Mauricio en La Habana
Vicent pertenec¨ªa a aquella vieja estirpe del periodista en exilio que hab¨ªa llegado a confundirse tanto con el objeto de su estudio, que se le pod¨ªa considerar parte del paisaje
Vicent pertenec¨ªa a aquella vieja estirpe del periodista en exilio que hab¨ªa llegado a confundirse tanto con el objeto de su estudio, que se le pod¨ªa considerar parte del paisaje
La pol¨ªtica democr¨¢tica es el arte de avanzar en derechos y libertades pese a la constante chapuza legislativa, judicial, period¨ªstica y electoral
Cannes, que siempre ha ofrecido en su galer¨ªa de premios desde el disparate oportunista hasta la pel¨ªcula para la eternidad, sin ruborizarse de verg¨¹enza jam¨¢s, sigue siendo el festival de festivales
En un entorno con aluvi¨®n de tesis doctorales plagiadas burdamente y el m¨¢s obsceno negocio universitario en marcha, no habr¨¢ que creer que un mero avance t¨¦cnico nos vaya a hacer a¨²n peores personas. Ya somos horrorosos
Es un g¨¦nero comercial que en ocasiones adopta demasiados parecidos con la prostituci¨®n, un lucrativo pero oscuro alquiler de favores
Frente a la indiferencia general, muchas v¨ªctimas de abusos se han sentido reconfortadas por el mero hecho de ser escuchadas
En los gremios actuales, la profusi¨®n de premios e incentivos individuales al rendimiento ha provocado que los trabajadores en lugar de verse como compa?eros se miren como rivales
?Qu¨¦ es el periodismo?, se siguen preguntando algunos. Y la respuesta se condensa en la fusi¨®n de todos estos espantos, de la heroicidad a la mezquindad, del asco a la armon¨ªa, de la oscuridad a la luz
Tras el odio de Teixeira por su propio Gobierno, lo que le confunde hasta perjudicar a la defensa nacional, no se ampara un caso aislado, sino una dolencia general
Ione Belarra e Irene Montero est¨¢n obligadas a sacudirse la tutela pero tambi¨¦n monetizar, como ha hecho Yolanda D¨ªaz, su presencia en el primer Gobierno de coalici¨®n de nuestra democracia. Quiz¨¢ el error sea aumentar la presi¨®n sobre ellas hasta convertirla en insoportable
Por m¨¢s hiperconectados y rodeados de gente que estemos, nos seguimos sintiendo aterradoramente solos. Buscamos compa?¨ªa por ese miedo at¨¢vico a la soledad, pero sospechamos que todo lo malo que nos pasa es por salir de casa o por decir que s¨ª
Hasta ahora la ciudad levantada en obras era la peor afrenta de Colau a sus vecinos, pero el hecho de que algunos de sus proyectos de reforma cuentan con apoyo o vayan a lucir bien al terminarse exige a los rivales un aumento de carga explosiva en la cr¨ªtica
Los que recomend¨¢bamos la pel¨ªcula de los ¡®Daniels¡¯ nos habr¨ªamos echado a re¨ªr incr¨¦dulos si alguien nos hubiera dicho entonces que arrasar¨ªa en los Oscar
Guardemos la agresividad punitiva para regular un salvaje panorama virtual que, por desgracia, desemboca en una atroz versi¨®n real, de carne y hueso
La marcha de Ferrovial a Pa¨ªses Bajos no debe ser interpretada como una afrenta para la naci¨®n. M¨¢s bien como una rabieta cl¨¢sica entre el dinero y la oficina recaudatoria
La seriedad consiste en que lo que est¨¦ en tu mano sea tu responsabilidad, que transmitas un control absoluto incluso sobre lo inesperado o ardiente. Lo otro es oportunismo y disimulo
S¨ª, tambi¨¦n los avances necesitan alcanzar a quienes interpretan las leyes, pues no hay partitura nueva que no suene desafinada a los m¨²sicos con telara?as en el o¨ªdo
En las dictaduras, la nomenclatura dirigente goza de un nivel de vida insultante en comparaci¨®n con el de sus s¨²bditos. En las democracias hemos inventado una variante de este absurdo
Dar dinero a la empresa privada para atender las necesidades no cubiertas no es sanidad p¨²blica, es otra cosa bien distinta. He ah¨ª la ra¨ªz del autoenga?o
Dentro de poco, un algoritmo sociol¨®gico entregar¨¢ el Nobel, si es que no lo hace ya. Y as¨ª sucede con el reparto de series y pel¨ªculas, incluso en las revisiones del pasado
Europa tiene demasiados retos por delante para que sus pol¨ªticos tiendan hacia lo gaseoso
Espa?a deber¨ªa reflexionar, mucho m¨¢s que intercambiar mensajitos oportunistas en redes durante los golpes de Estado ajenos, sobre el da?o que causa a su aspiraci¨®n de libertad la constante pelea partidista
Cada jornada que los participantes en la ¡®rave¡¯ de un pueblo de Granada aguantaban ante la indignaci¨®n postiza, se reforzaba el encantamiento de los vecinos
Si el problema de la violencia machista atacara a las escalas altas de la sociedad con la crueldad que lo hace en la esfera m¨¢s necesitada, el discurso p¨²blico ser¨ªa otro
El a?o 22 se termina lo m¨¢s lejos que cabe imaginar del equilibrio que ofrec¨ªan sus d¨ªgitos
A estas alturas, el adjetivo de golpista ha quedado finiquitado por una larga temporada. Se ha agotado como se agota un insulto en el patio de colegio
Si nuestros parlamentarios andan a la busca de provocaciones contra el rival es precisamente por su carencia de otros recursos
Es imposible que corrijamos el mal funcionamiento de la empresa privada, si en el territorio de lo p¨²blico no se ponen medios, inter¨¦s y capacidad para atender al ciudadano
Cuando el imperialismo norteamericano sosten¨ªa las dictaduras militares en varios continentes, los j¨®venes so?¨¢bamos tambi¨¦n con noches de pasi¨®n y bailes agarrados, pero abr¨ªamos espacio a una idea remota de justicia social y libertad
Si tanto nos molesta la humillaci¨®n a los homosexuales, el sometimiento de la mujer, la explotaci¨®n del pobre, el comercio con dictaduras, el dinero blanqueado y la corrupci¨®n del deporte tenemos cuatro a?os para dedicarnos a remediarlo
Ese desarme de la sensibilidad es el viraje m¨¢s vil de la mentalidad europea desde que nos dimos una redacci¨®n de los derechos humanos
Ahora los ciudadanos van al centro de urgencias y se topan con un cartelito que dice ¡°Aqu¨ª no hay m¨¦dico¡± o con un celador n¨¢ufrago que busca la llave para abrir el armarito del Betadine
El reciente discurso de Putin ayuda a recordarnos qui¨¦nes han sido sus amigos en el mundo occidental, ahora que muchos pretenden esconder su afinidad con el l¨ªder ruso
Boris Johnson podr¨ªa ganar todas las elecciones, pero su gesti¨®n ser¨ªa siempre el mismo compendio de torpeza e impostura. De verdad, elijan a la lechuga
Que Johnson, en la serie ¡®This England¡¯, sea un pat¨¢n rid¨ªculo no hace m¨¢s que acrecentar mi admiraci¨®n por la sociedad brit¨¢nica. Al contrario que en nuestro pa¨ªs, el poder ha aprendido a convivir con la cr¨ªtica, el retrato ¨¢cido y la desacralizaci¨®n
La educaci¨®n escolar segregada por sexos provoca que los chicos crezcan sin otra apreciaci¨®n de la mujer que como un extra?o objeto de deseo o de idolatr¨ªa
La extensi¨®n de las campa?as ha crecido como un magma, por lo que incluso en septiembre tenemos que sufrir la competici¨®n particular de cada autonom¨ªa, aunque los votantes no vayan a ser convocados hasta mayo
Las democracias occidentales est¨¢n acosadas por el des¨¢nimo interno, pero no deber¨ªan dejar de atender las demandas de libertad de quienes no tienen las m¨ªnimas condiciones de dignidad
Expandir por el pa¨ªs que una tributaci¨®n sobre beneficios extraordinarios es una traici¨®n a la patria condena a la patria a limitarse a ser una plataforma de lanzamiento al enriquecimiento particular de unos pocos
En el Reino Unido la autoridad judicial no est¨¢ cuestionada, como sucede en nuestro pa¨ªs, porque sus representantes han sabido entender, y en esto la monarqu¨ªa ha resultado capital, su lugar decisivo