Comerse el paisaje
Cada especie elige la relaci¨®n con su medio. La humana ha elegido devorarlo con la insensatez del que se alimentara de los muebles de su sal¨®n y luego de los de su dormitorio y luego... de su casa entera
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, adem¨¢s del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.
Cada especie elige la relaci¨®n con su medio. La humana ha elegido devorarlo con la insensatez del que se alimentara de los muebles de su sal¨®n y luego de los de su dormitorio y luego... de su casa entera
Cuando un sustantivo da con el adjetivo adecuado, se casa con ¨¦l y con el tiempo, cuando se vuelve previsible, se descasa
Somos ricos en sustantivos, podr¨ªamos decir, y sin embargo con frecuencia decimos que nos faltan palabras para expresar esto o aquello
No hay alegr¨ªa en este bote de garbanzos rescatado del fondo del armario, cuando estaban a punto de caducar. ¡°Os he salvado la vida¡±, les digo
?Nunca hab¨¦is visto un edificio ansioso, un barrio ansioso, una ciudad ansiosa?
Los vagones del metro van cargados de ¨¢ngeles ca¨ªdos, no ca¨ªdos por su soberbia, sino porque han sido creados por un dios minusv¨¢lido.
Espa?a necesita mucho mantenimiento y no siempre tenemos a mano el especialista en esto o en lo otro, por lo que conviene aplicar remedios caseros de urgencia. La cinta americana es el m¨¢s eficaz
Si un cuadro falso de Picasso (y debe de haberlos a miles) fuera autoconsciente, ser¨ªa m¨¢s genuinamente de Picasso que los que pint¨® ¨¦l
Esos c¨ªrculos del primer plano de la izquierda est¨¢n formados por concertinas. La primera vez que o¨ª este t¨¦rmino cre¨ª que se refer¨ªa a algo hermoso, como la primera vez que escuch¨¦ las palabras sentina o purines. Hay sonidos que enga?an. Las sentinas son las cloacas de los barcos; los purines, las aguas podridas; las concertinas, la versi¨®n moderna de los alambres de p¨²as de toda la vida, con los que se cog¨ªa el t¨¦tanos.
Vi por la tele la ceremonia de la inauguraci¨®n del nuevo curso judicial y qued¨¦ fascinado por la exhibici¨®n del vestuario de los participantes
Dan ganas de aplicar un poco de crema hidratante a la fotograf¨ªa en una especie de vud¨² inverso que no funcionar¨ªa porque lo que vemos es muerte pura y dura
Debemos aprender a conciliar el progreso con el desprogreso cuando no sabemos muy bien en qu¨¦ consiste lo primero y en qu¨¦ lo segundo
Todos sabemos, en fin, todos los hombres hemos pasado por ese trance del calcet¨ªn deprimido, que con frecuencia es un reflejo de nuestro propio hundimiento
Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n del ser humano es que sabe qui¨¦n es, pero ignora de qu¨¦ est¨¢ hecho
Las personas importantes, que se mueven por el mundo con dos o tres m¨®viles, se mueven en realidad con dos o tres cabezas, son verdaderos monstruos
?Anda todo el mundo buscando a su padre o es una impresi¨®n m¨ªa?
La cola debe de ser uno de los inventos m¨¢s antiguos de la humanidad, aunque no hay, que yo sepa, registros f¨®siles de personas aguardando la vez para esto o para lo otro
La gente abandonada sabe que el abandono empieza en la cocina y en el cuarto de ba?o. A los partidos abandonados les ocurre lo mismo
?Qui¨¦n dir¨ªa que un bloque de ese material inexpugnable puede ser tan vulnerable como la cadera de usted o la m¨ªa?
El viudo se acost¨® en el lado de ella, pero cuando abri¨® los ojos, al amanecer, se hallaba de nuevo en el territorio habitual, como si alguien lo hubiera empujado suavemente al sitio que le correspond¨ªa
Una familia dispuesta de tal modo que forman algo semejante a la primera letra de un alfabeto que desconocemos. Parece que hubiera una voluntad de significado en el conjunto
Ahora sabemos que el Papa tiene colon y recto y que parte del primero le ha sido extirpado para evitar males mayores
La sombra es proteica: se alarga, se acorta, se estrecha, se ensancha, incluso se esconde. Pero cuando se esconde sigue ah¨ª, tomando por nosotros decisiones que atribuimos equivocadamente al yo
Alimentos procesados, discursos procesados¡ Los primeros producen obesidad m¨®rbida; los segundos, opacidad mental
Es una tecnolog¨ªa que permite introducirse en callejones inviables y hasta en huecos de escaleras imposibles para levantar una imagen en 3D de sus huesos, de su tu¨¦tano, de sus v¨ªsceras, de su musculatura
En el momento en el que caes en la trampa de decir mam¨¢, pap¨¢ o ajo, est¨¢s perdido. Acaba de entrar en tu cerebro el virus troyano del lenguaje. El resto es coser y cantar para el ¡®hackeador¡¯
Este cuerpo abrasado de una ni?a palestina es geopol¨ªtica desde la cabeza hasta los pies. Ni moral ni ¨¦tica ni proporcionalidad ni justicia ni compasi¨®n ni antropolog¨ªa, es geopol¨ªtica a secas
Hablamos un rato m¨¢s de esto y de lo otro antes de despedirnos. Luego sal¨ª a la calle y observ¨¦ el cielo azul. Mi madre jam¨¢s se equivocaba y, que yo supiera, tampoco ment¨ªa
Opini¨®n | Venimos archivando a nuestros muertos desde tiempos inmemoriales, de ah¨ª que los del Neol¨ªtico, por poner un ejemplo, contin¨²en revel¨¢ndonos secretos que ignor¨¢bamos acerca de nosotros mismos.
En un estado de duermevela, el escritor cae en la cuenta: ya no es solo un escritor. Y la reina de Inglaterra recibe una revelaci¨®n: ya no es solo una reina. Mientras se desperezan y piensan en sus cosas ¡ªla literatura y el poder, el periodismo y la pol¨ªtica¡ª, el misterio se despeja: ambos ya son uno, ?una? Mill¨¢s y su majestad Isabel II. Esta es la historia del d¨ªa en que dos vidas se cruzaron azarosamente
Hay libros en los que en cada p¨¢gina ocurre algo. Me refiero a sucesos de car¨¢cter expresivo. Tal es lo que sucede en los de Ali Smith
Las estanter¨ªas son milagrosamente lo ¨²nico que ha quedado en pie frente al conjunto de escombros que aparece en el centro de la estancia. Todas las ruinas arquitect¨®nicas resultan id¨¦nticas. No se saben morir los edificios
Ser¨ªa irresponsable no atender el tel¨¦fono fijo, aunque no esperes ya nada de ¨¦l, o aunque te rompa el alma