Sergio del Molino

Ayuso, como Aguirre, sabe que el melodrama y la sobreactuaci¨®n dan muchos minutos de pantalla. Cuanto m¨¢s se burlen, mejor

Es imperdonable que una biograf¨ªa como la de Natalie Wood haya quedado reducida a un ¨¢lbum de fotos familiar

Con el presentador de ¡®S¨¢lvame¡¯, la muchachada marcha m¨¢s contenta hacia la lucha final. O hacia el pr¨®ximo meme

Si la serie se hiciese en EE UU no habr¨ªa vivido con esa amenaza perpetua de cierre, inexplicable desde la atalaya de su ¨¦xito

Somos un pa¨ªs de raros ¨²nicos e imposibles de reducir a un repertorio de arquetipos

Cuando a un narrador le interesa lo que cuenta y quiere que al p¨²blico le interese tambi¨¦n, es capaz de desaparecer para que los personajes brillen por s¨ª mismos

Llevan d¨¦cadas siendo los ¨²ltimos y ahora les ha tocado ser los primeros en salir

No soy el ¡®target¡¯ de ¡®El ¨²ltimo baile¡¯, el documental sobre Michael Jordan. Y, sin embargo, qu¨¦ bien me lo he pasado vi¨¦ndolo

He pagado 7,99 d¨®lares para disfrutar en internet del ¨²ltimo espect¨¢culo del apestado Louis C. K. como catarsis individual

Los espacios informativos podr¨ªan empezar por eliminar una de sus secciones m¨¢s exitosas: el recuento de infracciones del estado de alarma

Me sorprende que la tele se resista a reclamar los servicios de horoscoperos y nigromantes, dada la obsesi¨®n por el futuro que han adquirido casi todos los programas desde que empez¨® el apocalipsis

Tony Soprano era un criminal, pero ten¨ªa carisma. Sin embargo, hace un tiempo que menudean los protagonistas odiosos, como los de ¡®Verg¨¹enza¡¯ y ¡®Vamos Juan¡¯

¡®Run¡¯, la serie de Vicky Jones, cuenta la historia de dos idiotas que cumplen una promesa que se hicieron cuando eran novios en la universidad: reencontrarse cuando lo necesitasen

Si la sociedad percibe que, en medio del s¨¢lvese quien pueda, alguien grita ¡°qu¨¦ hay de lo m¨ªo¡±, reaccionar¨¢ dej¨¢ndole a solas con lo suyo

El primer cap¨ªtulo de la cuarta temporada de ¡®The Good Fight¡¯ es la trama m¨¢s arriesgada y extra?a de una serie que tiene muchas tramas arriesgadas y extra?as

La serie de Mariano Barroso desbroza de un modo brillante y n¨ªtido el momento fundacional, el primer asesinato de la organizaci¨®n terrorista

A estas alturas, ya no queda un solo necio que dude de la grandeza de su talento, pero en esta temporada de ¡®Vamos Juan¡¯ hemos descubierto que, adem¨¢s, dirige

En casa, sin toda la puesta en escena laboral que conlleva la oficina, el personaje del trabajador desaparece y emerge la persona

La serie, cuya primera temporada acaba de echar el cierre, recuerda a la muchachada soberbia que un viejo no es un trasto in¨²til que se puede arrumbar en una mecedora

El primer cap¨ªtulo de ¡®Veneno¡¯ es la confirmaci¨®n de una verdad que tendemos a olvidar: no importa qu¨¦ estamos mirando, sino c¨®mo lo miramos

¡®Volver para ser otros¡¯ junta a un pu?ado de sabios para charlar un rato y recuperar cierto tono intelectual, entre tanto balbuceo, tanto grito y tanta ansiedad sin medicar

Institucionales, gubernamentales, auton¨®micos, regios. No ha faltado ni el rostro papal, tra¨ªdo por Jordi ?vole en baja definici¨®n, al estilo ¡®youtuber¡¯

La ficci¨®n es la peor de las gu¨ªas posibles cuando la maza de lo real cae con todo su peso. Y, sin embargo, me poso sobre ¡®La conjura contra Am¨¦rica¡¯, como la mosca en el pringue

No es extra?o que hasta el rey parezca un animador sociocultural. No solo porque es hijo de su tiempo, sino porque un rey se entrena desde ni?o para recitar clich¨¦s

¡®Cosmos¡¯, presentado por Neil deGrasse Tyson, ense?a algo m¨¢s valioso que un pu?ado de lecciones de astrof¨ªsica: coloca a la humanidad en su justa medida de peque?ez y grandeza

Ser¨ªa poco inteligente que el periodismo m¨¢s duro acaparase todo el espacio y no dejara sitio para la burla, la s¨¢tira o, simplemente, la poes¨ªa banal e in¨²til

Cuando empezaba la sinton¨ªa de ¡®El hombre y la Tierra¡¯ me pegaba a la pantalla. Me he preguntado qu¨¦ causaba esa fascinaci¨®n, si mi ingenuidad infantil o la voz del divulgador, y creo que era la segunda

En ¡®Better Things¡¯ lo conmovedor es que una serie tan poco ambiciosa, un alegato de lo cotidiano que elude la tentaci¨®n de darse importancia, haya sobrevivido cuatro temporadas

En d¨ªas tan callejeros y festivos, me identifico m¨¢s con los solitarios y los raros. O con las solitarias y las raras, como Sidney Novak, protagonista de ¡®Esta mierda me supera¡¯

La serie ¡®Devs¡¯ va de f¨ªsica e inform¨¢ticos y de un proyecto secreto que se trabaja en un laboratorio dorado m¨¢s parecido a un templo que a una instalaci¨®n cient¨ªfica

En ¡®BoJack Horseman¡¯ todo el debate sobre la culpa, el da?o y el abuso de poder machista adquiere una dimensi¨®n m¨¢s oscura

Los protagonistas de ¡®Gentefied¡¯ intentan salvar el peque?o restaurante que mont¨® el abuelo de los alquileres criminales y de la presi¨®n h¨ªpster y globalizadora, pero tambi¨¦n de s¨ª mismos

Lo m¨ªnimo que se pide al aspirante frustrado a estrella del rock es que toque bien en la boda de su amigo, y Alberto Garz¨®n ha empezado la primera canci¨®n desafinando y con la guitarra rota

Fantaseamos con Auschwitz porque ya no es un lugar, sino la idea contempor¨¢nea del infierno en la cultura occidental

No hay moraleja f¨¢cil en esta historia, que tampoco termina con una victoria inequ¨ªvoca

Pocos personajes como Marianico el Corto han explotado tanto el arquetipo baturro. 'El ¨²ltimo show' es una met¨¢fora sobre la identidad, en la que caben muchas lecturas pol¨ªticas y culturales

Tal vez los 'Teen Titans Go!' no sean los dibujos m¨¢s edificantes para un ni?o de siete a?os, pero la ¨²nica tradici¨®n que en mi familia pasa de padres a hijos es hacer caso omiso de rombos y recomendaciones

Tras leer a Susan Orlean llego a la conclusi¨®n de que lo mejor que puedo hacer la pr¨®xima noche de s¨¢bado es pasarla leyendo otro libro de Susan Orlean

Si la sociedad hiciera caso a la alcaldesa de Vic, el catal¨¢n acabar¨ªa convertido en un instrumento muerto, antip¨¢tico y ortop¨¦dico