Extraterrestres
Las victorias de Brasil son celebradas con apoteosis enfebrecidas que duran horas, hasta la madrugada del d¨ªa siguiente
Es reportero de EL PA?S y escritor. Fue corresponsal en Par¨ªs, Lisboa y S?o Paulo. Tambi¨¦n subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gij¨®n), y 'La botella del n¨¢ufrago', y un libro de no ficci¨®n ('As¨ª fue la dictadura'), firmado junto a su compa?ero y amigo Pablo Ordaz.
Las victorias de Brasil son celebradas con apoteosis enfebrecidas que duran horas, hasta la madrugada del d¨ªa siguiente
Un pintor de brocha gorda de un barrio pobre de S?o Paulo decidi¨® dar seguridad vestido de superh¨¦roe
Las manifestaciones casi desaparecen durante el Mundial, aunque las elecciones las reactivar¨¢n
El Mundial discurre mejor de lo esperado. Es cierto. En parte, porque lo esperado era muy malo, una suerte de apocalipsis brasile?o en el que poco o nada iba a funcionar como debiera
No he encontrado un brasile?o que no desarrolle una peque?a, ¨ªntima o compartida superstici¨®n los d¨ªas de los partidos cruciales y, paralelamente, no he visto pueblo que exija m¨¢s a su equipo
En julio de 2002, despu¨¦s de ganar la final del Campeonato del Mundo, el capit¨¢n de la selecci¨®n de Brasil, Marcos Evangelista de Moraes, levant¨® la Copa del Mundo con los dos brazos y una sonrisa alucinada
Muchos de los estadios de f¨²tbol construidos o reconstruidos para este Mundial de f¨²tbol se asientan cerca de favelas. No es algo muy raro, ya que las afueras de las grandes ciudades brasile?as son, de hecho, cinturones de favelas
La protesta de una parte del p¨²blico contra la presidenta de Brasil en el partido inaugural inflam¨® las redes sociales e incendi¨® la precampa?a de las elecciones de octubre
En 1914, un futbolista mulato del elitista club Fluminense, de R¨ªo de Janeiro, para disimular el color de su piel, se embadurn¨® la cara con polvo de arroz.
Cuentan que en el Mundial de 1950, Pel¨¦, por entonces de nueve a?os, oy¨® el partido de la final por la radio junto a su padre, un conocido futbolista, y tras la derrota de Brasil a manos de Uruguay en el Maracan¨¢ le vio llorar en silencio al lado del aparato
En todos los sitios hay huelgas y manifestaciones, no s¨®lo aqu¨ª, f¨ªjense en Francia, o en Espa?a, donde no hay taxis, son cosas puntuales, normales, y la Copa del Mundo est¨¢ a punto de empezar, falta un d¨ªa, y miren¡
La huelga del metro paraliza S?o Paulo a dos d¨ªas del campeonato
La capital portuguesa recibe a m¨¢s de 120.000 hinchas, la mitad sin entrada, que podr¨¢n ver el partido en pantallas gigantes
Miles de aficionados espa?oles empiezan a llegar a Lisboa y se mezclan en las calles que sufren grandes atascos
La polic¨ªa lusa y la UEFA desaconsejan la instalaci¨®n de los monitores en la calle para ver la final y estudian alternativas
Lista de los lugares de inter¨¦s de una ciudad tur¨ªstica y hermosa
M¨¢s de 60.000 espa?oles tomar¨¢n la capital portuguesa, donde no hay plazas hoteleras
El 17 de mayo Portugal termin¨® su programa de financiamiento Han sido tres a?os de austeridad a mansalva que han empobrecido a la poblaci¨®n
El escritor y pol¨ªtico era una figura eminente de la cultura portuguesa
El vicepresidente de la Comisi¨®n asegura que Lisboa ¡°tiene que ser extremadamente vigilante¡± Tambi¨¦n el FMI advierte de los desaf¨ªos y riesgos que aguardan ahora al pa¨ªs
El Ejecutivo admite que esta decisi¨®n conlleva riesgos
Nietos literarios de Saramago y Lobo Antunes, los novelistas portugueses que rondan los 40 a?os se alejan del realismo comprometido La crisis que ha arrasado Portugal, dicen, est¨¢ demasiado cerca para ser materia narrativa
Dos v¨ªas de acceso al Algarve, una autopista sin tr¨¢nsito y una vieja carretera abarrotada, simbolizan la dificultad del pa¨ªs para sacar partido a sus recursos
Los militares portugueses que encabezaron la sublevaci¨®n de 1974 protestan contra el Gobierno con una celebraci¨®n separada
Uno de los capitanes de abril recuerda la Revoluci¨®n de los Claveles, que este viernes cumple 40 a?os
El enfrentamiento hist¨®rico entre el Partido Socialista y otras fuerzas m¨¢s radicales condena a la oposici¨®n a gran parte del espectro pol¨ªtico portugu¨¦s
El expresidente cree que para remontar hay que acabar con la pol¨ªtica de austeridad de la UE
¡°No tengo ni idea de lo que pens¨¦ cuando dej¨¦ el Gobierno¡±, dice en un libro V¨ªtor Gaspar, el responsable portugu¨¦s de Finanzas entre los a?os 2011 y 2013
Los pensionistas con m¨¢s bajos ingresos sufrir¨¢n una reducci¨®n del 3,5% en su renta
La vieja demanda de los homosexuales para que los ni?os tengan dos padres o dos madres queda aparcada de nuevo
Miles de agentes se manifiestan en Lisboa por los recortes y se enfrentan a sus compa?eros de uniforme encargados de vigilarlos
El legendario socialista M¨¢rio Soares lo ha sido todo en la vida pol¨ªtica de Portugal. Desde la lucha contra la dictadura hasta la presidencia de la Rep¨²blica. Ahora se ha convertido en una suerte de conciencia de la izquierda y de la socialdemocracia de su pa¨ªs y de Europa. Aprovecha cualquier oportunidad para apalear a los mercados, a la troika y, de paso, a Angela Merkel.
El talentoso centrocampista, apoyo del gran Eus¨¦bio, jug¨® en el mejor Benfica de la historia
La decisi¨®n del Gobierno del pa¨ªs luso de vender las 85 obras del artista para hacer caja levant¨® una enorme pol¨¦mica
Impuls¨® cambios hist¨®ricos, como la despenalizaci¨®n de la homosexualidad y la prostituci¨®n, y luch¨® por mejorar las condiciones de vida de los presos
Las familias de las seis v¨ªctimas se querellan contra el ¨²nico superviviente
Italia, Espa?a y Portugal ven en este sector el veh¨ªculo para coger velocidad y sostener la recuperaci¨®n econ¨®mica
Una cadena de televisi¨®n aporta pruebas de lo contrario al revelar mensajes telef¨®nicos de las v¨ªctimas enviados d¨ªas antes
Los premios a¨²n no est¨¢n determinados, pero ser¨¢n en especie, probablemente coches