Trabaja duro, exige tus derechos
Regalar sin exigir alimenta la patolog¨ªa neoliberal que est¨¢ detr¨¢s de muchos de nuestros desequilibrios sociales
Es de Chalamera (Huesca). Doctor en ciencias pol¨ªticas por la Universidad de Oxford y catedr¨¢tico en la Universidad de Gotemburgo y ESADE. Colabora con la Cadena SER y es miembro del consejo asesor de KSNET. Sus ¨²ltimos libros: Organizando el Leviat¨¢n y Dec¨¢logo del buen ciudadano. En EL PA?S escribe de pol¨ªtica, divulgaci¨®n cient¨ªfica y filosof¨ªa.
Regalar sin exigir alimenta la patolog¨ªa neoliberal que est¨¢ detr¨¢s de muchos de nuestros desequilibrios sociales
Los pol¨ªticos de los grandes partidos, movidos por un af¨¢n electoral, se est¨¢n dejando arrastrar por una narrativa tan sencilla como falsa: que los trabajadores se pasan en masa a la extrema derecha por los ¡°excesos¡± de la izquierda progre y urbanita
Lo relevante de la econom¨ªa no son los n¨²meros, sino los esp¨ªritus que los mueven. Y ah¨ª reside la virtud de muchas pol¨ªticas sociales de este Ejecutivo
El partido ha muerto. O se ha reencarnado en Sumar, que representa lo m¨¢s constructivo del espacio pol¨ªtico creado por el 15-M
?Qu¨¦ debe hacer el PSOE para remontar? Creo que es m¨¢s importante lo que no debe hacer
Las encuestas intuyen qui¨¦n va a vencer, pero siempre hay emoci¨®n. Aunque el giro del lunes lo supera todo
A pesar del ruido y la furia, la gente valora el talante y la autenticidad por encima del tribalismo y el tacticismo
No estamos en una campa?a normal. En comparaci¨®n con otros pa¨ªses, y con el pasado, cuando las propuestas eran m¨¢s contingentes, la acentuaci¨®n ideol¨®gica es brutal
La guerra supone el triunfo m¨¢s aplastante del c¨¢lculo racional fr¨ªo sobre el instinto moral y, al mismo tiempo, implica su mayor derrota. Lo vemos en Bajmut
Francisco, al permitir que mujeres y laicos voten por primera vez en el s¨ªnodo de los obispos, no moderniza la Iglesia, sino que la devuelve a sus ra¨ªces aut¨¦nticas
En vez de activar la colaboraci¨®n con Andaluc¨ªa, el PSOE se ancla al inmovilismo del ¡°Do?ana no se toca¡±. Y el PP se abona a las promesas electoralistas
Es una tendencia en todas las democracias: independientemente del baile estramb¨®tico de siglas, la izquierda se homogeneiza
Nuestros agentes parecen sacados de la familia Skywalker: todopoderosos para hacer el bien, como Luke, pero tentados a veces por el lado oscuro, como Darth Vader
La eficacia (y discreci¨®n) de nuestras fuerzas de seguridad es impresionante. Pero esta capacidad se puede usar para el bien o el mal, como revelan las fechor¨ªas de la presunta ¡°polic¨ªa patri¨®tica¡± o los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n
Es leg¨ªtimo exigir a quienes se oponen a la reforma que expliciten los costes y beneficios de su alternativa. S¨®lo sabemos que no incluir¨ªa los impuestos ¡°escondidos¡±, ¡°confiscatorios¡± y ¡°revolucionarios¡± que supuestamente contiene esta, pero ?nos pueden dar alg¨²n detalle m¨¢s?
Vox desperdicia un capital pol¨ªtico precioso en a?o electoral al centrarse en la moci¨®n de censura y desplazar la atenci¨®n de la corrupci¨®n en el bipartidismo y la reforma de la ¡®ley del solo s¨ª es s¨ª¡¯
Nuestros cargos p¨²blicos tienen m¨¢s tentaciones para corromperse que en otros pa¨ªses porque tienen m¨¢s poder para decidir sobre contratos, subvenciones o expedientes. Y los corruptores lo saben
Ni Pa¨ªses Bajos es un para¨ªso fiscal, como piensa cierta izquierda, ni Espa?a una rep¨²blica bananera, como considera cierta derecha. Somos fontaneros que a veces fallamos, pero no chapuzas
Los movimientos que, dentro de un Estado, defienden los derechos de una comunidad concreta tienen mala fama
Asistimos a un fen¨®meno curioso: cuanto m¨¢s consenso hay en la sociedad espa?ola sobre un tema, m¨¢s discusi¨®n hay en la esfera pol¨ªtica
Quiz¨¢s las personas adultas escapamos a sus ardides, pero los m¨¢s j¨®venes quedan atrapados en las plataformas
Los l¨ªmites al alquiler hacen que los propietarios retiren sus viviendas del mercado y quien acaba pagando esta medida supuestamente progresista son los arrendatarios realmente pobres
Si nos tocara elegir entre la adherencia a las normas democr¨¢ticas y nuestras pol¨ªticas preferidas, ?pondr¨ªamos todos la democracia por delante?
Si bien gravar las rentas m¨¢s altas puede ser necesario, no es ni mucho menos suficiente para igualar una sociedad
Nuestro ¡®Zeitgeist¡¯ baila al ritmo de canciones latinas. El himno del verano fue ¡®Despech¨¢', de Rosal¨ªa; el rap del invierno, la ¡®Session 53¡¯ de Shakira
La eclosi¨®n, tard¨ªa pero imparable, del teletrabajo facilita que cualquier actividad de alto valor productivo o creativo se pueda realizar desde una aldea rec¨®ndita con vistas a parajes de ensue?o
En general, sentimos que el planeta gira al rev¨¦s. Y, al cambiar de a?o, el futuro ya no nos excita, sino que nos asusta. Feliz 2023
Para normalizar la vida pol¨ªtica en Espa?a, s¨®lo veo un camino: una reforma constitucional que ¡®cierre¡¯ el asunto territorial y que est¨¦ liderada por quien menos se espera, el PP
Tanto el Gobierno como el Tribunal Constitucional se equivocan. Pero ni el uno ni el otro est¨¢n hiriendo de muerte a la democracia
Espa?a ha creado un f¨²tbol global, mezclando, entre otros, la elegancia de Valdano, la presi¨®n de Sacchi y el descaro de Menotti
Hay razones de peso tanto para criticar la eliminaci¨®n de la sedici¨®n como para aplaudirla
Lo l¨®gico es pensar que, si gobiernan, las pol¨ªticas de Vox ser¨¢n socialmente da?inas, terribles en muchos sentidos, pero transitar¨¢n dentro del carril constitucional
?Cu¨¢ntos espa?oles que viven fuera prefieren otra sanidad a la nuestra? La profesionalidad, gratuidad, celeridad o trato humano que uno encuentra en Espa?a son casi imbatibles
Hoy, en una democracia moderna, no tememos tanto a un fan¨¢tico de izquierdas que restrinja las libertades econ¨®micas como a uno de derechas que recorte las libertades civiles
Los sindicatos tienen raz¨®n cuando piden medidas de emergencia para las familias y sectores sociales que se est¨¢n desangrando econ¨®micamente
Seg¨²n la derecha, el pecado capital es la pereza juvenil y, seg¨²n la izquierda, la avaricia empresarial. Es decir, ambas ideolog¨ªas pecan de soberbia
¡°Fue el idilio pol¨ªtico m¨¢s inesperado: la sindicalista que ven¨ªa del PCE y el patr¨®n de los patrones; y en el momento m¨¢s sorprendente: la covid¡±
La raz¨®n del desamor al Gobierno es m¨¢s mundana y est¨¢ en la naturaleza de la democracia: los ciudadanos no votamos por la pol¨ªtica econ¨®mica, sino por la situaci¨®n econ¨®mica
Nuestras sociedades tienen crecientemente unos ojos que no sienten y un coraz¨®n que no ve. La izquierda tiene mejor coraz¨®n, pero la derecha mejor vista
Los tiranos del planeta comparten una premisa com¨²n: est¨¢n insatisfechos con la imagen que el espejo les devuelve de s¨ª mismos y buscan vivir una segunda juventud