La Casa del Organista, sentimiento campechano
Balcones del siglo XVIII en una posada de Santillana del Mar
Altamira a la de una, a la de dos... y a la de tres
El Gobierno c¨¢ntabro propone que cada a?o salgan a subasta cinco entradas a la cueva El dinero se destinar¨ªa a investigaci¨®n
Jugar a los dados con la memoria de la humanidad en Altamira
En todo el mundo, la conservaci¨®n del arte parietal es una prioridad absoluta, por encima del turismo
Viaje al Paleol¨ªtico
El proyecto de Salg¨²ero de Juarros pretende abrir una puerta al pasado de Altamira.
Un paseo por la cueva de Altamira
Un redactor de EL PA?S describe su entrada a la visita a la Cueva
Chauvet: neocueva s¨ª, acceso al original, no
Francia reproduce la caverna de Chauvet para evitar que las visitas deterioren el lugar
La emoci¨®n de la prehistoria
Dos espa?oles, dos estadounidenses y un noruego inauguran las visitas a la Cueva de Altamira. El conjunto de pinturas en el norte de Espa?a explica el nacimiento del arte
Una visita a los bisontes
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Un reportaje gr¨¢fico sobre la entrada a la cueva de Altamira y a las otras que pueblan sus alrededores
El Patronato de Altamira abre la cueva a visitas controladas
El ¨²ltimo informe encargado por el Ministerio de Cultura aseguraba que la presencia humana no afecta a las pinturas. Las visitas han provocado protestas de expertos
El presidente c¨¢ntabro ve ¡°irrespetuosa¡± la carta de Altamira
Los cient¨ªficos se han rebelado contra la reapertura de la cueva
Los cient¨ªficos se rebelan contra la reapertura de Altamira
Historiadores de la Complutense e investigadores del CSIC protestan por el posible acceso a la cueva ante el riesgo para su conservaci¨®n
¡°Que nunca deba depender de nadie¡±
Sira Moreno es una ni?a sana y feliz que vive en un pueblo de Cantabria. Su familia representa la clase media espa?ola que sortea la crisis con dificultades
Cultura defiende ante la Unesco las visitas a la cueva de Altamira
El informe del Ministerio regula con precisi¨®n los movimientos en el interior
Altamira: dos informes, muchas dudas
Pol¨¦mica cient¨ªfica entre dos equipos de investigaci¨®n sobre la relaci¨®n entre las visitas y el deterioro de las pinturas
Les c¨¤meres roden a Altamira
Durant d¨¨cades s'ha prohibit gravar a les coves, per¨° ara acullen l'equip del director L¨®pez Linares, que treballa en estrictes condicions per respectar les pintures
El maestro de Altamira
Santillana del Mar|
Por primera vez en d¨¦cadas, c¨¢maras de cine han entrado a las cuevas de Altamira para rodar un documental que indaga en el misterio de la creaci¨®n art¨ªstica. EL PA?S acompa?¨® al equipo en la primera semana de rodaje.
Las c¨¢maras ruedan en Altamira
Durante d¨¦cadas se ha prohibido grabar en las cuevas, pero ahora acogen al equipo del director L¨®pez Linares, que trabaja en estrictas condiciones para respetar las pinturas
Cuevas de Altamira
Santillana del Mar|
Cuevas de Altamira
Dudas sobre Altamira
Preservar la cueva del arte
No hay que ocultar el patrimonio de todos, pero s¨ª extremar el cuidado para conservarlo
Los cient¨ªficos concluyen que las visitas no afectan a Altamira
¡°Los principales peligros para las pinturas se deben a la naturaleza", asegura el responsable de la investigaci¨®n
Un mecenas
Bot¨ªn consideraba que los negocios deb¨ªan revertir en la sociedad promoviendo la cultura, la formaci¨®n y las bellas artes
Las mariposas toman el zoo
Miles de insectos de todos los colores atraen a los turistas hasta el jard¨ªn tropical de Santillana del Mar
Altamira, un proyecto multidisciplinar
La r¨¦plica de Altamira
Altamira: ?ciencia o ¡®marketing¡¯?
Ante una gran copia, ?qui¨¦n a?ora un original?
La reapertura de la cueva de Altamira reaviva el debate sobre si merece la pena poner en riesgo su futuro por contemplar una obra 'aut¨¦ntica' Algunos visitantes admiten no sentir gran diferencia
Altamira, de nuevo
La mera respiraci¨®n y la sudoraci¨®n de los visitantes, o los focos que iluminan las obras, son los peores enemigos de esta Capilla sixtina del paleol¨ªtico
Los bisontes ya reciben en casa
Un sorteo ha decidido las cinco primeras personas autorizadas para acceder el conjunto El ritual se repetir¨¢ semanalmente hasta agosto para dilucidar el impacto humano del experimento
Un temblor milenario
Antonio D¨ªaz Rega?¨®n, catedr¨¢tico de instituto jubilado, fue uno de los cinco elegidos por sorteo para acceder a la cueva de Altamira
La cueva original de Altamira reabre 12 a?os despu¨¦s
Cinco personas elegidas de forma aleatoria podr¨¢n acceder al conjunto rupestre Las visitas se repetir¨¢n cada semana hasta el mes de agosto
Un ¡°experimento¡± reabre Altamira
La cueva recibir¨¢ durante ocho meses la visita de seis personas por semana La reapertura definitiva del monumento se decidir¨¢ seg¨²n el impacto en las pinturas
Una segunda entrada de aire amenaza la cueva de Altamira
El flujo aporta nutrientes y bacterias contaminantes al yacimiento El descubrimiento obligar¨¢ a cambiar los planes de conservaci¨®n de la cueva
De Santillana del Mar a Granada
La novedad es la t¨ªmida apelaci¨®n al federalismo como mera actualizaci¨®n y clarificaci¨®n del sistema auton¨®mico
¡°Seguimos utilizando las mismas t¨¦cnicas art¨ªsticas que hace 22.000 a?os¡±
La comisaria Jill Cook inaugura en Santander la exposici¨®n ¡®El arte en la ¨¦poca de Altamira¡¯, que combina piezas de la edad de hielo con obras modernas de Mir¨® o Matisse
Pan de hogar
LA CASONA DE LOS G?ELITOS, una posada familiar en Santillana del Mar
Altamira se apunta al arte de vanguardia
La Fundaci¨®n Santillana cede al museo adjunto a las cuevas rupestres una obra del vanguardista mexicano Mathias Goeritz
La mano del neandertal asoma tras las pinturas m¨¢s antiguas
Nuevas dataciones de arte rupestre de Asturias y Cantabria revelan que es anterior a lo estimado El hallazgo abre la duda de qu¨¦ especie humana cre¨® las figuras rupestres
Altamira en peligro
Madrid|
Ocho expertos advierten en la revista 'Science' que la cueva, colonizada por bacterias y hongos, no soportar¨ªa el impacto de los visitantes si se reabriese
Altamira reabrir¨¢ al p¨²blico con restricciones tras ocho a?os
Madrid|
La cueva prehist¨®rica podr¨¢ recibir visitas de manera controlada