¡®Deus ex machina¡¯
No podemos entregarle todo el poder a alguien que llega clamando ser la soluci¨®n mientras exhibe su odio al oponente y al diferente
No podemos entregarle todo el poder a alguien que llega clamando ser la soluci¨®n mientras exhibe su odio al oponente y al diferente
En nuestro presente de muros y alambradas, de prejuicios que levantan las sociedades divididas, debemos recordar que todos nacemos extranjeros
La sociedad descansa sobre trabajos no remunerados, pero a la vez condena a quien pretende conciliar profesi¨®n y cuidados
Hay algo irresistible y sensual en el acto de hablar. Sin asomo de duda, existe el deseo textual. En palabras de Arnoldo Palacios, las sensualidades sabrosas. Y dir¨¦ m¨¢s: la dicha de los dichos. El deleite de leer
A lo largo de la historia, las potencias y los individuos se muestran despiadados cuando se sienten inestables: al empezar su ascenso y al dar se?ales de declive
Quiz¨¢s este mundo hechizado por la exuberancia de informaci¨®n empieza a a?orar el placer ¡ªy el poder¡ª del di¨¢logo
Mafalda ya nos advirti¨® del peligro: ¡°El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta¡±
Los grupos humanos tienen en com¨²n lo que inevitablemente los enfrenta: la tendencia a creerse mejores. La convivencia necesita gente el¨¢stica
Las decisiones urban¨ªsticas tienen inmensas consecuencias porque modelan las pautas de nuestros movimientos y definen los v¨ªnculos entre las personas
Se?alamos sin tapujos los abusos que cometen otros, pero nos consideramos una excepci¨®n a las normas
La historia sigue entreteji¨¦ndose hoy con los mimbres de los s¨ªmbolos m¨¢s que de los hechos
Ciertos discursos pol¨ªticos anhelan recuperar grandezas perdidas, seleccionando ciertas etapas de la historia nacional para encarnar las esencias, como si otras ¨¦pocas fueran solo impureza y simulacro
El mito del triunfador hecho a s¨ª mismo es irreal. Todo avance solitario es en realidad solidario.
En las cambiantes fortunas del tiempo, con sus quiebras, devaluaciones y p¨¦rdidas, lo que hemos dado de nosotros mismos a los dem¨¢s resultar¨¢ ser la m¨¢s segura de nuestras inversiones
En un oc¨¦ano de islas amuralladas, sin tacto ni contacto, la bondad acabar¨¢ por ser nuestro placer prohibido
Es m¨¢s f¨¢cil convivir si actuamos con menos inclemencia, si nos re¨ªmos de nuestra solemnidad y empatizamos con el pr¨®jimo
Quiz¨¢s convivir exija atrevernos a descubrir un territorio nuevo: el rostro de quienes no son nosotros
Los conflictos b¨¦licos se construyen como castigo colectivo, una condena injusta, simiente de nuevos rencores
Butler demostr¨® que los cl¨¢sicos albergan lecturas revolucionarias para todas las ¨¦pocas. ¡®La autora de la ¡®Odisea¡¯ fue una audacia
Todav¨ªa nos resulta dif¨ªcil convivir con la diferencia, reconocer su belleza y fortaleza, su variedad fabulosa y festiva
Solo ama de verdad una lengua quien es capaz de amarlas todas. Anhelar el viejo mito del idioma ¨²nico nos empeque?ece
Aprendemos m¨¢s cuando el placer nos hace olvidar que estamos aprendiendo. Con suerte, conseguimos ser ni?os con los a?os
Ante las torpezas y tropiezos, el dedo acusador casi nunca es la mejor medicina. M¨¢s sabio que discutir ser¨¢ divertirse
La palabra ¡°desahucio¡±, con su hache intercalada como un sollozo, est¨¢ entre las m¨¢s crueles de nuestro idioma
Frente al goce ego¨ªsta, Epicuro buscaba un hedonismo m¨¢s sabio cuanto m¨¢s hospitalario
La vida pol¨ªtica se organiza en partidos, pero no de f¨²tbol. No se trata de golear, hay que gobernar
Contra todo pron¨®stico, el relato fundacional europeo alberga en su centro a un h¨¦roe alejado del ideal ¨¦pico
Sin humildad, el yo ocupa todo el espacio disponible y solo ve al pr¨®jimo como objeto o como enemigo
No hay esquinas en una esfera, ni existen en este planeta lugares ¡°suralternos¡±: a¨²n queda navegar rumbo al resurgir del sur
En un mundo de im¨¢genes fugaces, lo habitual es la atenci¨®n menguante, nutrida con comida mental r¨¢pida
Quiz¨¢s la aut¨¦ntica sabidur¨ªa consista en escuchar mejor antes de hablar. Nos encanta acaparar la conversaci¨®n
Verdad o mentira, ¨¦xito o fracaso, conmigo o contra m¨ª. Casi siempre la divisi¨®n es falaz; y los matices, m¨¢s reveladores
El don de contar buenas historias podr¨ªa ser incluso un escudo, una protecci¨®n frente al peligro
El sistema esclavista nutri¨® las entra?as mismas de una sociedad que se jactaba de ser la flor y nata civilizada
Cuando los nuestros viajan son valientes emprendedores; quienes vienen son rechazados como par¨¢sitos
Nadie parece valorar el deseo sin drama, como si las relaciones serenas no tuvieran historia, solo hast¨ªo
M¨¢s vale cantar que darnos con un canto en los dientes. Los p¨¢jaros y los ¨¢ngeles vuelan porque saben tomarse a la ligera
Hay una belleza veterana y aguerrida en el hecho de reconocer las sandeces propias sin drama, disimulo ni autoflagelaci¨®n
Educar ¡ªcomo crecer¡ª significa tomar decisiones, equivocarse casi siempre, acertar a veces
No olvidemos que la forma m¨¢s subversiva de magia, la m¨¢s perseguida, ha consistido en buscar la sabidur¨ªa