Los que han visto morir a seres queridos saben que el consuelo, en ocasiones, no es para el que se va, sino tambi¨¦n para el que se queda. En ese desconsuelo se quedaron los que por razones de la crisis social y sanitaria fueron despose¨ªdos de ese derecho
Puede que la ley de amnist¨ªa solo sea la gran anomal¨ªa final que permita, ir¨®nicamente, colocar los contadores a cero y volver a empezar en la carrera hacia la legitimaci¨®n de nuestras instituciones
La Administraci¨®n es ese espeso magma en el que estamos obligados a nadar, pero tambi¨¦n, en la tragedia, es esa especie de placenta a la que exigimos que nos proteja
No se puede levantar una democracia sobre sociedades ba?adas en un magma de rencores cruzados donde a unos les importa un carajo la suerte de los otros
Ahora que se exige el m¨®vil a los ancianos para tener acceso a su cuenta bancaria de ahorros, alguien deber¨ªa detenerse a denunciar la violencia contra ellos
La pol¨ªtica no es un modo de vivir, sino un espacio de gesti¨®n y si pierde la caracter¨ªstica b¨¢sica de resultar ¨²til en favor de la mera supervivencia se transforma en algo indeseable
Por desgracia, cuando hablamos del mar somos incapaces de cuantificar el volumen de la basura que hemos depositado en ¨¦l, la imparable aplicaci¨®n de vertedero que le destina un comercio naval cada d¨ªa m¨¢s ingobernable y opaco
Los negociadores parlamentarios y los l¨ªderes de los partidos se han abonado a este juego, porque quien prueba esta competici¨®n ya no puede vivir sin ella
Los espa?oles exigen a veces una tutela paternalista que escapa a las instituciones. En cambio, para su bando no quieren asumir ninguna responsabilidad
La maquinaria de intoxicaci¨®n, que nace del fondo buitre, se permea a trav¨¦s de nuestra ansia de cotilleo y del turbio negocio de la informaci¨®n inmediata y sin contrastar de medios ventajistas
El ¨¦xodo masivo de poblaci¨®n migrante y el aumento exponencial de la amenaza terrorista son la munici¨®n electoral que est¨¢ detr¨¢s del triunfo de las propuestas pol¨ªticas m¨¢s reaccionarias que recuerda Occidente desde el ascenso del nazismo
Si en cualquier otro sector tuvi¨¦ramos una muerte violenta por semana, como es el caso de la violencia machista, estar¨ªamos clamando por soluciones inmediatas
El audiovisual lleva m¨¢s de un siglo tratando de glamourizar el asesinato y ha logrado dotar a las armas de un valor casi er¨®tico, convertidas en un objeto de caricias que delatan la envidia de pene y al d¨ªa de hoy ya son, directamente, una muestra de la envidia de cerebro
Una organizaci¨®n fuerte sabe gobernar el negocio de las almas con puntuales amnist¨ªas de aquello que se persigui¨®, se conden¨® y se neg¨® con ah¨ªnco
Es inexplicable que en un pa¨ªs en el que una gran mayor¨ªa seguimos manejando los valores cristianos como una hoja de ruta que nos ayuda a elegir con acierto nuestra posici¨®n moral y personal este esc¨¢ndalo no nos haya obligado a sacudir las alfombras y a ponernos delante de un espejo
Todo acto de agresi¨®n es una derrota inapelable de la inteligencia. Incluida la representaci¨®n narrativa, que es ya hoy un t¨®pico perezoso de la incapacidad creativa
L¨ªbrenos el azar de caudillos o pol¨ªticos de enorme poder¨ªo. Se precisa gente incompleta, que pacta y que pierde, que deja el despacho cuando toca, que no se cree poseedor de la receta m¨¢gica
Quiz¨¢ lo que nunca aprendemos es a aceptar que los accidentes suceden y que entonces la ¨²nica manera de sacudirse la culpa es saber que las cosas se estaban haciendo bien
Entre todos los an¨¢lisis llenos de ret¨®rica militarista que nos agreden a diario, no estar¨ªa de m¨¢s reflexionar sobre la permanente capacidad de prostituir cualquier avance m¨¦dico, tecnol¨®gico o visual
Necesitamos solidaridad continental, alianzas estrat¨¦gicas y una regulaci¨®n migratoria cabal que permita la llegada de personas por otros medios que la mafia y la ruleta del mar
Nadie debe comparar al rey em¨¦rito y a Carles Puigdemont, pues sus biograf¨ªas son abismalmente distintas. Pero por m¨¢s que queramos mirar para otro lado ambos retan a la imagen de nuestro pa¨ªs en el exterior
Al asistir a la satisfacci¨®n tard¨ªa de los familiares de las v¨ªctimas del franquismo uno se pregunta por qu¨¦ no fue posible legislar sobre la despolitizaci¨®n del Valle de los Ca¨ªdos con un acuerdo nacional
La semana pasada cay¨® a los 80 a?os Robbie Robertson. El m¨²sico ejerc¨ªa para Scorsese de supervisor musical y compositor adicional, dotando a las pel¨ªculas de una m¨¢scara sonora totalmente reconocible
El grito de alarma de Sin¨¦ad O?Connor cuando rompi¨® en televisi¨®n una foto de Juan Pablo II fue considerado una declaraci¨®n de guerra. La fetua contra ella busc¨® su demolici¨®n personal
Sin ser la cantante ni la actriz favorita de nadie, Jane Birkin era alguien situado con delicadeza en los rincones reservados a la belleza en este mundo
A nadie le parece mal que el Gobierno movilice en un a?o 2.300 millones de euros para la industria del autom¨®vil, pero convendr¨ªa recordar que el presupuesto total del Ministerio de Cultura solo llega a los 1.800 millones
Quiz¨¢ los resultados de las elecciones nos ayuden a recuperar la gama de grises, al entender que el problema no es un Gobierno Frankenstein, sino vivir en ¡®Espa?enstein¡¯
Una democracia sana es la que considera su debilidad como su gran fuerza, la que valora la disensi¨®n y la discusi¨®n constante en los foros pol¨ªticos como un elemento de protecci¨®n y no de decadencia
Si tuvi¨¦ramos que elegir un asunto que ha capitalizado la campa?a precipitada que se resolver¨¢ el pr¨®ximo 23 de julio dir¨ªamos que ha sido el periodismo
No ha habido conflicto b¨¦lico que no incorporara una maquinaria recaudatoria que inclina la balanza econ¨®mica hacia los sectores m¨¢s da?inos del poder
La generaci¨®n de Jackson fue pionera en sacudirse las servidumbres de la fama, casi siempre el silencio y la sumisi¨®n al dinero, para a?adirle el condimento de la participaci¨®n p¨²blica y un posicionamiento personal