Una riada de desconfianza
Los pol¨ªticos siempre parecen m¨¢s interesados en enfrentarse entre s¨ª o perseguir sus intereses de partido que en colaborar para resolver los problemas de todos
Es Catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y miembro de n¨²mero de la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas.
Los pol¨ªticos siempre parecen m¨¢s interesados en enfrentarse entre s¨ª o perseguir sus intereses de partido que en colaborar para resolver los problemas de todos
Una primera lectura europea del resultado en EE UU puede dar la impresi¨®n de que la victoria trumpista dar¨¢ alas a la ultraderecha. Pero tambi¨¦n puede ser la m¨¢s eficaz vacuna frente a ella
Lo que provoca m¨¢s p¨¢nico ante una eventual victoria de Trump es que ya conoce el aparato del Estado y tiene un dise?o de los pasos que seguir para neutralizar la oposici¨®n a sus medidas
El ¡®caso Errej¨®n¡¯ nos lleva a ¡®terra incognita¡¯, porque refleja unas conductas distintas de las que sol¨ªan alimentar nuestros cl¨¢sicos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n
El mantra ahora es que situaciones excepcionales exigen medidas especiales, as¨ª que revisemos el derecho de asilo para afrontar lo que supuestamente se nos viene encima
En pol¨ªtica el ayer opera como una bomba de efecto retardado. Nunca se acaba de cerrar
Nada parece sujetarse a anclajes firmes que permitan un m¨¢s pausado debate de cada posici¨®n pol¨ªtica
La pol¨ªtica estadounidense se ve m¨¢s influida cada vez por poderes intermedios encarnados en personas individuales y con un gran potencial para condicionar votos y opiniones
Muchos espa?oles tienden a ver la llegada de extranjeros como un problema, pero es tambi¨¦n una soluci¨®n para muchos de nuestros grandes d¨¦ficits
Por ahora no se piensa, solo se reacciona. Incluso en Alemania
No podemos evitar adscribirlos a una de estas dos condiciones, ¡°progresistas¡± y ¡°conservadores¡±, como si la ideolog¨ªa fuera el aut¨¦ntico criterio distintivo
?Qu¨¦ es eso de que una forma de gobierno que dice apoyarse en la voluntad del pueblo se eche a temblar cada vez que a este le toca expresarla?
La convenci¨®n dem¨®crata ha ofrecido todo un arsenal de ideas y actitudes sobre c¨®mo comunicar la pol¨ªtica en nuestros d¨ªas
ERC y el PSC han cocinado el concierto catal¨¢n para satisfacer sus necesidades de poder sin mandato de la ciudadan¨ªa ni debate pol¨ªtico
Los nuevos desaf¨ªos exigen nuevas ideas y novedosas formas de hacer pol¨ªtica, no volver a los tics autoritarios
Toda intervenci¨®n p¨²blica en el mercado de la informaci¨®n debe verse con escepticismo y alarma
A menos que cambie el candidato dem¨®crata, la campa?a est¨¢ muerta. Ser¨¢ un espect¨¢culo bochornoso y cruel al que no hay derecho que se someta a un pol¨ªtico de la trayectoria de Biden
Si el resultado del cord¨®n sanitario no sirve para garantizar la gobernabilidad se habr¨¢ despejado el campo para que a la pr¨®xima le acaben saliendo los n¨²meros a Le Pen
La crisis de la democracia no viene tanto de la amenaza de la extrema derecha cuanto de la p¨¦rdida de confianza de los ciudadanos en su clase dirigente
La mayor inc¨®gnita es c¨®mo se apa?ar¨¢ el presidente de Francia para gobernar con cualquiera de las dos opciones
Escoger entre el mentiroso patol¨®gico de Trump y el bueno de Biden, cada vez m¨¢s senil, es, desde luego, una elecci¨®n tr¨¢gica
El fen¨®meno de las racionalizaciones partidistas se est¨¢ trasladando a la evaluaci¨®n de la actividad del poder judicial, percibida de forma creciente como guiada m¨¢s por intereses pol¨ªticos que t¨¦cnico-jur¨ªdicos
Solo el presidente franc¨¦s sabe qu¨¦ busca, pero no es descartable que haya introducido en la ecuaci¨®n una posible victoria de RN y est¨¦ anticipando una cohabitaci¨®n con Bardella
Gregorio Mart¨ªnez se despert¨® transformado en un escarabajo. Tocaba votar pero era incapaz de moverse para acudir a las urnas
No hay hipocres¨ªa alguna entre los fieles de Trump, su mensaje es claro: no nos importa hundir la democracia, sus instituciones y procedimientos, con tal de que gane ¡°el nuestro¡±. El partidismo por encima del sistema
La pol¨ªtica ha devenido en algo opaco, porque ya no podemos distinguir entre lo que son las exageraciones o exabruptos caracter¨ªsticos de las campa?as y la pr¨¢ctica pol¨ªtica ordinaria
Pese al refuerzo que pronostican las encuestas, la extrema derecha no tendr¨¢ la mayor¨ªa necesaria para imponer su programa en la Euroc¨¢mara, a menos que se resquebraje el bloque que mantiene vivo el proyecto europeo
Con independencia de cu¨¢l sea el resultado, me parece fuera de toda duda que estas elecciones, como las vascas, nos introducen en un escenario pol¨ªtico muy diferente al que nos encontramos en cualquier otra elecci¨®n ¡°regional¡±
?No hab¨ªamos quedado en que el ¡®wokismo¡¯ atentaba contra la libertad de expresi¨®n? Entonces, ?por qu¨¦ neg¨¢rsela ahora a los estudiantes estadounidenses?
Tanto si sigue como si renuncia al cargo, S¨¢nchez est¨¢ obligado a institucionalizar su gesto. La salida m¨¢s digna para seguir en el cargo ser¨ªa la moci¨®n de confianza
No basta con lamentar las fracturas culturales y reivindicar la integraci¨®n a trav¨¦s de principios c¨ªvicos. Lo que nos une es tambi¨¦n la solidaridad, la eliminaci¨®n de la precariedad y de la marginalidad social
El ciclo electoral que afrontamos abarca un amplio abanico pol¨ªtico, en unas predomina el impulso hacia la separaci¨®n, y en la otra, hacia la unificaci¨®n
Las circunstancias nos han obligado a combinar apoyo militar a Ucrania y diplomacia. No habr¨¢ paz posible mientras Putin se vea con ventaja, hay que obligarle a pactar
Espa?a est¨¢ paralizada por un bibloquismo polarizador que hace imposible imaginar casi cualquier acuerdo transversal, pero carece tambi¨¦n de una derecha que sepa c¨®mo orientarse en su propio territorio
Comprendo la necesidad de una autonom¨ªa estrat¨¦gica europea o de aumentar el apoyo a Ucrania, pero ?c¨®mo de real es la amenaza rusa?
Se extiende la sensaci¨®n de que nuestra pol¨ªtica se deshilacha, se rasga por innumerables costuras y se consume en relatos inconexos, demagogia barata y el infernal ruido de las recriminaciones mutuas
A pesar de la descorazonadora evaluaci¨®n de Habermas en cuanto a la decadencia de Occidente, todav¨ªa quedan algunas partidas por jugar, aunque no tengamos las mejores cartas
Las ventajas que del ¡®caso Koldo¡¯ puede extraer ahora el PP, como ocurri¨® en su d¨ªa con el PSOE, no pueden ocultar que los afectados somos todos
Como buen depredador, el presidente ruso ha olido la debilidad y cobard¨ªa de sus adversarios: unos Estados Unidos que pronto pueden caer bajo las garras de otro loco imprevisible, y una Europa fatigada y fragmentada tambi¨¦n por guerras culturales
El hombre puede jugar a ser cosmopolita, pero tiene su mente y su coraz¨®n bien afianzados en lo particular, lo local. Las elecciones auton¨®micas van sobre todo de eso, de hablar y decidir sobre ese ¡°nosotros¡± m¨¢s restringido