Neovictorianos
La sobreinformaci¨®n, la b¨²squeda de lo espiritual y lo rural que trajo la revoluci¨®n industrial y tecnol¨®gica en el paso del siglo XIX al XX tiene elementos comunes con lo que sucede en nuestros d¨ªas
Escritora y cr¨ªtica cultural. Es autora de la cr¨®nica h¨ªbrida 'Casi nada que ponerte'; el ensayo 'Ofendiditos. Sobre la criminalizaci¨®n de la protesta' y la novela 'Cauterio', traducida al ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n e italiano. Codirige junto con Isa Calder¨®n el podcast cultural 'Deforme Semanal', merecedor de dos Premios Ondas.
La sobreinformaci¨®n, la b¨²squeda de lo espiritual y lo rural que trajo la revoluci¨®n industrial y tecnol¨®gica en el paso del siglo XIX al XX tiene elementos comunes con lo que sucede en nuestros d¨ªas
La campa?a reaccionaria para censurar libros en bibliotecas y colegios de EE UU se est¨¢ acelerando. En los ¨²ltimos dos a?os y medio, se han retirado obras en 42 Estados
La escritora recuerda el est¨ªo de 1999, cuando vio mucho la tele inmersa en la tristeza por haber regresado de un Erasmus inolvidable en Londres
La diputada laborista asesinada en 2016 jam¨¢s sabr¨¢ que su muerte sent¨® un precedente extra?o y oscuro
Si la oleada de feminicidios de hace d¨¦cadas tuvo como tel¨®n de fondo el impulso feminista por la independencia de las mujeres, hay que temer lo que pueda pasar ahora
Muros que fueron joyas art¨ªsticas son met¨¢fora de elevaci¨®n y, a su vez, presentimientos de cataclismo, nacionalismo extremo y frontera
La pol¨ªtica, el activismo y la vida se nutren del conflicto para poder avanzar, una idea que debe tener clara hoy el feminismo
El rostro, la voz y el cuerpo de la Laia de ¡®Antidisturbios¡¯ o de la Elena de ¡®Suro¡¯ pertenec¨ªan a esta actriz, pero el alma de los personajes que encarna esta int¨¦rprete sobrenatural viene de alg¨²n lugar que ni ella misma sabe. Hablamos con ella ahora que protagoniza ¡®Reina Roja¡¯
No solo hay que hablar sobre las pr¨¢cticas sexuales no normativas, sino dejar de estigmatizar a las mujeres que las disfrutan
No por causalidad, coincide la presentaci¨®n de varias obras en las que por primera vez se reexaminan historias entre adolescentes y adultos desde el punto de vista de los menores cuando ya no lo son
Cada pa¨ªs est¨¢ construido a trav¨¦s de un lenguaje propio. Y Argentina, que recuper¨® la democracia hace ahora 40 a?os, no es una excepci¨®n. Entre el final de la dictadura y la llegada de Milei hubo crisis y corralito, pero tambi¨¦n un despertar feminista
Un buen n¨²mero de columnistas espa?oles la ha tomado con las escritoras y periodistas que se expresan p¨²blicamente a favor de los derechos de las mujeres. Cada vez que interviene una feminista, aparece uno de ellos
En el pa¨ªs de mi infancia hay una enorme generosidad en el di¨¢logo. Hay orgullo nacional hasta en sus fracasos. Venga lo que venga tras las elecciones, ah¨ª est¨¢ la cultura para hacerle frente
El movimiento Se Acab¨® nos est¨¢ ense?ando a distinguir el placer de la violencia. La serie de televisi¨®n sobre el caso del crimen de la Guardia Urbana barcelonesa tambi¨¦n nos hace pensar sobre ello
El discurso de Rubiales en la asamblea de la federaci¨®n es un ejemplo transparente de la respuesta mis¨®gina, victimista y organizada al movimiento feminista.
Resulta incre¨ªblemente desmoralizador pensar que el lema ¡°que se vayan todos¡± comienza a apelar para muchos ciudadanos tambi¨¦n a formaciones de izquierdas
Dentro de unas d¨¦cadas recordaremos con horror esta ¨¦poca en la que las profesionales que participan en espacios p¨²blicos de comunicacio?n reciben un nivel de violencia muy superior al de los hombres
El victimismo al que juega la ultraderecha no puede ser identificado con un movimiento cultural centrado en su rechazo al autoritarismo, al racismo y al sexismo
Solo el activismo, tan necesario, cumple el rol de la mujer reivindicativa que cuando habla, molesta y estropea la fiesta con su relato, testimonio o informaci¨®n verificada
Heather Clark examina en ¡®Cometa Rojo¡¯ el legado literario de la poeta para alejarla del mito y devolverla al lugar que jam¨¢s deber¨ªa haber abandonado: el de una de las poetas m¨¢s importantes del siglo XX
Resulta sano que la aberraci¨®n editorial cometida con el escritor brit¨¢nico haya copado la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica pero la conclusi¨®n de que vivimos una excepci¨®n hist¨®rica es tal vez apresurada
El arquetipo femenino debe contentar a todas y representarnos a todas, y nosotras debemos responder por ¨¦l, sentirnos representadas, como el baile de un banco de peces que funcionan al un¨ªsono
Jam¨¢s en la historia de la humanidad hemos consumido tantas im¨¢genes como hasta ahora, ni las hemos reproducido con tanta celeridad
Varias premisas sobre las llamadas guerras culturales circulan ca¨®tica o impunemente, y tocan cuestiones como la relaci¨®n entre el espectador y la obra y la dicotom¨ªa entre el autor y su trabajo
Cada vez encuentro m¨¢s similitudes entre la actualidad y la pel¨ªcula ¡®Idiocracia¡¯, en la que la sociedad acaba dirigida por ricos est¨²pidos, sometida a sus caprichos y con todos los servicios p¨²blicos convertidos en negocios
Asistimos al aumento imparable del nacionalismo identitario y la xenofobia en Europa mientras se nos insiste que el problema proviene de que a todo ahora se le llama fascismo, qu¨¦ exageraci¨®n
El elegido para salvar el planeta, el maestro para dar una nueva oportunidad a la humanidad, es un oficinista perdido en la rutina de su empresa en periodo vacacional
Paso? el tiempo y cambio? todo. Au?n asi?, el abrigo duro? mucho ma?s que cualquier moda o capricho adolescente
Internet fue un espacio fundamental para el feminismo de cuarta ola, hasta que llegaron los ¡®trolls¡¯.
Bernstein comenz¨® una relaci¨®n con otra mujer mientras estaban casados. Ella transform¨® el dolor en ¡®Se acab¨® el pastel¡¯, una de sus obras m¨¢s celebradas.
La periodista rusa, asesinada en el ascensor de su casa, es un s¨ªmbolo de la libertad de prensa. Los viajes que hizo gracias a los billetes gratuitos que consigui¨®, tras trabajar en una aerol¨ªnea, le ayudaron a convertirse en la gran reportera de investigaci¨®n que fue.
Con una nueva serie sobre su figura por estrenar, repasamos c¨®mo plane¨® su escalada al poder, la imagen que transmit¨ªa y forj¨® su leyenda.
?Demasiado conservadora hasta para los ultraconservadores?, Phyllis Schlafly gan¨® votantes defendiendo que las mujeres deb¨ªan permanecer en el hogar mientras ella, esposa y madre, recorr¨ªa Estados Unidos inculcando sus ideales. Ahora Cate Blanchett la interpreta en la serie ¡®Mrs America¡¯.
¡®Mujeres recluidas¡¯- cap¨ªtulo 5: el macartismo se propuso hundirla con una reputaci¨®n de borracha y loca. D¨¦cadas m¨¢s tarde, Kurt Cobain la rescatar¨ªa como musa.
Las versiones de una historia no son ¨²nicas, sino m¨²ltiples. Poner nombre a lo que pasa es vital para comprender el relato
La cantante reedita su disco de debut, ¡®Exile in Guyville¡¯, que tocar¨¢ en directo en el Primavera Sound
Las teor¨ªas conspirativas presuponen que los dos lados de una disputa cient¨ªfica o social deben tener la misma veracidad
El nuevo ¨¢lbum de la banda recibe una calificaci¨®n de 5 sobre 10
Kate Moore reconstruye en ¡®Las chicas del radio¡¯ la tragedia de las mujeres que hace un siglo murieron por trabajar con el elemento t¨®xico en la fabricaci¨®n de relojes fluorescentes
Hay un nuevo tipo de debate que es particularmente laxo con la presencia p¨²blica de los discursos ultraderechistas