Re¨ªrnos de nosotros mismos
La cuesti¨®n no es ser o no ser ¡®Charlie Hebdo¡¯, sino c¨®mo hacernos merecedores de un derecho excepcional y raro en el mundo, como es la libertad de expresi¨®n. Solo la sabemos valorar cuando est¨¢ amenazada
La cuesti¨®n no es ser o no ser ¡®Charlie Hebdo¡¯, sino c¨®mo hacernos merecedores de un derecho excepcional y raro en el mundo, como es la libertad de expresi¨®n. Solo la sabemos valorar cuando est¨¢ amenazada
Algo no es verdaderamente serio a menos que, en alg¨²n sentido, podamos tom¨¢rnoslo a broma
Nadie puede aspirar a una identidad competitiva si no se apoya en un relato consistente, seductor y veros¨ªmil, que legitime la marca
Las autoridades repiten el t¨¦rmino como si fuera un conjuro que libera de responsabilidad
Entre algunos j¨®venes existe la sensaci¨®n de que la experiencia pol¨ªtica de sus mayores fue un fracaso: ni liquidaron realmente el franquismo ni establecieron una democracia real. As¨ª que quieren empezar de cero
En el lenguaje pol¨ªtico las palabras son instrumentos de enfrentamiento discursivo
'El saldo del esp¨ªritu' de Antonio Valdecantos es una defensa de los valores human¨ªsticos
Debido a los nuevos planes de estudios hay menos conocimiento y m¨¢s descualificado
Los sabios han buscado denodadamente un sistema de notaci¨®n alternativo m¨¢s transparente
La exclusi¨®n de cartelas en las muestras de arte ensalza el gusto por lo mudo y lo sordo
'Playgrounds' invita a reflexionar sobre el juego como recuperaci¨®n del espacio p¨²blico
Sorprende la ligereza con la que se admite que las ciencias son m¨¢s dif¨ªciles
Es el centro lo que se queda vac¨ªo, devorado por las periferias o colonizado por el comercio
Nuestras p¨¢ginas privadas en la red crecen en la misma medida en que progresa el ¡®estado del malestar¡¯. Hay que disimular con una inflaci¨®n de privacidad la miseria de nuestro perfil en el mercado de los ¡®yoes¡¯
Para defender sus pol¨ªticas, Mariano Rajoy vino a decir en el ¨²ltimo debate del Estado de la naci¨®n que sin resolver los d¨¦ficits estructurales es ¡°metaf¨ªsicamente imposible¡± crear empleo y servicios sociales de calidad
Hay m¨¢s de un pa¨ªs encerrado en la abstracci¨®n simplificadora de la identidad nacional. El ¡®inter¨¦s p¨²blico¡¯ se ha sustituido por los intereses privados de los diversos p¨²blicos y entre los escombros surge el ¡®mundo global¡¯
El Art¨ªculo 1.1 de la Constituci¨®n habla de un ¡°Estado social y democr¨¢tico de Derecho¡±, que en su d¨ªa fue la m¨¢s digna de las causas pol¨ªticas. Hoy ha sido sustituida por la gesti¨®n contable y la fiebre nacionalista
Si Mozart trasgrede las reglas de la ¨®pera seria, Verdi ahonda en la comedia m¨¢s democr¨¢tica
El pr¨®ximo horizonte pol¨ªtico nos presenta a los partidos y a las instituciones como malhechores en lucha por la apropiaci¨®n del erario p¨²blico. La alternativa es el neopopulismo: los bandidos amigos del pueblo
En el poder pol¨ªtico moderno el pueblo (con sus ¡°derechos naturales¡± a la autodeterminaci¨®n) no precede a la Constituci¨®n, sino que emana de ella, y no puede por tanto suspenderla a voluntad a trav¨¦s de caudillos
El relato que llevamos cont¨¢ndonos desde hace ya m¨¢s de cinco a?os empieza a producir fatiga, indiferencia o hartazgo porque ¡°dura demasiado¡±. Y empieza a surgir la funesta sospecha de que nunca llegaremos al final
El inter¨¦s de los ciudadanos por la pol¨ªtica est¨¢ en horas bajas, en parte porque los partidos son simples maquinarias para la acumulaci¨®n de poder. La ebriedad nacionalista no es el camino para sortear ese malestar
Ha sido agosto extra?o. En medio de las vacaciones, la inquietud apuntaba a la quiebra de su pa¨ªs. Alrededor se dibujaba el perfil de una tierra sin futuro y por eso quer¨ªa evitar la pregunta: ?Qu¨¦ ser¨¢ de nuestros hijos?
Los escombros ante los que vagamos hoy, como aquel ni?o de 'Alemania, a?o cero', son las urbanizaciones sin compradores, los aeropuertos sin aviones, los trenes sin viajeros, los peri¨®dicos sin lectores
Los escritos de Camus, Koestler y Dos Passos sobre la pena de muerte invitan a pensar en la nueva soberan¨ªa pol¨ªtica
Lo que a uno ha de preocuparle, en todo caso, es la cultura, no el ministerio.
Los nuevos pensadores comunistas proclaman que el capitalismo financiero es real y la socialdemocracia imposible. De esto tambi¨¦n parecen convencidos esos socialdem¨®cratas que se rinden frente a Goldman Sachs
La mayor¨ªa de las noticias que se presentan bajo el r¨®tulo de "pol¨ªtica" son intrascendentes y previsibles. Para dar la impresi¨®n de que ocurren cosas surgen citas espectaculares, como la Jornada Mundial de la Juventud
Los cacareados 'rankings' de universidades son como las listas de ¨¦xitos populares. Pero la excelencia no es lo mismo. Los criterios de evaluaci¨®n basados en la rentabilidad son toda una amenaza