La pintora y poeta, hija de Ted Hughes y Sylvia Plath, se adentra en la autobiograf¨ªa con ¡®George, mi amistad con una urraca¡¯, diario sobre su d¨ªa a d¨ªa con el p¨¢jaro que rescat¨® en su jard¨ªn. Hoy vive con 14 b¨²hos, dos perros, cinco chinchillas, un hur¨®n y una pit¨®n real.
La directora, de la mano de la honda interpretaci¨®n de la actriz Laura Weissmahr, firma un potente ¡®thriller¡¯ psicol¨®gico sobre los peores fantasmas de la depresi¨®n posparto
¡®Cartes a la meva mare¡¯, el volum que recull, amb traducci¨® de Marta Pera Cucurell, les missives que l¡¯escriptora va enviar a la seva mare del 1950 al 1963
La elitista instituci¨®n creada en 1871 hizo so?ar con horizontes m¨¢s amplios a figuras como Sylvia Plath o Gloria Steinem y acogi¨® tambi¨¦n a espa?olas como Mar¨ªa Goyri o Mar¨ªa de Maeztu
Heather Clark examina en ¡®Cometa Rojo¡¯ el legado literario de la poeta para alejarla del mito y devolverla al lugar que jam¨¢s deber¨ªa haber abandonado: el de una de las poetas m¨¢s importantes del siglo XX
Este s¨¢bado se cumplen 60 a?os del suicidio de la escritora. La gran biograf¨ªa de Paul Alexander la rescata de la imagen t¨®pica de talento torturado e ignorado en vida y recupera tambi¨¦n sus muchos momentos luminosos
Al lugar natal del poeta lleg¨® la pareja en 1956 poco despu¨¦s de casarse. Sus parajes de piedra, agua y viento marcaron sus versos tanto como ¡®Cumbres borrascosas¡¯, la famosa novela de Emily Bront?
El arte ha empezado a tomar conciencia de la necesidad de un cambio de paradigma a la hora de hacer frente a los problemas de salud mental, despu¨¦s de a?os durante los cuales la locura se ha visto asociada a la creatividad
Emily Br?nte, Jack Kerouac, Kurt Vonnegut, Sylvia Plath, el sacrificado autor ¡®pulp¡¯ y hasta las rencillas entre literatos tienen canciones a su nombre, porque hay algo m¨¢s ah¨ª fuera que el sonido de las teclas
La publicaci¨®n en cinco vol¨²menes de las cartas, muchas in¨¦ditas, de la poeta permite asomarse sin intermediarios a una de las vidas (y muertes) m¨¢s estudiadas de las letras del siglo XX
Con motivo de la publicaci¨®n de ¡®Cartas de Sylvia Plath, Vol. I (1940-1951)¡¯, el primero de los cinco vol¨²menes con su correspondencia, ¡®Babelia¡¯ adelanta tres de sus misivas correspondientes a su adolescencia
Hay un raro equilibrio en ¡®Ariel¡¯, de Sylvia Plath, que quiz¨¢s proceda de una absoluta falta de miedo y de un sentimiento profundo de liberaci¨®n ante el suicidio
El confinamiento impuesto por el coronavirus ha dado el impulso definitivo al g¨¦nero que mejor ilustra la normalizaci¨®n de las letras en espa?ol tras siglos de represi¨®n de la intimidad. Andr¨¦s Trapiello, Elvira Lindo, Laura Freixas y H¨¦ctor Abad Faciolince hablan sobre su experiencia como autores y lectores
La poeta estadounidense es una de las m¨¢s admiradas del siglo XX, cultivadora del g¨¦nero confesional y la primera ganadora de un Pulitzer concedido a t¨ªtulo p¨®stumo
L'escriptora irlandesa recull a 'Visc, i visc, i visc', un volum autobiogr¨¤fic que es llegeix com una novel¡¤la, amb les seves experi¨¨ncies properes a la mort
La hija de la poeta detesta a los fans de su madre, enterrada en el peque?o cementerio de West Yorkshire al que acuden en peregrinaci¨®n, y escribe poemas contra ellos
Sylvia Plath fue una leona que luch¨® hasta donde pudo por sus sue?os. La edici¨®n completa de sus diarios deja al descubierto el proceso que la llev¨® a suicidarse
La inoblidable Lara de ¡®Doctor Jivago¡¯ o la Clarisse de ¡®Fahrenheit 451¡¯ va mostrar el seu amor pels poetes anglosaxons en la Setmana de la Poesia de Barcelona
La inolvidable Lara de ¡®Doctor Zhivago¡¯ o la Clarisse de ¡®Fahrenheit 451¡¯ mostr¨® su amor por los bardos anglosajones en la Setmana de la Poesia de Barcelona
Planeta ha retirado el s¨²lfureo ensayo de Gregorio Mor¨¢n ¡®El cura y los mandarines¡¯
Los dibujos de dos autoras, Flannery O¡¯Connor y Sylvia Plath, en dos libros muy regalables
Mary Beard, experta en cl¨¢sicos de la antig¨¹edad, domina el g¨¦nero con sus estudios y cr¨ªticas
La brit¨¢nica sostiene que nuestros dilemas son los mismos que los de los tiempos de Cicer¨®n