El verdadero sentido de la comida en Navidad
Las fechas se?aladas en el calendario en las que c¨ªclicamente pasan cosas id¨¦nticas marcan d¨®nde clavamos la aguja con el hilo que junta los a?os unos con otros
Es cocinera de oficio y por vocaci¨®n. Durante m¨¢s de veinticinco a?os ha trabajado en restaurantes de Espa?a y Francia. Autora del libro ¡®Cocina o Barbarie¡¯, prologado por Joan Roca en catal¨¢n y Dabiz Mu?oz en castellano. Actualmente vive en Vilanova de Sau, Osona, donde ha conducido el restaurante de cocina catalana El Ferrer de Tall.
Las fechas se?aladas en el calendario en las que c¨ªclicamente pasan cosas id¨¦nticas marcan d¨®nde clavamos la aguja con el hilo que junta los a?os unos con otros
El ritual debe celebrarse siguiendo unos preceptos estrictos con sumo rigor
No hay mejor motivaci¨®n que unas condiciones de trabajo en las que no haya nada que (re)compensar
El mundo est¨¢ lleno de mujeres apasionadas de la cocina, con el impulso, la determinaci¨®n, el talento y la ¨¦tica de trabajo necesarias para llegar a lo m¨¢s alto. Pero para hombres y mujeres, el precio a pagar para conseguirlo no es el mismo
Antonio hace a?os que observa meticulosamente los mapas que hay encima del crucigrama y del sudoku. Anota mentalmente los d¨ªas de lluvia, las cantidades de agua, las temperaturas y las jornadas de viento de cada pueblo a cien kil¨®metros a la redonda
El ser humano tiene que preparar sus alimentos para hacerlos aptos para un sistema digestivo fr¨¢gil. Esta necesidad ha derivado en una compleja cultura en torno a la comida que habla de todo, incluso de los cambios de estaciones.
El taz¨®n de caldo que se prepara para una vecina o un amigo que acaba de perder a un ser querido no va destinado a satisfacer su necesidad de agua con nutrientes, sino a hacerle saber que no est¨¢ solo
En el mundo todo es comida. Nosotros mismos no somos m¨¢s que un saco de ingredientes en potencia a la vista de gusanos, buitres o pumas
Los dos a?os que Thoreau estuvo en su caba?a aleccionando al mundo acerca de la vida esencial del hombre puro, su madre, Cynthia Dunbar, le llevaba una cesta con calzoncillos limpios, camisas planchadas y una fiambrera con macarrones cada dos d¨ªas
Revisemos el tema de las cucharitas para la hora del t¨¦, por favor. Antes de invertir dinero de la empresa en I+D o en renovar la carta, revisemos que estamos cumpliendo con lo b¨¢sico. Saldremos todos ganando
Es posible que las bater¨ªas el¨¦ctricas que propulsan tanto el trasto a pedales como ese m¨®vil que algunas llevan fijados al manillar terminen un d¨ªa en un vertedero de residuos en Ghana
Las jud¨ªas verdes perfectas no s¨®lo no existen, sino que ponen en peligro la existencia de las jud¨ªas verdes importantes, eso es: las reales
Es la m¨¢s consumida y cultivada del mundo, y la que se menciona m¨¢s veces en las tablillas de arcilla babil¨®nicas que guardan la receta de cocina m¨¢s antigua de todas, fechada hace m¨¢s de 4.000 a?os
El autor brit¨¢nico invent¨® y describi¨® con todo lujo de detalles lenguajes, geograf¨ªas, razas, linajes, faunas y floras, pero no gastronom¨ªas
Cada d¨ªa rompo unas 219 directrices de seguridad alimentaria, todas ellas basadas en datos cient¨ªficos ciertos e irrefutables. B¨¢sicamente, elijo esas formas posibles de morir en vez de una muerte segura por par¨¢lisis de an¨¢lisis o por ansiedad
Hace pocos d¨ªas fue presentada en sociedad desde la cuenta oficial de Heinz en Reino Unido. Los ingleses aplaudieron con un asentimiento de cabeza comedido. Los italianos soltaron a los perros
Para evitar el conflicto no hace falta argumentar ni elucubrar, ni explicar ni justificar, s¨®lo comunicar de forma clara cu¨¢les son las condiciones del pacto antes de cerrar el acuerdo, esto es, antes de que el cliente se siente a la mesa
Hace cuarenta a?os era posible que un trabajador pasase toda su vida laboral en una sola empresa. Tambi¨¦n era razonable pensar en mantener, con ese ¨²nico sueldo, una familia entera y una vivienda de propiedad. Hoy, ese escenario no existe
La ciudad de la luz es gris. Y despierta a una segunda vida furtiva en verano al caer el sol
Desde pulgas, flautines, flautas, bocatines, panecillos, barritas, r¨²sticos, chapatas, payesitos, paninis hasta uno del tama?o del antebrazo de Joseba el tornero, del que me estoy recuperando del susto
Es una versi¨®n moderna de la vieja t¨¦cnica de cocinar enterrando la olla en un hoyo con brasas calientes. Da resultados magn¨ªficos con el arroz o la pasta. Cristina vive en una autocaravana y cuece as¨ª las alubias para ahorrar butano
La masificaci¨®n tur¨ªstica hace que las ciudades dejen de vivir para s¨ª mismas y lo hagan para los forasteros
Si no compro m¨¢s a menudo pollo del Kentucky en Espa?a es porque aqu¨ª la misma franquicia no lo hace tan rico como en Inglaterra, donde lo prob¨¦ por primera vez. Que cuando uno come casero y mira de cuidarse, renunciar a darse, de vez en cuando, un capricho no tiene ning¨²n sentido
En los contenidos de esta chica de 22 a?os y el movimiento ¡®tradwife¡¯ se da un fen¨®meno culinario que ha estado presente de forma constante a lo largo de la Historia: el uso de la cocina como marcador social
Hay una clase de restauraci¨®n profesional que no tiene ning¨²n tipo de inter¨¦s en nada que tenga que ver con la gastronom¨ªa; cuya fuente de ingresos no es cocinar, sino usar la cocina como excusa
Hace 100 a?os que tenemos, sobre el papel, la misma cantidad de horas disponibles. Sin embargo, nunca como hoy hab¨ªamos tenido esta acuciante y asfixiante sensaci¨®n de no tener tiempo
Los placeres del verano: helados, sandia, pescadito y hules, cortinas, tumbonas, neveritas, chancletas, viseras, platos, copas, cubiertos...
Es de los momentos m¨¢s m¨¢gicos del a?o, donde se recibe el fruto del abrazo de cada ¨¢tomo de ox¨ªgeno y de cada ¨¢tomo de carbono en forma de calor, y de ah¨ª salta la chispa en cualquier verbena
No soy capaz de solicitar la dosis que necesito sin sentir en los hombros el peso del juicio de la civilizaci¨®n occidental en pleno, alzada como un solo hombre que me mirase fijamente con desaprobaci¨®n y verg¨¹enza
Aclaro que a lo que me refiero es a una receta de salsa bolo?esa expr¨¦s, de diario, con Indicaci¨®n Geogr¨¢fica Protegida de mi casa, no a un ¡®rag¨´ alla bolognese¡¯ can¨®nico de domingo
Muchos restaurantes hacen el estornino. Imitan esl¨®ganes, cantos, lemas que tienen el poder de atraer clientes
Esto que nos parece hoy normal, lo del bistec o la suprema de salm¨®n a la plancha acompa?ado de cuatro patatas fritas o de un pu?ado de hojas verdes ali?adas, es una anomal¨ªa hist¨®rica que suprime la posibilidad de aprovechar los restos del guiso de la comida
Cuando los canes detectan alg¨²n olor especialmente interesante, sienten la necesidad imperiosa de complementar el est¨ªmulo nasal con el gustativo
La idea parece trasladar al ¨¢mbito dom¨¦stico el sistema de trabajo de la industria alimentaria: comer a diario a base de bl¨ªster recalentado al microondas, habiendo sido uno mismo la mano de obra
Es una especie que era com¨²n en los recovecos de los solares en obras, fruto de alguna semilla ingerida en desayunos de pan con tomate y expulsada en alg¨²n apret¨®n humano e imprevisto en estos rincones
El mi¨¦rcoles vimos, en horario de m¨¢xima audiencia, a alguien apostar por s¨ª mismo, anteponer su bienestar y su salud mental, antes que seguir con su participaci¨®n en un concurso
En la cocina de Ana Barrera hay corujas, pero no pamplinas. La austeridad y rusticidad de sus platos es beligerante y soberbia
Los callos de bacalao con flores, de Pedro S¨¢nchez en Bag¨¢, o la m¨ªtica tortilla de patatas en tempura, de Alberto Chicote demuestran que en el mundo no existen ni buenas ni malas ideas, sino ejecuciones brillantes o mediocres
En cada peque?o acto de humanidad cabe la posibilidad del error, del fallo, del tropiezo, pero tambi¨¦n la posibilidad de que lo mejor de la humanidad se manifieste
Una de las muchas desgracias de los tiempos que vivimos es esta plaga, no s¨®lo de la m¨¢s baja calidad posible, sino mal almacenados, mal cocidos, y pintados con un lamet¨®n de gelatina dulce o alm¨ªbar