Ideolog¨ªa hecha hormig¨®n
Utilizar el Estado como un dispositivo para construir igualdad es una decisi¨®n profundamente ideol¨®gica que conviene se?alar
Daniel Bernab¨¦ (Madrid, 1980), escritor. Es autor de seis libros, entre ellos ¡¯Todo empieza en septiembre', 'La distancia del presente' y 'La trampa de la diversidad'. Participa en la mesa del an¨¢lisis de 'Hora 25', en la Cadena SER.
Utilizar el Estado como un dispositivo para construir igualdad es una decisi¨®n profundamente ideol¨®gica que conviene se?alar
El presidente de la Comunidad Valenciana es un dirigente pol¨ªtico acabado y el l¨ªder del PP es consciente de ello. Por eso, m¨¢s que defenderle, carga contra el Gobierno
Es importante que lo sucedido el 29 de octubre no se quede tan solo en la estupefacci¨®n, en el miedo o en una indignaci¨®n difusa; los negacionistas del cambio clim¨¢tico tienen apellido pol¨ªtico
Una parte del mundo progresista est¨¢ m¨¢s preocupada por cuestionar la legitimidad de las inquietudes ciudadanas que por darles una soluci¨®n
La pregunta ya no es si estamos al final del modelo neoliberal; la pregunta es qu¨¦ vendr¨¢ a continuaci¨®n
El resultado de las elecciones en Francia, m¨¢s que una victoria, es una pr¨®rroga: el descontento seguir¨¢ presente ma?ana
Internet se llena de contenidos con una visi¨®n sesgada de la inmigraci¨®n para sembrar el miedo en torno a un supuesto recrudecimiento de la delincuencia
La incertidumbre que vive Sumar tras la dimisi¨®n de Yolanda D¨ªaz por los malos resultados en las elecciones europeas es un nuevo episodio de las dificultades de este espacio pol¨ªtico para integrar a los diferentes y rentabilizar sus ¨¦xitos de gesti¨®n en el Gobierno
En el actual escenario toca m¨¢s planificaci¨®n, no s¨®lo econ¨®mica, por mucho que esa palabra horrorice a las derechas
Asistimos a una transformaci¨®n productiva de la econom¨ªa espa?ola en la que los trabajadores han recuperado el protagonismo que merec¨ªan
El progresismo alternativo sue?a con organizaciones indefinidas basadas en el carisma digital de sus l¨ªderes y un cuerpo de simpatizantes con los que establecer una relaci¨®n m¨¢s marketiniana que org¨¢nica
La cadena de dimisiones en la formaci¨®n morada muestra que generar conflicto es una buena t¨¢ctica para ganar relevancia y cohesionar a los tuyos, hasta que te estalla dentro
La clave no es qui¨¦n ganar¨¢ la pugna entre Podemos y Sumar, sino qu¨¦ quedar¨¢ de esa lucha tras las elecciones a la Euroc¨¢mara
El partido rompe el principio de acuerdo con Sumar para las elecciones. Divisi¨®n al borde del precipicio, no sea que lo sensato dure un cuarto de hora, no sea que alguien piense que la pol¨ªtica ¨²til puede mandar sobre lo autorreferencial
El Ejecutivo necesitar¨¢ algo m¨¢s que carisma y choque si quiere atravesar con ¨¦xito el nuevo ciclo electoral. Su impulso reformista no puede quedar reducido a una cuenta de resultados, sino que debe narrarse
La formaci¨®n morada nunca supo pasar de la impugnaci¨®n a la pol¨ªtica ¨²til, del plat¨® al Consejo de Ministros, del ¡°s¨ª se puede¡± al c¨®mo se puede lograr
Ha sido un error de los morados rechazar la oferta de colocar a Nacho ?lvarez en el Gobierno: el panorama ha cambiado y el votante de izquierda se da cuenta del valor de utilizar el BOE en vez de las pancartas
Repetir las elecciones no es de recibo si existe la posibilidad de llegar a un consenso. Jugar a los dados no es una respuesta pol¨ªtica, y la mezcla de incertidumbre m¨¢s demora se halla en las ant¨ªpodas de lo que el pa¨ªs precisa
No hay mayor ant¨ªdoto frente a la inflamaci¨®n de las pasiones que demostrar que no hay pactos secretos, ni intenciones ocultas para trocear Espa?a, sino la b¨²squeda audaz de f¨®rmulas para pasar p¨¢gina
Todo cuadra para que el PP pueda tratar de digerir a Vox, adquiriendo en el proceso sus ideas y objetivos. Un movimiento rentable pero que, una vez consumado, habr¨¢ transformado al PP en algo muy diferente al partido de centroderecha que dijo ser
El 23-J no est¨¢ en juego la posibilidad de un cambio de ciclo, sino del hachazo a un proyecto y una etapa a¨²n en desarrollo
Si la cohesi¨®n ha sido la primera meta de la nueva coalici¨®n, su siguiente paso deber¨ªa ser superar la pasada d¨¦cada encontrando un perfil propio, sin sentimentalismos del 15-M ni a la b¨²squeda del asalto a los cielos
Los p¨¦simos resultados para la izquierda no han reflejado la gesti¨®n de ayuntamientos y comunidades, ni siquiera la trayectoria del Gobierno de coalici¨®n, sino la imposici¨®n de una narrativa del apocalipsis nacional
Andaluc¨ªa fue clave en los or¨ªgenes del conflicto que vive la izquierda en este final de legislatura, tras las elecciones auton¨®micas de 2022 que debilitaron al partido morado
La Espa?a de 2023 es un pa¨ªs muy diferente al de 1959, pero la vivienda contin¨²a siendo un problema para una buena parte de su poblaci¨®n, para todo el que mida su mes por el salario y no por el dividendo
La actitud de Aznar con el 11-M marc¨® el camino a la derecha para romper el consenso b¨¢sico del respeto al resultado de las elecciones; el ¨²ltimo cap¨ªtulo es el uso de la justicia para controlar las Cortes sin tener mayor¨ªa
El conflicto por la sucesi¨®n dentro de Unidas Podemos se resume en una frase: ni Yolanda D¨ªaz ha asentado su liderazgo ni el exl¨ªder de la formaci¨®n ha dejado de lado el suyo
Hoy el conflicto es m¨¢s cercano, se juega en la propia conciencia c¨ªvica, aquella que marca que hay algo m¨¢s poderoso que la ley de la selva, la certeza de que la supervivencia es un instinto colectivo
Ya no queremos vivir una aventura al lado del protagonista, queremos que el protagonista sea un molde de nuestro yo porque es lo ¨²nico que creemos que nos queda para no disolvernos en ese todo llamado clase media
Es obvio, salvo para las mentes conservadoras m¨¢s empecinadas, que hace falta un cambio de rumbo que ponga punto final al delirio emprendido por Reagan y Thatcher hace 40 a?os
Sin llegar a¨²n a la oleada de protestas de la juventud punk contra el laborismo en los 70, toda una generaci¨®n de izquierdas espa?ola ha empezado a pensar en privado que ¡°contra Rajoy viv¨ªamos mejor¡±
Mediante sus guerras culturales prefabricadas, la ultraderecha caricaturiza las posiciones de la izquierda y ocupa el centro del tablero pol¨ªtico. Pero nuestros tiempos requieren algo tan audaz como un decidido elogio a la normalidad
Pretender resolver los efectos de la nueva crisis b¨¦lica con ajustes sociales, los lleve a cabo Pedro S¨¢nchez o Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ser¨¢ suicida para la democracia espa?ola
Los que escribimos debemos adecuar nuestras palabras a lo que creemos justo
Lo inquietante para el todav¨ªa presidente del PP pero, sobre todo, para el resto de los espa?oles es que ha hecho la tarea encomendada aun sin saberlo, una en la que encanallar a sus votantes era el objetivo
La mejor respuesta contra el proyecto de involuci¨®n pasa por desarrollar los aspectos sociales de nuestro ordenamiento, que siempre se han considerado derechos potenciales m¨¢s que efectivos
Tras ser protagonistas en la incertidumbre de la pandemia, Yolanda D¨ªaz, el PCE y los sindicatos deben pasar de parar retrocesos a lograr conquistas, primar la pol¨ªtica ¨²til sobre las narrativas del conflicto
La indignaci¨®n est¨¢ ausente, la decepci¨®n est¨¢ latente y los ultras, que son algo m¨¢s que Vox, esperan para capitalizarla. O la pol¨ªtica reafirma su contenido social o el peligro de involuci¨®n seguir¨¢ presente