Una exposici¨®n en Estados Unidos usa el duelo entre el espa?ol Santiago Ram¨®n y Cajal y el italiano Camillo Golgi para que los visitantes aprendan una lecci¨®n sobre s¨ª mismos: que lo que perciben por sus ojos no es la realidad
El Ministerio de Ciencia estudia crear un museo, prometido por Pedro S¨¢nchez para 2025, en la antigua Facultad de Medicina de Madrid, en la que el cirujano Alejandro San Mart¨ªn entreg¨® su cad¨¢ver a sus alumnos
Las sincron¨ªas entre el m¨¦todo cient¨ªfico y el mundo art¨ªstico las recibimos a trav¨¦s de nuestro canal ¨®ptico. Los dibujos histol¨®gicos de Santiago Ram¨®n y Cajal son el ejemplo
Una exposici¨®n presenta la obra de cuatro artistas contempor¨¢neos donde resuenan las aportaciones cient¨ªficas, art¨ªsticas y fotogr¨¢ficas de Santiago Ram¨®n y Cajal
Paula Anta, Linarejos Moreno, Ana P¨¦rez Pereda y Miguel ?ngel Tornero proponen un acercamiento a los v¨ªnculos entre el arte y la ciencia a partir de la obra del Nobel espa?ol
Los lectores escriben sobre la exposici¨®n consagrada al cient¨ªfico en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, el acceso a la propiedad, los 50 a?os del golpe de Pinochet y la insuficiente inversi¨®n en sanidad y educaci¨®n
El volumen, que acab¨® a la venta en el Rastro madrile?o por 30 euros, muestra el escepticismo del Nobel ante el espiritismo, de moda a principios del siglo XX
Fue disc¨ªpulo de Cajal, miliciano republicano, m¨¦dico personal de P¨ªo Baroja y pionero en Espa?a de las t¨¦cnicas de diagn¨®stico r¨¢pido, aunque casi nadie le recuerda hoy
Las neuronas y los nervios potencian tumores de mal pron¨®stico, incluidos los de cerebro y p¨¢ncreas. El proceso podr¨ªa revertirse con f¨¢rmacos ya aprobados para enfermedades neurol¨®gicas y circulatorias
La edici¨®n que se inaugura este viernes estar¨¢ vertebrada no por un pa¨ªs invitado como en a?os anteriores sino por el conocimiento cient¨ªfico, siempre muy presente en lo libresco en forma de divulgaci¨®n, inspiraci¨®n o met¨¢fora
Casi todo lo que dijo el neurocient¨ªfico aragon¨¦s ha podido confirmarse en experimentos y observaciones con tecnolog¨ªa moderna. Alberg¨® incluso pensamientos que todav¨ªa hoy nos sobrepasan
En esta ¨¦poca de barroquismo gratuitos y lujosas fantasmagor¨ªas digitales el teatro preserva la inmediatez de la presencia y la voz humanas, m¨¢s reales que en ning¨²n otro arte, m¨¢s capaces de invocaci¨®n y de fantas¨ªa
La directora del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona explica por qu¨¦ la instituci¨®n ha dedicado sus ¨²ltimas grandes apuestas a temas cient¨ªficos como el cerebro, Marte y la biolog¨ªa de los seres vivos
Un investigador encuentra en un cementerio madrile?o el singular sepulcro dise?ado en 1903 por el futuro ganador del Nobel de Literatura, casi un hijo para la fallecida y su marido, el cient¨ªfico Luis Simarro
Solemos pensar en ¨¦l como un ente invariable e indiferente a las dem¨¢s zonas del cuerpo. Pero esta neurocient¨ªfica que estudia su interacci¨®n con el coraz¨®n, el intestino y otros ¨®rganos, lo tiene claro: nuestra f¨¢brica de pensar es una infinita caja de sorpresas.
El investigador espa?ol ha iluminado el funcionamiento del cerebro humano e ingresar¨¢ por ello en la prestigiosa Royal Society del Reino Unido, a la que pertenecieron Darwin y Einstein
Los que han tenido la fortuna de vivir muchos a?os han habitado dos mundos diferentes. El de la ni?ez y juventud poca relaci¨®n tiene con el de la senectud
Lo sorprendente y dif¨ªcil de explicar por la neurociencia ser¨ªa lo contrario, es decir, que los mayores record¨¢ramos solo lo reciente y olvid¨¢ramos lo que pas¨® hace mucho tiempo
El CSIC ha decidido estrat¨¦gicamente reforzar su potencial en el estudio del cerebro con el lanzamiento del Centro Internacional de Neurociencia Cajal (CINC), seg¨²n su director
Una antolog¨ªa re¨²ne 70 semblanzas de personalidades espa?olas publicadas en peri¨®dicos porte?os. Baroja, Sorolla, Gald¨®s, Victoria Kent o La Argentinita desfilan por sus p¨¢ginas
Una exposici¨®n en Madrid muestra las facetas m¨¢s desconocidas del Nobel espa?ol, como un relato de ciencia ficci¨®n de 1885 sobre una inyecci¨®n para dominar a la poblaci¨®n
El m¨¦dico Federico Ol¨®riz narr¨® en su diario personal la llegada de una peste a Espa?a en 1884, con una medida de tiempo singular: los periodos de 15 minutos