Si intentamos ver todo, no soltamos el m¨®vil, queremos programar cada movimiento y pretendemos que las costumbres en el otro lado del mundo sean las mismas que en nuestro hogar, ning¨²n viaje ser¨¢ placentero. Una serie de expertos nos dan las claves
El bar de barra y grifo resiste en el centro como el ¨²ltimo reducto de la hosteler¨ªa cercana. Se mantiene transversal, intergeneracional e indomable, gracias a su clientela m¨¢s fiel
La Junta de Andaluc¨ªa traspasa a un fondo inversor israel¨ª el edificio donde la entidad M¨¢laga Acoge trabaja desde hace dos d¨¦cadas para convertirlo en apartamentos vacacionales
Los lectores escriben sobre la incesante bronca pol¨ªtica, las nauseas durante el embarazo, las ciudades en verano y la situaci¨®n de la izquierda espa?ola
Los lectores escriben sobre la despolitizaci¨®n juvenil, las listas de espera sanitarias en Madrid, el turismo masivo y las formas de abordar el c¨¢ncer
El presidente del comit¨¦ ejecutivo de la agencia de Turismo de Naciones Unidas, Ahmed Al Khateeb, alerta de que la capacidad de los territorios para recibir visitantes es limitada
El Ayuntamiento priorizar¨¢ este verano la gesti¨®n de la saturaci¨®n en la Sagrada Familia, el Park G¨¹ell y La Boqueria, pero no contempla limitar los visitantes
La alcaldesa, ?ngeles Mu?oz, asegura que esos terrenos podr¨ªan acoger ¡°proyectos estrat¨¦gicos¡± y que as¨ª lo recoger¨¢ su nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana, en proceso de aprobaci¨®n
El turismo tan beneficioso en otro tiempo est¨¢ a punto de convertirse en una amenaza, est¨¢ creando una sensaci¨®n de angustia, muy pr¨®xima al p¨¢nico
Los lectores escriben sobre la respuesta de Isabel D¨ªaz Ayuso al reconocimiento de Palestina, el abandono de las mujeres en la menopausia, el turismo en Canarias, el placer de la lectura y el techo de cristal de las trabajadoras
Vivir en la ciudad consiste en esperar. Esperar en el metro o en el atasco. Esperar en el mercado o a entrar en la discoteca. Nadie puede escapar de la fila infinita, pero hay diferentes maneras de afrontarla
El negocio tur¨ªstico fuera de control expulsa a los vecinos y destruye las urbes, sustituyendo la esencia ciudadana, el crisol de gentes o la mezcla de usos por el monocultivo del selfi y la chancla
Viajar deber¨ªa ser una forma de desconexi¨®n, pero cada vez m¨¢s personas sienten, cuando acaban sus permisos laborales, que descansar es precisamente lo que menos han hecho. La agenda llena, los horarios ajustados, la necesidad de exprimir al m¨¢ximo el tiempo y las redes sociales est¨¢n detr¨¢s de este fen¨®meno
El Consell de la isla abre un expediente sancionador contra el establecimiento tras una inspecci¨®n realizada en abril con una posible multa de miles de euros
Este n¨²cleo, uno de los lugares m¨¢s visitados de la isla, acuerda restringir el acceso a visitantes y se prepara para votar su cierre total ante la falta de ayudas para gestionar la saturaci¨®n estival
La capital de los Pa¨ªses Bajos tiene 541 hoteles con unas 40.000 habitaciones, y portavoces del Consistorio aseguran que su intenci¨®n es ¡°mantener una ciudad habitable para sus residentes¡±, que rozan las 935.000 personas
Espa?a suma r¨¦cords tur¨ªsticos y se asoma a superar este a?o los 100 millones de llegadas y los 200.000 millones de PIB. Las protestas de Canarias han puesto de relieve los da?os que causan las cifras: masificaci¨®n y p¨¦rdida de calidad de vida local
Francisco, en su primera salida de Roma este a?o, acude a la Bienal veneciana, se re¨²ne con las presas de una c¨¢rcel y celebra una misa en la plaza de San Marcos
Si hace cincuenta a?os el cine y la m¨²sica pensaban en recibir y agradar al turista, hoy una nueva generaci¨®n de escritores, cantantes y cineastas hablan desde el punto de vista de los hijos de unas ciudades arrasadas por apartamentos tur¨ªsticos y negocios cerrados
La experiencia de este malague?o, que dirige adem¨¢s una banda musical, ha llegado a medios internacionales. El precio de la vivienda es ya la primera preocupaci¨®n en la capital, seg¨²n una encuesta de la Universidad
Los pisos tur¨ªsticos se multiplican en esta zona pegada al centro de la ciudad y los vecinos, tras a?os de lucha, asumen que la gentrificaci¨®n acabar¨¢ con su singular identidad