Jam¨®n sin ego
¡°Nos cuesta reconocer el m¨¦rito propio y nos vemos desplazados¡±
¡°Nos cuesta reconocer el m¨¦rito propio y nos vemos desplazados¡±
¡°Lo peor de todo es que a veces la divisi¨®n no afecta a m¨¢s de dos caf¨¦s¡±
Que esta bebida siga teniendo un matiz transgresor me sorprende tanto como me divierte, ya que no es menos natural (aunque s¨ª una rareza) que el agua sin gas
¡°En perpetuar un legado artesanal no solo se implican las manos, sino tambi¨¦n el alma¡±
¡°Si jugar en casa es un soporte emocional para el deportista, ?comer tambi¨¦n lo es?¡±
?Pueden ser los atributos de un alimento deseables para uno mismo?
Antes de lanzarse a leer las cr¨ªticas, es preferible forjarse un juicio propio
¡°Hoy en nuestras despensas se palpa el momento vital que atraviesa cada uno¡±
¡°Es importante reconocer cu¨¢ndo uno debe alejarse por un tiempo de su realidad¡±
¡°Qu¨¦ duro es sentirse acorralado por la voz imperante cuando uno cree genuinamente en lo que le susurran sus entra?as¡±
¡°El miedo, como ocurre con las trufas, crece en las ra¨ªces, escondido del sol¡±
??Qui¨¦n asumi¨®, y en qu¨¦ momento de la historia, que hacer churros era una tarea sencilla??.
Es un d¨ªa de t¨®rrido verano en La Mancha. El sol se agarra a la nuca con inc¨®moda insistencia, la misma con la que las moscas revolotean a nuestro
Hac¨ªa tiempo que no reservaba un fin de semana para salir de la capital y poner rumbo al norte para pasar unos d¨ªas en casa de mis padres, donde crec¨ª, en
Durante una buena etapa de mi vida, al salir del colegio, me dirig¨ªa al conservatorio de m¨²sica de Valladolid, donde yo estudiaba violonchelo. Como
Durante un corto periodo de tiempo, comer poco para verme bien fue la herramienta de la que me serv¨ª para sentir que hab¨ªa alg¨²n aspecto de mi vida que
¡°Mileniales y zetas dimos un viraje hacia profesiones falsamente sofisticadas¡±.
¡°En el ¨¢mbar l¨ªquido contenido en la porcelana marfile?a, el iniciado puede entrar en contacto con la dulce reticencia de Confucio, la picard¨ªa de Lao Tse
Me despierto en el hotel, son las seis de la ma?ana. La luz ya entra por la ventana, no hay cortinas. Al otro lado, Hyde Park. Tengo un avi¨®n que coger,
El otro d¨ªa, mientras cen¨¢bamos en casa, mi marido y yo les cont¨¢bamos a mi padre y a mi hermana ¡ªquien por cierto, ya hab¨ªa escuchado la historia unas
La Navidad es a la alimentaci¨®n lo que el Black Friday a la tecnolog¨ªa: gastamos en comida lo que no hacemos el resto del a?o. Y, en mi opini¨®n, si hay que ponerse exquisitos en alg¨²n momento del a?o, mejor invertir en comida que en otro lujo.
?Tomamos m¨¢s de 220 decisiones al d¨ªa asociadas con nuestra alimentaci¨®n?.
Que la manera en la que nos alimentamos es una se?a de identidad lo sabemos muy bien. Las dos actividades primeramente ligadas a la alimentaci¨®n del ser
Me hacen mucha gracia los Reels de Instagram en los que, con el m¨®vil situado en posici¨®n cenital, las manos de alg¨²n creator nos muestran, a trav¨¦s de
Recuerdo perfectamente el hedor. Son las diez de la ma?ana de un 23 de septiembre en Han¨®i. Es domingo, y me deslizo entre los sinuosos pasillos de un
Poner una mesa bonita es s¨ªntoma irrevocable de muchas cosas, entre las que se cuentan la sensibilidad, el buen gusto o la consideraci¨®n por aquellos que
La sostenibilidad como concepto, tal y como lo conocemos ahora, ve la luz a finales de los ochenta. Nace de una creciente preocupaci¨®n econ¨®mica por parte
Pan, del lat¨ªn panis, derivado del indoeuropeo pa, que significa comer o proteger. Pain, p?nnu, pfanne, buk?, brot, bread. Todos los nombres que se
?Cualquier tiempo pasado fue mejor? ?Eso o quiz¨¢ activamos el mecanismo de memoria selectiva cuando se trata de imaginar una realidad mejor? El universo
Recuerdo perfectamente el d¨ªa en que escuch¨¦ hablar por primera vez del ciclo menstrual en t¨¦rminos estacionales. Primavera, verano, oto?o e invierno.
Escucho en las noticias, no sin cierto pavor, c¨®mo Zuckerberg presenta en sociedad Meta, el nuevo paraguas bajo el cual espera que la empresa pueda
Se entrena el paladar, adem¨¢s de comiendo, pensando la comida. Esto marca una diferencia sustancial con el acto de engullir.
"He disfrutado much¨ªsimo". Recuerdo que estas palabras salieron de mi boca como un chorro de agua fresca, con una contundencia que nac¨ªa de lo m¨¢s
¡°Eliminar lo t¨¢ctil en la mesa hace que se pierda la informaci¨®n sensorial¡±.
En las mesas de verano se celebra la vida sencilla y en ellas toma forma la desnudez de una vida templada
El olfato es nuestro sentido m¨¢s fiel y est¨¢ ligado a nuestra supervivencia.
El sem¨¢foro nutricional aplicado a la sociedad adulta con capacidad de compra me parece cuanto menos denigrante.
Si el comer tuviese mayor impacto en la forma en que los dem¨¢s nos ven, me pregunto si le dar¨ªamos la importancia que le damos a la forma en que nos vestimos.
El culto a la eficiencia es otro virus que, aunque sin tantas bajas, nos ataca en el siglo XXI