Polit¨®loga y periodista por la Universidad Pompeu Fabra. Es autora del libro 'El berrinche pol¨ªtico: los a?os que sacudieron la democracia espa?ola 2015-2020' (Destino). Es analista en EL PA?S y en el programa 'Hoy por Hoy' de la Cadena SER. Presenta el podcast 'Selfi a los 30' (SER Podcast).
Este 23-J deja una lectura en clave territorial: hay una ¡®Espa?a plural¡¯ que no solo ha perdonado los indultos, sino que hasta los ha avalado. Es ese pa¨ªs que no quiere ni una Catalu?a ni un Euskadi incendiados
Bast¨® observar la cara de suficiencia impostada del l¨ªder del PP mientras le espetaba a S¨¢nchez, una y otra vez, en distintos bloques: ¡°No es cierto¡±, ¡°No mienta¡±, ¡°No me va a enredar¡±, ¡°No es verdad¡¡±
El 23-J esconde un factor de expectativas socioecon¨®micas. No es que la gente reniegue de los ERTE o la revalorizaci¨®n de las pensiones, es que el mantra liberal resulta hoy seductor en amplias capas de trabajadores
El PSOE ha minusvalorado quiz¨¢s el impacto de dejar a Podemos carteras como Igualdad, o incluso, dar por sentado que no hab¨ªa que hacer pedagog¨ªa respecto a los indultos del ¡®proc¨¦s¡¯ o sobre el apoyo de Bildu
Al defender la inclusi¨®n de la ministra en las listas electorales, Podemos deber¨ªa preguntarse si su objetivo es reventar las posibilidades de Sumar para el 23-J en vez de llamar a la unidad en torno a Yolanda D¨ªaz
Como en la vieja alternancia, la gobernabilidad se vuelve ya preferible a la autocr¨ªtica, que quedar¨¢ sepultada bajo la idea que lo que se tiene enfrente es peor
Dar una subvenci¨®n encubierta al sector audiovisual y acabar lanzando un gui?o a un colectivo tan importante en las urnas como los jubilados. A?o electoral, ya saben
Doce a?os despu¨¦s, la ciudadan¨ªa sigue igual de empobrecida, pero se ha normalizado el marco mental de la subsistencia y la creencia de que la pol¨ªtica no puede solucionar los problemas
La emancipaci¨®n en casa propia siendo joven y soltero se ha vuelto casi un acto antisistema en un pa¨ªs donde la precariedad ha normalizado la idea de dependencia de los padres y abuelos
Supone casi una met¨¢fora que la presidenta de Madrid, que act¨²a como l¨ªder de la oposici¨®n a S¨¢nchez, desaparezca de los medios bajo el agua del sur: el Madrid de la?libertad de los bares, diluido pol¨ªticamente ante la sed del campo andaluz
Un grupo social importante, aunque precarizado, sigue poniendo y quitando gobiernos y la percepci¨®n que tiene sobre el trato que recibe ser¨¢ clave en este a?o electoral
No es de extra?ar la incomodidad de ciertos sectores afines a Podemos con Sumar, como s¨ªmbolo que les obliga a mirarse ante el espejo de sus propias contradicciones
La izquierda tiene la tarea pendiente de concienciar sobre que la fiscalizaci¨®n policial no implica desconfianza, desprestigio, o quitarles herramientas a los cuerpos para hacer su trabajo
Con Sumar se acabar¨ªan los exabruptos del socio peque?o de la coalici¨®n porque la vicepresidenta impondr¨ªa sus formas sosegadas para llegar a acuerdos
Con sus tornillos y remiendos, quiz¨¢s el Gobierno Frankenstein simbolice en parte tambi¨¦n el esp¨ªritu de la Transici¨®n: la reconciliaci¨®n y el perd¨®n entre quienes piensan distinto
Si Podemos y Yolanda D¨ªaz no llegan a un acuerdo satisfactorio, la izquierda alternativa movilizar¨¢ a unos pocos, pero renunciar¨¢ a un eventual revulsivo para reilusionar a esa otra parte del progresismo.
El desencanto actual nace de una quiebra de las elevadas expectativas ante la llegada de los partidos de la coalici¨®n al Gobierno y la incapacidad de ofrecer un horizonte ilusionante ante la desaz¨®n inflacionista
La precariedad de los j¨®venes ha hecho saltar por los aires el paradigma de entregar la vida al trabajo. La Generaci¨®n Z compensa su falta de futuro dedic¨¢ndose a vivir el presente, porque el tiempo personal es hoy el oro de quienes no tienen la plata
La dimisi¨®n de Cabrales no solo es el fracaso de la meritocracia en nuestras instituciones, simboliza la cabeza de turco de quien quiere hacerse perdonar ser parte implicada en que el ¡®proc¨¦s¡¯ acabara explotando
La UE ha encontrado en su firme apoyo al pa¨ªs invadido, en la defensa de su libertad y soberan¨ªa, el rumbo moral que hace a?os parec¨ªa haber perdido
Resulta demasiado f¨¢cil para muchos j¨®venes dejarse llevar por la idea de ser ¡®alguien¡¯ para el resto, cuando quiz¨¢s desconocen a¨²n c¨®mo quieren definir el ¨¦xito para s¨ª mismos
El protocolo antiabortista de Castilla y Le¨®n revienta la columna vertebral de los esfuerzos que viene haciendo nuestra sociedad, desde hace a?os, por la emancipaci¨®n femenina
El presidente ha encontrado en el perd¨®n a los l¨ªderes del ¡®proc¨¦s¡¯ el precio a pagar para que no se cronificase un sentimiento de agravio en Catalu?a
El colch¨®n de seguridad personal se ha esfumado para los j¨®venes por la precariedad. A menudo, la estabilidad es un buen trabajo. Otras, es la familia de sangre; o en su defecto, la elegida, esos amigos que te sostienen a ti y a tus mocos con una servilleta cutre
El PP ha intentado presentarse como el defensor de media Espa?a, anclado en la l¨®gica del antiguo bipartidismo. Pero tras unir a la izquierda, indignar a su votante, y darle un relato electoral, la jugada podr¨ªa salir mal
La pol¨ªtica debe entender lo que la sociedad ya entiende en las casas de la mano de los j¨®venes. Las leyes no est¨¢n para resolver dilemas filos¨®ficos ni cuitas partidistas, sino para garantizar derechos concretos
Para muchos j¨®venes, la formaci¨®n ¡®abertzale¡¯ supone hoy la forma de canalizar sus aspiraciones de justicia social en un partido netamente vasco. El pasado quiz¨¢s aparece como algo alejado
El machismo trasciende a las edades. La cuesti¨®n no se limita a celebrar los logros ya conquistados, sino que se deben detectar los factores que impiden seguir progresando
Una visi¨®n centralista ha exacerbado los ¨²ltimos a?os una serie de caracter¨ªsticas fruto del cambio generacional: la polarizaci¨®n, el espect¨¢culo de un Congreso convertido en plat¨® y la eclosi¨®n de personalismos con proyecci¨®n nacional orientados al lenguaje de las redes