Piezas de ficci¨®n
Explicar lo que sucede en Catalu?a es muy complicado desde el necesario escepticismo global
Explicar lo que sucede en Catalu?a es muy complicado desde el necesario escepticismo global
Un c¨¦lebre cirujano del siglo XVIII afirmaba que las cabezas guillotinadas eran capaces de ¡°percibir su propia ejecuci¨®n¡±
En su entra?able autobiograf¨ªa, Oliver Sacks cuenta dos episodios vitales en donde la bebida juega un papel, digamos, vehicular
El voraz acopio de fotos, canciones, ¡®links¡¯ y ¡®retuits¡¯ es la pasi¨®n dominante del siglo XXI
Orson Welles ten¨ªa detectado el momento en que empez¨® la corrupci¨®n en Estados Unidos
La tumba de la Dama Roja, en la cueva del Mir¨®n (Cantabria), ha puesto en entredicho el significado del acto de regalar flores
Los nuevos usos de la televisi¨®n y de las redes sociales someten a los pol¨ªticos a una sobreexposici¨®n que termina dejando en un segundo plano al mensaje. As¨ª, el que solo dice la verdad aburre
Un mecenas ¨²nico puede ser m¨¢s interesante que muchos micromecenas, eso aprendi¨® Dita Von Teese en un local de 'striptease' de Los ?ngeles
El triunfo del ¡®crowdfunding¡¯ demuestra la fascinaci¨®n de nuestra cultura por lo m¨ªnimo al tiempo que revela cambios profundos en los modelos de negocio tradicionales
Cuando la autoridad del padre se evapora, las otras autoridades tambi¨¦n desaparecen
En algunas ciudades del primer mundo, el ¡®best seller¡¯ ¡®Nacidos para correr¡¯ ha puesto de moda el ¡®running¡¯ sin zapatos
Esa bendita costumbre, aqu¨ª practicada desde hace siglos, est¨¢ siendo objeto de un riguroso estudio en Reino Unido. Salt¨¢rsela obra en contra de la productividad
Las redes sociales amplifican el poder devastador de la verg¨¹enza y el escarnio p¨²blicos. Cualquier desliz puede arruinar su vida digital
El ¡®smartphone y la tableta invaden todas las esferas de la vida cotidiana. Adem¨¢s de sus m¨²ltiples virtudes, los dispositivos electr¨®nicos han conseguido atomizar a la sociedad y ahora estamos cada vez m¨¢s solos
¡°El cuerpo femenino es infinitamente m¨¢s rico en aceites, y por eso m¨¢s liviano, raro, genial y espiritual que el del hombre¡±
Nadie tiene la receta para acabar con el terrorismo yihadista, pero reforzar fronteras no parece una soluci¨®n. Hay que invertir tiempo y dinero en los barrios marginales donde crece el radicalismo isl¨¢mico
La evoluci¨®n f¨ªsica del aparato ha provocado cambios sustanciales en nuestra forma de relacionarnos con ¨¦l
No puede uno esperar a que le digan qu¨¦ tiene que hacer, o a que las cosas simplemente ocurran: hay que hacer que sucedan.
?Por qu¨¦ escandaliza comerse un saltamontes y sin embargo masticamos tranquilamente un boquer¨®n?
Vivimos en las ant¨ªpodas de lo ecu¨¢nime. La falta de respeto por el otro lo contamina todo; por ejemplo, el proceso independentista. El dogmatismo desemboca en la arbitrariedad y la chabacaner¨ªa pol¨ªtica
El dictador ten¨ªa un equipo de artistas que adaptaba sus fotos, con dos niveles distintos de ficci¨®n
No es dif¨ªcil imaginar el desastre que sobrevendr¨ªa si la Red se colapsa y nos dejara incomunicados: regresar¨ªamos a 1980. Pese a todo, deber¨ªamos ver las bondades de Internet con un saludable escepticismo
¡°En este restaurante come el futbolista cada semana¡±, me dijo un vecino, ignorando la tormenta que dicho dato acababa de desatar
Vivimos fiscalizados por los otros. Ya no podemos perdernos ni desaparecer
La desacralizaci¨®n de la imagen, aunada a la masificaci¨®n de los tel¨¦fonos con c¨¢mara, ha convertido cualquier espacio p¨²blico en un coto de fot¨®grafos espont¨¢neos
A La Portuguesa el meu germ¨¤ i jo compt¨¤vem tant en catal¨¤ com en n¨¢huatl
Los republicanos que tuvieron que irse al exilio rehicieron su vida en diversos pa¨ªses
Las nuevas tecnolog¨ªas sirven para facilitar la comunicaci¨®n entre las personas, pero pueden terminar quit¨¢ndole toda su complejidad y misterio hasta convertirla en un liso intercambio de palabras
Roland Barthes, la misteriosa profundidad de lo breve, su 'Diario de duelo' y el inquietante universo del tuit
Todos, sin excepci¨®n, le daban la espalda al sol, lo ve¨ªan en la pantalla de sus tel¨¦fonos mientras se hac¨ªan un selfie
Diego Rivera, marido, entre otras, de Frida Kahlo era un gurm¨¦ confeso de la carne humana
Los exiliados espa?oles pudieron desarrollar en M¨¦xico su proyecto humanitario y modernizador
Este n¨²mero, secreto y personal, es, por ejemplo, la llave de entrada al cr¨¦dito de nuestra tarjeta
?Por qu¨¦ invertimos cientos, quiz¨¢ miles de horas, a lo largo de la vida, mirando pasivamente el juego de otros?
Las descalificaciones que ha sufrido el l¨ªder de Podemos, m¨¢s que de ¨¦l, hablan de Espa?a
Desde que hay ¡®smartphones¡¯ la gente quiere saberlo todo en el acto, ya nadie espera a estar solo para leer su correspondencia
La llegada de los republicanos exiliados hace ahora 75 a?os dio a M¨¦xico una riqueza que se conserva hasta nuestros d¨ªas
Las faramallas que se hacen hoy, con las t¨®nicas y las rodajas de pepino, acabar¨¢n desembocando en el gin-tonic-sin-sin
La visi¨®n pesimista del futuro en el Viejo Continente, sumada a la debacle econ¨®mica y al descr¨¦dito de los gobernantes, nos invitan a pensar en un camino equivocado. Quien lo tiene todo siempre teme perderlo
Elena Poniatowska le cont¨® al Rey que cuando era yo ni?o, y viv¨ªa en la selva de Veracruz, ten¨ªa un paquidermo en mi jard¨ªn