Los radicales del f¨²tbol ya no son borrachos descontrolados, sino j¨®venes de negro, adictos al gimnasio, organizados y conectados a trav¨¦s de las redes sociales, que recorren Europa en busca de pelea y a veces ni entran al estadio. Visitamos Lisboa, N¨¢poles, Barcelona y Alicante y hablamos con polic¨ªas y ultras sobre un fen¨®meno que ya alcanza todo el continente y podr¨ªa ser protagonista no deseado de la pr¨®xima Eurocopa de Alemania
Compuesto por holandeses y belgas de origen marroqu¨ª, su l¨ªder Karim Bouyakhrichan huy¨® hace unos d¨ªas de Espa?a tras obtener la libertad condicional
Los dos primeros factores explican en parte el escenario que vive no solo la costa gaditana, sino todo el tri¨¢ngulo del Estrecho: la Costa del Sol, C¨¢diz y Ceuta
Las fuerzas de seguridad alertan de un fen¨®meno global soterrado que trasciende a los esquemas cl¨¢sicos. En base a ideas compartidas en internet, se mueven en torno al supremacismo blanco, la salvaguarda de la cultura cristiana occidental, la sumisi¨®n de la mujer y las teor¨ªas de la conspiraci¨®n
Es un pa¨ªs sin nadie al volante. Despu¨¦s de d¨¦cadas de dictaduras y desastres naturales, su capital est¨¢ gobernada por bandas criminales. Cada d¨ªa se producen 18 actos de extrema violencia. Esta es la cr¨®nica de una semana en un infierno del que todos quieren huir
El jugador tom¨® una decisi¨®n ins¨®lita: dejar a su club de Primera, el C¨¢diz, para jugar dos categor¨ªas por debajo con el equipo de su ciudad. Renunci¨® a un contrato millonario. Su reto es devolverlo a la m¨¢xima categor¨ªa. A Coru?a lo idolatra. Volvemos con ¨¦l al barrio donde todo empez¨®
¡®El Pa¨ªs Semanal¡¯ recorre con el jugador el barrio de su infancia, el estadio que le hizo so?ar y las calles de A Coru?a, donde sus vecinos le quieren como a un h¨¦roe
El futbolista coru?¨¦s deja el C¨¢diz, desciende dos categor¨ªas, renuncia a dos millones de euros y paga la mitad de su traspaso para jugar en el Deportivo
El equipo penar¨¢ otra vez por Primera RFEF, una ca¨®tica competici¨®n que apesta a corrupci¨®n. Y, pese a eso, parece haber tomado el camino de ser un club con alma
El Estado Isl¨¢mico cometi¨® hace ocho a?os en Irak un genocidio contra esta minor¨ªa kurda, con la matanza de 5.000 personas y el secuestro de 6.000 en dos semanas. EL PA?S reconstruye a trav¨¦s de los supervivientes una de las grandes tragedias del siglo XXI
Criptomonedas y Kalashnikovs. Drogas, lujo y ajustes de cuentas. Un centenar de grupos criminales conviven en la Costa del Sol entre una violencia cada vez m¨¢s salvaje. Todos coinciden: ¡°Aqu¨ª es donde hay que estar¡±
En unos a?os, los ni?os de hoy leer¨¢n que nos quit¨¢bamos la mascarilla en lugares cerrados con m¨¢s gente, mientras que por la calle era obligatorio llevarla.
¡®El Estado contra Pablo Ibar¡¯ zambulle al espectador en un proceso judicial, mostrando cada detalle y poni¨¦ndonos cara a cara con el tremendo sufrimiento de una experiencia as¨ª
Un informe de la Comisi¨®n de Derechos Humanos pone en duda la versi¨®n de la polic¨ªa filipina, que mat¨® al espa?ol en enero y le acus¨® de traficar con drogas
Tras cuatro meses en busca y captura, Juan Carlos Sant¨®rum, acusado de estar detr¨¢s del narcosubmarino, ha sido detenido cuando entraba en la Audiencia de Pontevedra a entregarse
Juan Carlos Sant¨®rum est¨¢ en busca y captura por intentar introducir 3.000 kilos de coca en Galicia en un narcosubmarino. El sospechoso habla para EL PA?S: ¡°Es un montaje¡±
Sacar a la luz la estad¨ªstica sobre la violencia entre negros despierta dos cuestiones: una es preguntarse por qu¨¦ esto es as¨ª, la otra es conformarse con que esto es as¨ª porque as¨ª son ellos
El confinamiento est¨¢ generando una emergencia social. Familias sin ingresos encerradas en habitaciones y ni?os en hogares en los que no se come en dos d¨ªas
Velatorios sin p¨¦sames, presos sin visitas, taxistas sin trabajo, misas sin feligreses, avenidas sin ning¨²n ruido¡ As¨ª es una capital en cuarentena
Tras el hallazgo del semisumergible cargado de droga, la Polic¨ªa Nacional ampl¨ªa la investigaci¨®n a organizaciones con ramificaciones en Madrid y Colombia
Desde los acuerdos de paz en Colombia los asesinatos de l¨ªderes sociales se han disparado debido a la falta de control del Estado. Las mujeres son el objetivo n¨²mero uno. El PA?S acompa?a a varias de ellas en su d¨ªa a d¨ªa
EL PA?S comparte la campa?a con 9 electores que no sab¨¦n qu¨¦ elegir. Un diario de a bordo en el que han visto los debates, seguido las noticias y hablado con su entorno hasta la determinaci¨®n final
En Espa?a existen vecindarios que son agujeros negros: ni un tercio de la gente vota, incluso no saben cu¨¢ndo son las elecciones. En el mapa puedes consultar la participaci¨®n en todos los barrios de Espa?a
Espa?a se est¨¢ convirtiendo en un pa¨ªs productor en Europa mientras seguimos sin llegar a un acuerdo sobre su regulaci¨®n. Los sanitarios advierten: se est¨¢n banalizando sus riesgos