¨®n, en general, est¨¢ en ese debate?
R. Nuestra sociedad es enormemente consciente, y todas las encuestas a nivel europeo y en Espa?a as¨ª lo revelan, de que los derechos de las personas trans son derechos humanos y, por tanto, la obligaci¨®n del Gobierno es garantizarlos. Eso es un ampl¨ªsimo consenso a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Las personas trans estaban especialmente invisibilizadas y sufren especialmente las vulneraciones de derechos, en el acceso a una vivienda o al trabajo. Creo que esa es la gran propuesta que el feminismo est¨¢ haciendo.
P. ?Cu¨¢l?
R. Que podemos construir una forma de organizar nuestra sociedad y nuestra econom¨ªa, que por supuesto tiene como protagonistas a las mujeres, que somos m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n y que sufrimos vulneraciones de derechos de forma estructural por el hecho de ser mujeres, pero que garantiza tambi¨¦n servicios p¨²blicos para todos y para todas.
P. ?Para todo el mundo?
R. El patriarcado, el machismo, tambi¨¦n impone a los hombres una sola forma posible de ser hombre y castiga a todos los que no cumplen con ese estereotipo. Y maric¨®n y nenaza son palabras que se usan muy recurrentemente para describir a aquellos hombres que no cumplen con el patr¨®n de la masculinidad. El feminismo es la ¨²nica condici¨®n de posibilidad para que todo el mundo, tambi¨¦n los hombres, pueda ser quien es, sin miedo y sin culpa, y desarrolle su proyecto de vida sin responder a un estereotipo muy duro y muy preciso, que al final est¨¢ haciendo que mucha gente no sea feliz. Todo el mundo tiene que poder ser quien es.
P. ?Hasta qu¨¦ punto pudo anticipar que el rechazo al movimiento feminista iba a ser una bandera tan movilizadora de la extrema derecha?
R. Siempre lo ha sido. Si miramos, por ejemplo, las alianzas financieras entre Putin y la extrema derecha, uno de los principales elementos que les une es el ataque a los derechos de las mujeres. Los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI han sido siempre un elemento de ataque central en los proyectos autoritarios, antidemocr¨¢ticos. Precisamente porque la calidad de una democracia se mide en la capacidad que tiene esa sociedad para garantizar hasta el ¨²ltimo derecho de la mujer m¨¢s vulnerable, precisamente porque feminismo es democracia.
P. Los derechos. Este a?o hay mucha legislaci¨®n pendiente. Comencemos con la ley del aborto. ?C¨®mo va la negociaci¨®n?
R. Prefiero ser prudente. Est¨¢ yendo bien en el seno del Gobierno y esperamos que cuanto antes podamos tener una propuesta que llevar al Consejo de Ministros.
P. Una de las claves es la objeci¨®n de conciencia. ?Servir¨¢ finalmente como modelo la ley de eutanasia?
R. S¨ª. El problema que tenemos en Espa?a es que el derecho al aborto no se est¨¢ haciendo efectivo para muchas mujeres. Hay comunidades como Madrid, Extremadura o Castilla-La Mancha donde no se ha notificado la pr¨¢ctica de interrupciones voluntarias del embarazo y, sin embargo, s¨ª hay mujeres que lo han solicitado. Eso quiere decir que ahora mismo hay mujeres que tienen que desplazarse de sus comunidades aut¨®nomas, a veces cientos de kil¨®metros. Piensen en una mujer que tenga un trabajo precario, que a lo mejor tiene que pedir uno o dos d¨ªas en el trabajo para abortar y que a lo mejor puede perder el empleo a consecuencia de ello y tiene que tomar esa decisi¨®n. Por tanto, el objetivo de esta ley va a ser garantizar ese derecho de forma efectiva. Eso exige que en todos los hospitales de la red p¨²blica espa?ola se puedan practicar interrupciones voluntarias del embarazo, cumpliendo de forma escrupulosa el derecho a la objeci¨®n de conciencia, que es un derecho constitucional.
P. Eliminar los actuales tres d¨ªas de reflexi¨®n obligatorios y la bajada a los 16 a?os para poder abortar sin consentimiento de madres y padres, ?se da por hecho?
R. Son ampl¨ªsimos consensos en el seno del Gobierno, en el movimiento feminista y en la sociedad.
P. ?Y la educaci¨®n sexual?
R. Fundamental. No tenemos mejor forma de combatir el machismo y de construir una sociedad feminista que desde las edades m¨¢s tempranas, educando en cosas tan sencillas como que la violencia contra las mujeres es una violaci¨®n de los derechos humanos, que tenemos el derecho a disfrutar de nuestra sexualidad libremente. Que las relaciones sexuales tienen que estar basadas en el consentimiento, que mirarle el m¨®vil a tu pareja no est¨¢ bien y es una forma de violencia controlar con qui¨¦n sale o cu¨¢ndo. Y esa educaci¨®n tiene que ser por tanto obligatoria, porque adem¨¢s es un derecho reconocido internacionalmente. Sea cual sea su familia, incluso aunque su familia no est¨¦ de acuerdo, es un derecho de los ni?os y de las ni?as saber que son libres, que son iguales y que tienen que crecer en igualdad.
P. Se habla mucho de educaci¨®n afectivo sexual y en la pr¨¢ctica no sucede. ?Es factible?
R. Haciendo que sea obligatoria en todas las etapas educativas, pero, efectivamente, no es una cuesti¨®n que pueda solo garantizarse a trav¨¦s de un marco legislativo. Es fundamental que exista ese paraguas, pero adem¨¢s hay todo un trabajo del conjunto de la sociedad, tambi¨¦n de los medios de comunicaci¨®n, de series y pel¨ªculas, y a lo largo de toda la vida.
P. La sexualidad nos lleva a la que se conoce como la ley del solo s¨ª es s¨ª.
R. A la Ley de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual creo que le quedan pocas semanas de tramitaci¨®n y que en este periodo de sesiones podremos verla aprobada. Pondr¨¢ el consentimiento en el centro para que a partir de ahora no sea necesario que exista violencia o intimidaci¨®n para que hablemos de una agresi¨®n sexual, sino que si no hay consentimiento, hablaremos siempre de violencia. Y eso es un cambio de paradigma en el C¨®digo Penal, pero tambi¨¦n en la forma de comprender nuestras relaciones para avanzar hacia una sociedad donde las relaciones en todos los sentidos, particularmente las que se dan entre hombres y mujeres, est¨¦n basadas en los buenos tratos.
P. ?Qu¨¦ cifras manejan?
R. Los datos de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer son desgarradores. Una de cada dos mujeres en nuestro pa¨ªs ha sufrido en alg¨²n momento alg¨²n tipo de violencia sexual. Por tanto, hay una carga muy importante de lucha, de prevenci¨®n, de detecci¨®n precoz.
P. ?Y en cuanto a la violencia que no se denuncia?
R. Los datos son de nuevo aterradores, por encima del 80% las que deciden no denunciar, que no sienten que haya puertas institucionales seguras. Y eso es una tarea que tenemos la obligaci¨®n de revertir cuanto antes. Lanzar el mensaje a todas las mujeres de que ante cualquier tipo de violencia sexual, las instituciones son un lugar seguro al que acudir y que hay centros especializados de atenci¨®n.
P. Los centros de crisis.
R. S¨ª, 52, uno por provincia o ciudad aut¨®noma, para que todas las mujeres, tambi¨¦n las v¨ªctimas de explotaci¨®n sexual, tengan cerca del sitio en el que viven un centro de atenci¨®n especializada abierto 24 horas para que ante cualquier violencia sexual puedan ser atendidas.
P. ?En qu¨¦ proceso est¨¢n?
R. En desarrollo, este es un trabajo que estamos haciendo con las comunidades aut¨®nomas con los fondos europeos.
P. Acaba de referirse a las v¨ªctimas de explotaci¨®n sexual, ?c¨®mo va la ley de trata?
R. Estamos en negociaci¨®n todav¨ªa en el seno del Gobierno y, de nuevo, esperemos que salga lo antes posible.
P. ?Podr¨ªa aterrizarnos algo? Las mujeres en esa situaci¨®n, por ejemplo, tienen miedo por ellas y por sus familias, ?tiene mecanismos esta normativa para cubrir ese contexto que las rodea?
R. Por supuesto, hay cuestiones prioritarias. La primera es la garant¨ªa de los derechos de esas mujeres a la atenci¨®n integral y a la reparaci¨®n, sin necesidad de que pongan denuncia, porque son v¨ªctimas de violencia contra las mujeres. Y luego, una realidad ineludible: la inmensa mayor¨ªa est¨¢ en una situaci¨®n administrativa irregular y, por tanto, tienen enormes dificultades para acceder a los derechos que tienen ya reconocidos, y ya no digamos a los que tenemos que reconocer con esta ley.
P. ?Por ejemplo?
R. Una mujer que est¨¢ en situaci¨®n administrativa irregular no puede abrir una cuenta corriente, por lo que acceder al derecho a la vivienda, a un empleo, a un itinerario de inserci¨®n sociolaboral, se ve enormemente complicado. Tambi¨¦n escolarizar a sus hijos e hijas y su protecci¨®n. Y hay una cuesti¨®n m¨¢s, que es la primera vez que va a llevarse a cabo en nuestro pa¨ªs, que el Estado garantice itinerarios y medidas de inserci¨®n sociolaboral para las mujeres que son v¨ªctimas de trata y de explotaci¨®n sexual. En muy poquito tiempo estamos en disposici¨®n de lanzar ese primer plan de inserci¨®n.
P. ?Y la industria?
R. Es el segundo pilar, la persecuci¨®n de la impunidad de la industria proxeneta, que mueve cinco millones de euros al d¨ªa en dinero negro, seg¨²n datos de la Fiscal¨ªa General del Estado. Ya hay cuestiones avanzadas.
P. ?Qu¨¦ pasa con las menores? ?Y con la tercer¨ªa locativa y los puteros?
R. En cuanto a ni?as y adolescentes, el Gobierno ha hecho enormes esfuerzos en la ley de lucha contra todas las formas de violencia en la infancia que se aprob¨® el pasado verano, en la Ley de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual, y ahora con esta normativa. Trabajamos en estrecha coordinaci¨®n con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y tambi¨¦n con las comunidades para desplegar un plan de choque con medidas espec¨ªficas. Con respecto a la tercer¨ªa locativa y el proxenetismo no coactivo, que elimin¨® el Partido Socialista del C¨®digo Penal, son las dos propuestas que llevamos en la ley de libertad sexual. La posici¨®n del ministerio, del Gobierno, est¨¢ clara: recuperar ambas figuras es esencial para acabar con la impunidad de la industria proxeneta. Y sobre los puteros, los diferentes organismos internacionales plantean la necesidad de desincentivar la demanda como uno de los ejes m¨¢s importantes en los que trabajar. Esos mismos organismos nos hablan claramente de que las medidas m¨¢s eficaces tienen que ver con la sensibilizaci¨®n y con la prevenci¨®n. En nuestro pa¨ªs ya es posible multar a los puteros desde la aprobaci¨®n de la Ley de Seguridad Ciudadana. Es una competencia que tienen los ayuntamientos y que no est¨¢ siendo todo lo eficaz que podr¨ªa ser.
P. La ¨²ltima ley pendiente, la conocida como ley trans. ?Saben algo de su evoluci¨®n en el Consejo General del Poder Judicial?
R. Tienen ahora que emitir el informe, saben que es un informe preceptivo, no vinculante, pero deseando que lo hagan para continuar la tramitaci¨®n.
P. ?ltimo bloque: los cuidados. ?Puede contar algo muy concreto que vaya a suceder este a?o y ayude realmente a las familias a conciliar?
R. El Plan Corresponsables: 200 millones de euros del a?o 2021 y 200 [millones] de 2022. Este a?o ya hemos dado la orden para la transferencia de esos fondos a las comunidades. Est¨¢ enfocado a garantizar que las familias y particularmente las mujeres, que son las que m¨¢s asumen las tareas de cuidados, tengan espacios p¨²blicos y servicios p¨²blicos disponibles fuera del horario escolar para poder dejar a sus hijos e hijas. Y muy importante, no vinculado al trabajo de las mujeres. Es decir, no solamente van a poder hacer uso de esos servicios si tienen que ir a trabajar, tambi¨¦n si tienen que ir al m¨¦dico, o cualquier otra cosa que quieran hacer. El reparto de la riqueza, de los cuidados y del tiempo.
P. Hablamos de econom¨ªa.
R. Por supuesto, tenemos que hablar de fiscalidad. El Estado tiene que hacerse corresponsable de las tareas de cuidados, tener capacidad econ¨®mica para hacerlo. Ah¨ª est¨¢ la fiscalidad progresiva, donde quien m¨¢s tiene, m¨¢s aporta, por tanto, donde se entiende el Estado con un rol de reparto y redistribuci¨®n. Eso es una propuesta fiscal feminista y hay otros sistemas. El nuestro tiene mucho camino que recorrer.
P. ?Alguna mejora en el plan respecto a 2021?
R. S¨ª, este a?o se podr¨¢ financiar y apoyar el trabajo que est¨¢n haciendo las asociaciones de familias (AFA) en los centros educativos. Muchas veces las herramientas de conciliaci¨®n que las familias se encuentran a disposici¨®n son las actividades fuera del horario estrictamente escolar que organizan las asociaciones de familias.
P. Se nos acaba el tiempo.
R. S¨ª, me tengo que ir corriendo. El tiempo, el tiempo. Pues para eso tiene que funcionar el Plan Corresponsables. Para que, particularmente las mujeres, tengan tiempo para trabajar, ir al m¨¦dico, o descansar, o ir a un concierto, al teatro, leer un rato o tomar algo con sus amigas. Porque las mujeres tenemos derecho a vivir y a disponer libremente de nuestro tiempo.
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