La nueva fiebre del ajedrez
Siglos despue?s de su invencio?n, el deporte sigue levantando pasiones. Damas, reyes, alfiles y peones vuelven a invadir la literatura, el cine y las series, e influyen en campos como la ciencia y la pol¨ªtica
El ajedrez es una mina de oro para escritores, periodistas y cineastas, m¨¢s all¨¢ de sus 15 siglos de historia, centenares de personajes fascinantes y atractivas met¨¢foras. Sus tentadoras conexiones con la inteligencia artificial, pedagog¨ªa, neurolog¨ªa, psicolog¨ªa, psiquiatr¨ªa, matem¨¢ticas, pol¨ªtica internacional, literatura, m¨²sica, cine o deporte son una rica fuente de inspiraci¨®n permanente para pel¨ªculas, obras de teatro, novelas y ensayos.
¡°Quienes pueden imaginar cualquier cosa, pueden crear lo imposible¡±. Ese principio guio a Alan Turing para dirigir el equipo ultrasecreto que descifr¨® el c¨®digo Enigma del ej¨¦rcito nazi, lo que probablemente acort¨® varios a?os la II Guerra Mundial y evit¨® millones de muertes. Hay indicios para pensar que al gestar esa frase estaba pensando, entre otros, en grandes maestros de ajedrez. Uno de los protagonistas de la pel¨ªcula Descifrando Enigma (2014) es el coronel Hugh O¡¯Donel Alexander, campe¨®n brit¨¢nico en ese momento y eminente matem¨¢tico. Pero en ese equipo hab¨ªa m¨¢s ajedrecistas. Entre ellos, Stuart Milner-Barry y Harry Golombek, quienes, junto a Alexander, abandonaron precipitadamente la Olimpiada de Ajedrez de Buenos Aires de 1939 porque su primer ministro, Winston Churchill, hab¨ªa dado la orden de que se encerraran con Turing y otros cerebros privilegiados en Benchley Park para una misi¨®n de extrema importancia. El ¨¦xito y la intensidad de esa convivencia con los grandes maestros debi¨® de influir en que unos a?os despu¨¦s, en 1948, Turing crease el primer programa inform¨¢tico de ajedrez, Turochamp. Y que al mismo tiempo, eligiera el ajedrez como campo de experimentaci¨®n de la inteligencia artificial.
Su razonamiento era que la enorme complejidad del ajedrez ¡ªhay m¨¢s partidas distintas posibles que ¨¢tomos en el universo conocido¡ª permitir¨ªa aplicar en campos muy importantes lo aprendido en el proceso cient¨ªfico para que una m¨¢quina ganase al campe¨®n del mundo. El tiempo le dio la raz¨®n, medio siglo despu¨¦s, cuando Deep Blue (IBM) derrot¨® a Gari Kasp¨¢rov en 1997, despu¨¦s de la derrota de su precursor, Deep Thought, en 1989, y del propio Deep Blue en 1996. La historia est¨¢ bien explicada en los documentales The Chip versus the Chess Master (1991) y Game Over: Kasparov and The Machine (2003). Gracias a esa investigaci¨®n, IBM logr¨® importantes avances en los a?os siguientes en ¨¢mbitos conectados con el c¨¢lculo molecular: fabricaci¨®n de medicamentos complejos, planificaci¨®n agr¨ªcola, pron¨®stico meteorol¨®gico o c¨¢lculo financiero.
Turing muri¨® envenenado a los 42 a?os. Probablemente, se suicid¨® por los terribles efectos secundarios de la castraci¨®n qu¨ªmica que eligi¨® para librarse de la c¨¢rcel cuando se descubri¨® que era homosexual. En justicia, merec¨ªa haber vivido al menos 85 a?os para ver la derrota de Kasp¨¢rov. O, mejor a¨²n, 109, porque entonces hubiera sido testigo de una prueba a¨²n m¨¢s impresionante de cu¨¢nta raz¨®n ten¨ªa: en 2021, la empresa Deep Mind (Google), logr¨® el mayor avance en la historia de la biolog¨ªa ¡ªdescifrar el comportamiento de las prote¨ªnas¡ª gracias a lo aprendido con el ajedrez y el go (un juego a¨²n m¨¢s complicado en su t¨¢ctica, aunque menos en la estrategia) a trav¨¦s de sus revolucionarios programas AlphaZero y AlphaGo, de los que dieron cuenta dos documentales distintos.
La convicci¨®n de que el ajedrez puede ser muy ¨²til como herramienta educativa ¡ªsustentada por estudios cient¨ªficos y largas experiencias internacionales¡ª est¨¢ plasmada en varias pel¨ªculas alabadas por la cr¨ªtica. La m¨¢s conocida es En busca de Bobby Fischer (1993): un matrimonio neoyorquino pierde la mesura (como tantos otros progenitores de grandes talentos del f¨²tbol, tenis, etc¨¦tera) al descubrir que su hijo es un superdotado para el ajedrez. M¨¢s reciente, y tambi¨¦n muy aplaudida, es La Reina de Katwe (2016), la historia real de Phiona Mutesi, una ni?a ugandesa que padece el infortunio de nacer en la miseria de un suburbio de Kampala hasta que, gracias al ajedrez, empieza a descubrir el mundo y, sobre todo, su propia capacidad para grandes logros. Con similar hilo conductor, y tambi¨¦n basados en historias reales, hay otros filmes recomendables: Brooklyn Castle (2012), Critical Thinking (2020) o Los caballeros del sur del Bronx (2005). En todos ellos, adolescentes nacidos y criados en entornos muy dif¨ªciles salen adelante en la vida por lo que el ajedrez les ense?a, incidiendo en ellos como una droga benigna y terap¨¦utica que los aparta de las que se venden en las calles.
En parte, la protagonista de ¡®Gambito de dama¡¯ se basa en la hu?ngara Judit Polgar, que bien merecer¨ªa un ¡®biopic¡¯
El autor de estas l¨ªneas escribi¨® un reportaje en tres partes (Trump amenaza mate) que demuestra la veracidad de lo revelado en esas cuatro pel¨ªculas. El primero glosa la utilizaci¨®n del ajedrez con muchos alumnos de una escuela del Bronx en situaci¨®n familiar muy delicada. El segundo se centra en un psic¨®logo de origen espa?ol, Fernando Moreno, que recurre al ajedrez, en un centro del Estado de Maryland donde el 100% de los alumnos son hijos de inmigrantes, como terapia para resolver o paliar sus problemas sociales. El tercero recalca el contraste entre un colegio car¨ªsimo de Manhattan y el p¨²blico 318, que inspir¨® Brooklyn Castle; en ambos, el claustro de docentes no tiene la menor duda sobre la utilidad pedag¨®gica del ajedrez.
De los centenares de personajes arrebatadores del deporte mental, algunos ya est¨¢n inmortalizados en novelas o pel¨ªculas. El m¨¢s fascinante y explosivo de todos, para lo bueno y lo malo, quiz¨¢ sea el ruso Alex¨¢nder Aliojin (1892-1946), transliterado como Alekhine cuando se hizo franc¨¦s. No es aventurado predecir que la industria de Hollywood se fijar¨¢ alg¨²n d¨ªa en ¨¦l para llevar a la gran pantalla una vida de culebr¨®n: su familia fue expropiada por la Revoluci¨®n bolchevique; ¨¦l, encarcelado en Alemania durante la I Guerra Mundial; y condenado a muerte en Mosc¨² a su regreso, supuestamente salvado por Trotsky; luego huy¨® con una enfermera suiza a la que abandon¨® al llegar a Francia; ah¨ª empez¨® su tendencia a emparejarse con se?oras mayores y muy ricas; mientras tanto, fue campe¨®n del mundo y asombr¨® por doquier con exhibiciones de partidas simult¨¢neas a ciegas (con los ojos vendados).
A la espera de ese gran filme, hay dos novelas de alta calidad que se centran en la ¨²ltima parte de su vida: los art¨ªculos antijud¨ªos que escribi¨® tras ser apadrinado por el r¨¦gimen nazi, sus a?os en Espa?a, donde mezcl¨® su genialidad ajedrec¨ªstica con un alcoholismo creciente; y su misteriosa muerte en Estoril (Portugal), con fundadas sospechas de asesinato. Son Teor¨ªa de las sombras (2017), de Paolo Maurensig, y La diagonal Alekhine (2022), de Arthur Larrue.
Otro ajedrecista fascinante y explosivo, tambi¨¦n para lo bueno y lo malo, es Bobby Fischer (1943-2008), en quien s¨ª se han fijado los productores de Hollywood y una legi¨®n de creadores. La pel¨ªcula Pawn Sacrifice (en espa?ol, El caso Fischer, 2014), refleja bien varias partes de su vida, pero salta por encima de la adolescencia, una etapa esencial para entender por qu¨¦ Fischer fue, adem¨¢s de un genio y el ajedrecista m¨¢s carism¨¢tico de todos los tiempos, un enfermo mental, como pudo comprobar el arriba firmante en sus tres encuentros secretos con ¨¦l. Para entender el personaje en su plenitud es mejor el documental Bobby Fischer contra el mundo (2011), y la biograf¨ªa Endgame (publicada en espa?ol por Editorial Teell).
Su duelo en Reikiavik contra el sovi¨¦tico Bor¨ªs Spassky en 1972, en plena Guerra Fr¨ªa, no pudo ser m¨¢s simb¨®lico, fue noticia de primera p¨¢gina en gran parte de la prensa mundial y ha inspirado a muchos autores. El ensayo Campos de Fuerza (1973), de George Steiner, la obra de teatro Reikiavik (2015), de Juan Mayorga, y la ¨®pera rock Chess (1986) son de excepcional calidad. Dos ensayos muy interesantes de 2020 incluyen tambi¨¦n al ef¨ªmero campe¨®n del mundo norteamericano, pero dentro de un abanico mucho mayor de temas y personajes: El pe¨®n, de Paco Cerd¨¢, y Nieve Negra, de Jorge Ben¨ªtez. El primero habla de Arturito Pomar, el ni?o prodigio del ajedrez al que Franco utiliz¨® en beneficio propio. El segundo recoge las traiciones y las grandes rivalidades que rodean a este deporte.
Los aficionados nacidos en la segunda mitad del siglo XX son grandes privilegiados porque, adem¨¢s de la ¨¦pica rivalidad Fischer-Spassky, hubo otras dos cuya repercusi¨®n trascendi¨® mucho los l¨ªmites del tablero blanquinegro, por motivos pol¨ªticos relacionados con la Uni¨®n Sovi¨¦tica (URSS), donde el ajedrez era una pasi¨®n nacional. Anatoli K¨¢rpov fue el h¨¦roe designado por el Kremlin para recuperar el honor nacional perdido por Spassky. Y esa elecci¨®n enfureci¨® a V¨ªktor Korchn¨®i (1931-2016), quien se escap¨® de la URSS, gan¨® el Torneo de Candidatos y disput¨® con K¨¢rpov dos de los duelos m¨¢s escandalosos de la historia, muy bien reflejados en el filme que gan¨® el Oscar al mejor de habla no inglesa en 1984, La diagonale du fou.
Cuando el nuevo h¨¦roe nacional K¨¢rpov cre¨ªa que podr¨ªa vivir de rentas, surgi¨® en Bak¨² (Azerbaiy¨¢n) el revolucionario Gari Kasp¨¢rov, con quien mantuvo (sobre todo entre 1984 y 1990) la mayor rivalidad en la historia de todos los deportes individuales. K¨¢rpov era el s¨ªmbolo de la vieja guardia comunista; Kasp¨¢rov, el de la perestroika (renovaci¨®n) y la glasnost (transparencia) que definieron a Mija¨ªl Gorbachov. Una cinta rusa reciente que se proyect¨® en el pasado BCN Film Fest, The World Champion, narra de modo tan subjetivo como interesante el duelo K¨¢rpov-Korchn¨®i de Baguio (Filipinas) en 1978 desde la perspectiva de K¨¢rpov.
Una de las razones m¨¢s influyentes para que el ajedrez haya inspirado a tantos intelectuales es su poderosa conexi¨®n con la psicolog¨ªa, que se refleja en novelas de muchos lectores. Por ejemplo, El Ocho (1988) de Katherine Neville. O dos de Arturo P¨¦rez Reverte (quien, adem¨¢s, hace gui?os al ajedrez en varias m¨¢s): La tabla de Flandes (1990) y El tango de la guardia vieja (2012). Pero m¨¢s potente a¨²n es el im¨¢n de la conexi¨®n entre ajedrez y psiquiatr¨ªa; es decir, la tentaci¨®n de pintar a los ajedrecistas que protagonizan una obra como locos de atar. Un ejemplo chirriante es la pel¨ªcula Jaque al asesino (1992), muy criticada por vulgar. Bastante m¨¢s lograda, navegando en los tormentosos l¨ªmites entre la genialidad y la locura, es El jugador de ajedrez (1978), con Bruno Ganz. Los psiquiatras suelen coincidir en que una buena educaci¨®n y una adolescencia equilibrada son claves para que la genialidad no derive hacia la locura, como se deduce de lo bien educado que fue el actual campe¨®n del mundo, el noruego Magnus Carlsen. El documental Magnus (2016), es muy apropiado para reforzar esa idea.
Hay otro enfoque menos obvio que el de Jaque al asesino y muy atractivo para el lector o espectador: agarrarse al ajedrez como una tabla de salvaci¨®n para no caer en la locura cuando la vida es un infierno. El maestro de los maestros en esa lid es sin duda Stefan Zweig con su Novela de ajedrez, descuartizada para llevarla al cine con el t¨ªtulo de The Royal Game (se estren¨® en Filmin en junio). Otra obra maestra es La Defensa (1930), de Vlad¨ªmir Nab¨®kov, llevada a la gran pantalla con m¨¢s voluntad que acierto como La Defensa Luzhin (2002) por Marleen Gorris. La misma idea, pero en un contexto bien distinto ¡ªla Guerra Civil espa?ola y la ocupaci¨®n nazi de Francia¡ª, se ve en la pel¨ªcula espa?ola El jugador de ajedrez (2017), que no hay que confundir con la de Bruno Ganz.
En este resumen no puede faltar la obra que ha puesto de moda el ajedrez en medio mundo durante la pandemia: la serie Gambito de Dama (Netflix). Aunque con errores leves y alg¨²n mensaje moral muy discutible ¡ªparece que al director no le gusta la idea de que, al menos en ajedrez, el perdedor es quien m¨¢s aprende¡ª, es una obra de gran calidad, que refleja bien la vida de los ajedrecistas y la pasi¨®n que se viv¨ªa en la URSS. Incluso las piezas de colores, que la protagonista, Beth Harmon (interpretada por Anya Taylor-Joy), tumbada en la cama, se imagina en el techo son veros¨ªmiles. Parte del personaje est¨¢ basado en uno real, que bien merecer¨ªa un biopic: la h¨²ngara Judit Polgar, ¨²nica mujer en la historia que ha estado entre los 10 mejores del mundo, pero con una diferencia esencial: al igual que sus dos hermanas, Judit creci¨® en una familia compacta, recibi¨® una educaci¨®n muy esmerada y no tuvo relaci¨®n alguna con las drogas.
Quien haya le¨ªdo hasta aqu¨ª probablemente dar¨¢ la raz¨®n al gran maestro y periodista neerland¨¦s Hans Ree: ¡°El ajedrez es tan rico que una sola vida no es suficiente para disfrutarlo entero¡±. No solo se refiere a que el n¨²mero de partidas distintas posibles es un uno seguido de 123 ceros (el de ¨¢tomos en el universo tiene 43 ceros menos). Tambi¨¦n a que el ajedrez puede ser un buen punto de partida para hablar de casi cualquier cosa.
Lecturas
La diagonal Alekhine
Arthur Larrue.
Traducción de José A. Soriano.
Alfaguara, 2022.
280 páginas. 19,90 euros.
Gambito de dama
Walter Tevis
Traduccion de Rafael Marín.
DeBolsillo, 2022.
320 páginas. 10,95 euros.
Novela de ajedrez
Stefan Zweig.
Traducción de Luis F. Moreno Claros.
Hermida Editores, 2022. A la venta el 5 de septiembre.
120 páginas. 14,50 euros.
El peón
Paco Cerdà.
Pepitas de Calabaza, 2020.
256 páginas. 18 euros.
Nieve negra
Jorge Benítez.
Libros del KO, 2020.
218 páginas. 15,90 euros.
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