#LasCasasNoSonHoteles
¡°Las persianas est¨¢n echadas. Los turistas no aplauden... porque no est¨¢n. Y yo quiero vecinos con los que salir a aplaudir¡±, escribe la autora
Nada rese?able
Lamento el sufrimiento de los enfermos y sus familiares. Y el agotamiento de los que no pueden parar
Los ¡°listos¡± de los navegadores
Parece que los usuarios se quedan conformes con eso de conocer la tarifa con antelaci¨®n, y descuidan que ese importe se ha calculado en muchas ocasiones sobre un recorrido que te da la vuelta a Espa?a
Censores mediocres
La autora acusa al alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida de ser ¡°un meritorio representante de aquella moral cristiana del XIX"
El insulto del PP de Madrid al poeta
La historia recuerda a Miguel Hern¨¢ndez como un gran poeta. A Almeida y a Ayuso no los recordar¨¢
Que no sea nada lo del esguince
Era el consejo que daba a los reci¨¦n llegados: Madrid hab¨ªa que pasearla mirando hacia arriba. Ya no
?Hasta cu¨¢ndo, Mart¨ªnez? Manzanas traigo
Los madrile?os te pedimos cuentas por haber prometido una biblioteca y un centro de salud en donde ahora vas a poner un museo jud¨ªo y t¨² respondes acus¨¢ndonos de antisemitas
Fondos buitre rojigualdas
Dirigentes de la derecha patriotera, est¨¢is manoseando tanto la bandera para tapar vuestra indiferencia hacia el m¨¢s necesitado
Huesos miscel¨¢neos
?Por qu¨¦ recordar toda aquella tramposa maniobra informativa dise?ada solo para enga?ar a los madrile?os?
Por el convento no pasa ni dios
?C¨®mo no nos van a enga?ar con las cuentas desde el PP si ellos entregan a los amigos dinero contante y sonante y nos retornan lo pagado con billetes del Monopoly?
Los cuentacuentos del apocalipsis zombi
Contra las mentiras, datos. Contra los cuentacuentos, la hemeroteca
La presidenta ¡®IDA¡¯
Hasta el diccionario de la RAE la pone como ejemplo para ilustrar sus manifiestas ignorancias
La c¨¢rcel de Torrijos
Todos los que pasaron por aquella prisi¨®n de la dictadura merecen que a las cosas se las llame por su nombre. Aquello no fue un ¡°lugar¡±
Fauna urbana
Los turistas ven, pero no miran. Los viajeros, en cambio, miran m¨¢s
?Beeeeee¡!
Hace dos a?os por estas fechas, los ciudadanos populares o los populares ciudadanos, se mofaron de aquella loca medida de la corporaci¨®n de Manuela Carmena que consisti¨® en regular el tr¨¢fico peatonal por el centro de Madrid
El autob¨²s de mi progreso
Los autobuses fueron los aliados de mi progreso y del progreso de la ciudad, porque el transporte p¨²blico (?p¨²-bli-co!) es la llave de su actividad econ¨®mica
Diez belenes... se me hacen pocos
"Tres millones de euros de lucecitas, en infantil competici¨®n con el otro iluminado Caballero de Vigo"
Pilar, te voy a contar una historia¡
Si escucharas lo que hay en la Asamblea y el Ayuntamiento, Pilar, no te lo podr¨ªas creer
Ilum¨ªnanos, Mart¨ªnez
El caballo de Felipe IV queda inmediatamente eclipsado en cuanto la do?a abre la boca y vaticina que van a arder iglesias por cambiar de tumba a un dictador
Y el metro de Gran V¨ªa, empantanado
Con lo bonita que est¨¢ toda la Gran V¨ªa y lo fea que nos tiene Garrido Montera. Ains...
Cumbre del clima en la ciudad del alcalde contaminador
Justo en la capital donde su primer regidor dice luchar contra la poluci¨®n abriendo el centro a cientos de miles de coches que hasta ahora ten¨ªan prohibido acceder
¡°Hollywins¡±, sagrada patochada en la di¨®cesis de Alcal¨¢
La Iglesia lleva siglos aprovech¨¢ndose de la ignorancia de sus adeptos para colarles patra?as como que la celebraci¨®n de los muertos es un invento sagrado
El autob¨²s de mi progreso
Los autobuses fueron los aliados de mi progreso y del progreso de la ciudad, porque el transporte p¨²blico (?p¨²-bli-co!) es la llave de su actividad econ¨®mica
El general no tiene quien le quiera
Tu desgracia, Paco, es que eres un incordio te pongan donde te pongan
Patinetes contaminantes; ¡®patineteadores¡¯ nocivos
Los ¡®patineteadores¡¯ son la nueva especie depredadora en la fauna urbana.
Y dijo Paco¡ ¡°Yo, aqu¨ª¡±
"Con tu se?ora; a tu casopl¨®n del cementerio de Mingorrubio, que cost¨® una pasta a los espa?oles para lo desaprovechado que est¨¢"
Torquemada estrena Monasterio
Hace cinco siglos, a Torquemada le obsesionaban los jud¨ªos, pero ahora tiene otra fijaci¨®n, sostiene la autora
Bendito cad¨¢ver sombr¨ªo y macilento
En Madrid no se hablaba de otra cosa. Por primera vez se iba a dar cristiana sepultura a un suicida con el benepl¨¢cito eclesi¨¢stico
Se busca mojigato o gazmo?a
?Qu¨¦ es eso de ¡°la despedida de Larra¡±? Entierro. Se dice entierro. Y lo que hab¨ªa en estas calles era cementerios
Ni serlo ni parecerlo ni falta que hace
Los chanchullos con los avales son tan complicados de trasladar a la ciudadan¨ªa, que la ciudadan¨ªa pasa.
Solo Madrid es corte
All¨¢ donde se instalaran los reyes se convocaban las Cortes, y ese lugar se consideraba la capital de la monarqu¨ªa
Biblioteca Nacional: 300 a?os dando tumbos
Sus fondos han sido culo de mal asiento y han conocido cinco lugares distintos hasta su ubicaci¨®n definitiva
?Ni?a¡ no te comas el barro!
Las chicas bien de hace tres siglos com¨ªan barro para ir a la moda, mantener una tez blanquecina y gustar al mozo elegido
El genio de Galileo en la Plaza de Oriente
Felipe IV fue un desenfrenado sexual pero tambi¨¦n un rey capaz, trabajador, pendiente de los asuntos de gobierno y protector de las artes y las letras
?Y los huevos de Atalanta?
Uno de los leones del Congreso es chica. Mirando de frente la fachada, el de la izquierda representa a Hip¨®menes
Diez cabezas, las diez embisten
Lo que se ha padecido en el centro de Madrid durante la primera semana sin Madrid Central no son atascos
No corten el rabo al perro
Cuando la ciudad est¨¦ libre de humos y con las necesidades m¨¢s urgentes satisfechas montamos el pollo para traernos los Juegos Ol¨ªmpicos
Censores, hom¨®fobos, embusteras y Mart¨ªnez
Madrid se merece alguien que al menos parezca que trabaja en beneficio de sus vecinos
Mart¨ªnez-Almeida, si la hace ?la paga usted?
No dudo que el nuevo alcalde traiga en sus alforjas sanas intenciones en favor de los madrile?os; pero una cosa son las intenciones, y otra, los negocios
Los r¨¢canos del agua
Ahora pides una jarra de agua del grifo en algunos restaurantes y parece que le has pisado un callo al camarero