El aumento en los niveles de testosterona no incrementa el deseo sexual
El resultado de un estudio sugiere que, cuando no se tiene una falta patol¨®gica de la hormona, los suplementos no mejorar¨¢n la apat¨ªa sexual
El resultado de un estudio sugiere que, cuando no se tiene una falta patol¨®gica de la hormona, los suplementos no mejorar¨¢n la apat¨ªa sexual
El polifac¨¦tico creador, que se cri¨® en B¨¦lgica, trabaja hoy sobre las paradojas que viven las personas racializadas en Europa. Su obra, que se expone en el MAAT de Lisboa, habla tambi¨¦n de neocolonialismo, ecolog¨ªa o de las maneras de vivir el amor
El deseo es un instinto, pero se somete a las normas sociales. A pesar de acompa?arnos desde el principio de la historia de la humanidad, es todav¨ªa un gran desconocido que necesita de cierto impulso para ponerse en marcha, si es que apetece
Una sabia so?aba con una IA que encarnase al chorbo ideal. Un novio a la medida, que cumpliera todas sus expectativas sexuales, afectivas y de compa?¨ªa. No quieres eso, le dije
Atr¨¢s quedan los tiempos en los que la sodom¨ªa era un crimen que llevaba a la hoguera, el anticonceptivo para llegar virgen al matrimonio o una desviaci¨®n enfermiza. El ¡®revival¡¯ de esta pr¨¢ctica sexual que no es compatible con las prisas tiene tambi¨¦n su parte de explicaci¨®n en la revalorizaci¨®n del trasero como elemento er¨®tico
El bum de la literatura sobre el deseo da forma a una revoluci¨®n en marcha
Cada vez hablamos m¨¢s de educaci¨®n , consentimiento y tambi¨¦n de deseo. Pero hay un concepto sobre el que se debate menos y que forma parte de una sexualidad libre y placentera, algo recogido por los derechos humanos
Un estudio con ratones muestra que gran parte de las neuronas que regulan la sed o el hambre se disparan con el deseo que generan la coca¨ªna o la morfina
A ¡®Polilla¡¯, com a la vida, com als despatxos dels publicistes desfassats de ¡®Mad Men¡¯, l¡¯ambici¨® i el desig es retroalimenten
En el sexo descubrimos cosas que no sab¨ªamos que quer¨ªamos, inventamos nuevas lindes entre el deseo y la voluntad, entre la curiosidad y la ¨¦tica, la fantas¨ªa y la realidad
El ensayista franc¨¦s publica ¡®Filosof¨ªa del deseo¡¯, un libro donde ofrece un recorrido hist¨®rico y filos¨®fico para comprender la naturaleza de los deseos y c¨®mo dirigirlos hacia lo que realmente nos beneficia
Les dues Miles, d¡¯Elena Mart¨ªn i de V¨ªctor Catal¨¤, comparteixen solitud i estroncament del desig per l¡¯home amb qui viuen
Ahora que la sociedad se?ala a la manzana podrida, a la pieza f¨¢cilmente separable del ¡®pack¡¯, ?qu¨¦ hacemos con el resto?
Los fil¨®sofos griegos analizaron este impulso: Plat¨®n considera que es el resultado de una carencia y Arist¨®teles, una fuerza motriz
Eva Illouz reflexiona en ¡®El fin del amor¡¯ sobre la percepci¨®n rom¨¢ntica contempor¨¢nea y sostiene que el momento m¨¢s significativo de las relaciones es aquel en el que ¡°se terminan, se rompen, se desvanecen y se evaporan¡±
La libertad sexual tambi¨¦n debe incluir la capacidad de imaginar sin coacciones morales ni autocensura respecto al consentimiento, la igualdad o la dominaci¨®n
Els paisatges de l¡¯Escala s¨®n essencials en la pel¡¤l¨ªcula sobre la castraci¨® del desig amb la qual Elena Mart¨ªn Gimeno ha guanyat el premi de la Quinzena de Cineastes de Canes
Una tendencia que se populariz¨® en redes anima a las mujeres a usar el flujo vaginal para atraer a una potencial pareja, aunque desde la ginecolog¨ªa aseguran que este efecto es ¡°dudoso¡±
Cient¨ªficos de la Universidad de Stanford detectan la red neural que controla el impulso sexual en roedores y logran encenderlo y apagarlo a voluntad
Mujeres y tambi¨¦n hombres simulan el cl¨ªmax en una relaci¨®n con determinados fines, ya sea por uno mismo, por el otro o por la relaci¨®n. La falta de conocimiento y de educaci¨®n sexual en el placer siguen siendo el problema
La ideolog¨ªa pol¨ªtica no siempre se traduce en un determinado comportamiento entre las s¨¢banas. De lo que s¨ª se puede hablar es de un puritanismo conservador y otro progresista, que mutan y se adaptan a los nuevos tiempos
Este sentimiento es ese gran desconocido, un impulso que va y viene cuando le apetece, y no cuando se le llama. Pero hay que saber entenderlo y partir de una situaci¨®n de sosiego y sin excesivas preocupaciones
Para el buen sexo es imprescindible la conversaci¨®n que, sin embargo, todav¨ªa se nos resiste porque asumimos que con el deseo viene incluida la capacidad de adivinar el pensamiento del otro o tenemos miedo de herir sentimientos
Sobre la tela, he visto a una mujer agarrar el cabello de su agresor y a dos se?oras que comparten ba?era realizar un curioso juego er¨®tico. Qu¨¦ curioso que pocas de estas obras se impriman despu¨¦s en las gu¨ªas oficiales
El erotismo es el campo de trabajo de la tambi¨¦n terapeuta de pareja francesa, que ha escrito dos libros al respecto y tiene su propia escuela en Toulouse con el noble prop¨®sito de erotizar m¨¢s la vida
Pensar menos y sentir m¨¢s o concederle al deseo el espacio que se merece en el d¨ªa a d¨ªa son algunos de los peque?os grandes retos para llevar a cabo este nuevo a?o y lograr tener una vida sexual m¨¢s satisfactoria
Susto y deseo conviven en la misma ¨¢rea cerebral y comparten respuestas y neurotransmisores. Pero, adem¨¢s, cultura, religi¨®n, cine y literatura han hermanado, a menudo, a estas dos emociones
Es fundamental que las mujeres reivindiquen su deseo, y el derecho ¡ªa¨²n m¨¢s¡ª a tomar la iniciativa, pero no debe hacerse a expensas de la voluntad, la ¨²nica facultad que admite un reconocimiento legal
La vida sexual no tiene l¨ªmite y depende de m¨²ltiples factores org¨¢nicos, psicol¨®gicos y hormonales
La ganadora del Premio Nacional de Poes¨ªa Joven Francisco Cervantes Vidal publica ¡®La lengua de los osos polares¡¯, 12 cuentos sobre el desamor o la ruptura
¡®Hijos y amantes¡¯, de D. H. Lawrence, fue un libro importante para la escritora, que recoge en su ¨²ltima obra sus lecturas esenciales. En este extracto que adelanta ¡®Ideas¡¯ reflexiona sobre c¨®mo, con la edad, cambian los personajes con los que nos identificamos
El antiqu¨ªsimo juego de la prostituci¨®n mezcla los dos deseos depredadores. Ahora el PSOE promete abolirla y, aunque nadie medianamente cuerdo cree que sea posible, se enciende una entretenida pol¨¦mica
¡®Yo solo vine a ver el jard¨ªn¡¯ explora los tab¨²es de la sexualidad de las mujeres, inspirado en un texto del siglo XVII y creado por el colectivo Amor y Rabia
Frente a la visi¨®n anticuada de que los opuestos se atraen, por qu¨¦ no reconocerse en el otro, el m¨¢s potente de los afrodis¨ªacos
El anuncio de Levi¡¯s que protagoniz¨® despert¨® mi deseo adolescente y las ganas de vivir all¨ª donde los chicos pudieran desnudarse sin complejos
?No es algo osado abrirle la puerta del dormitorio a un tercero sin previo aviso?
De agradar o dar gusto a sentir un orgasmo
Imaginaci¨®n, la ¨²nica fuente fiable que genera ese sentimiento
Bien est¨¢ que los publicistas nos vendan como empoderador de mujeres un cacharro a pilas, hermanas. Otra cosa es que les compremos el relato
Un relato apasionante del fracasado ¡®putsch¡¯ de 1923 y el juicio al l¨ªder nazi encabeza las novedades del g¨¦nero, que incluyen libros sobre las cruzadas, las aves, el deseo, el Himalaya o las memorias de Snowden