Carlo Frabetti

Cuando la l¨ªnea del discurso se cierra sobre s¨ª misma, se forman extra?os c¨ªrculos que no siempre son viciosos; pero que, en cualquier caso, nos atrapan y ponen en entredicho nuestra capacidad deductiva

Los acertijos propuestos las dos semanas anteriores pertenecen al escurridizo tipo de problemas que Raymond Smullyan ha popularizado en sus deliciosos libros de l¨®gica recreativa. Ad¨¦ntrate con Alicia en el Pa¨ªs de las Adivinanzas y enfr¨¦ntate a algunos de ellos, si te atreves

Una variante ¡°divina¡± del problema de Di¨®genes y los tres j¨®venes, planteado la semana pasada, es seg¨²n algunos el acertijo l¨®gico m¨¢s dif¨ªcil de todos los tiempos. ?Te atreves con ¨¦l?

Envenenados, s¨ª, pero solo en sentido metaf¨®rico (a no ser que el licor del que algunos est¨¢n rellenos se considere veneno et¨ªlico), pues encierran una paradoja que puede provocar m¨¢s de un dolor de cabeza

El matrimonio es fuente inagotable de problemas, y tal vez por eso haya tantos acertijos l¨®gicos basados en situaciones conyugales¡­ a pesar de que no siempre es la l¨®gica la que las resuelve en la vida real

Deseando que en su reino hubiera una clara mayor¨ªa de varones, un rey emiti¨® un decreto seg¨²n el cual las mujeres deb¨ªan dejar de procrear en cuanto tuvieran una ni?a¡­

No, no hay una errata en el t¨ªtulo; a pesar de su holmesiano aspecto, el de la foto es el psic¨®logo Peter Wason, pues esta semana nos ocuparemos de un famoso acertijo l¨®gico planteado por ¨¦l; y que, por cierto, no es tan elemental como parece...

Cada vez que vemos un objeto no negro y comprobamos que no es un cuervo, se refuerza la afirmaci¨®n "todos los cuervos son negros¡±¡­ ?O no?

Esta semana proponemos un desaf¨ªo mental digno de un Moriarty: cuestionar el m¨¦todo deductivo del m¨¢s famoso de los detectives

Imagina que un ser divino, con la facultad de predecir el futuro, te muestra dos cofres, uno abierto y otro cerrado¡­

Del problema de Monty Hall, cuya pol¨¦mica parece no agotarse nunca, a la paradoja de las dos corbatas, pasando por el dilema de los tres prisioneros¡­

Un problema surgido en un famoso concurso televisivo suscit¨® una pol¨¦mica cuyos ecos a¨²n no se han extinguido del todo

El r¨ªo que nos lleva y las barcas que lo cruzan o lo recorren: un tema inagotable para artistas, poetas¡­ y matem¨¢ticos.

El acertijo que desconcert¨® a uno de los m¨¢s grandes matem¨¢ticos de todos los tiempos

Cuadrados m¨¢gicos, latinos, grecolatinos, sudokus¡­ y un misterioso toque de poes¨ªa

?C¨®mo calcular el n¨²mero de posiciones posibles en una partida de ajedrez tras el segundo movimiento de las blancas?

'Materia' propone su juego de l¨®gica semanal, esta vez ambientado en K?nigsberg