![Karla Sof¨ªa Gasc¨®n, el 15 de enero durante la presentaci¨®n de 'Emilia P¨¦rez' en Ciudad de M¨¦xico.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CZWBPKC4YND4LO4IWXIG2PXL3M.jpg?auth=de9a7363739e9573a9e540f4d08bc0846d4e228e69be7e8bbdbdc8fb852a0336&width=414&height=233&focal=1400%2C875)
Karla Sof¨ªa Gasc¨®n: cancelaciones buenas y malas
El escarnio p¨²blico est¨¢ de moda incluso entre quienes se tienen por abiertos y progresistas
El escarnio p¨²blico est¨¢ de moda incluso entre quienes se tienen por abiertos y progresistas
Que el Gobierno deje la cuesti¨®n de la inmigraci¨®n en manos de los nacionalistas etnicistas es un grave error
La semilla que hizo posible la Shoah sigue viva y puede brotar en cualquier momento. Solo que ahora los perseguidos no son los jud¨ªos, sino los inmigrantes
Los amos del mundo se han desprendido de todos los disfraces
La celebraci¨®n de la Supercopa en Arabia Saud¨ª pone en evidencia la hipocres¨ªa del f¨²tbol espa?ol
Resulta llamativo el silencio de tantos que escriben y se oponen a la ¡®religionizaci¨®n¡¯ de los ultras cat¨®licos pero callan cuando se trata de otras confesiones religiosas
Sigo sin saber muy bien c¨®mo ser escritora y madre. Lo raro es tener que hacer como si mi propia reproducci¨®n y la implicaci¨®n f¨ªsica, emocional y log¨ªstica que implica no existieran
Para quienes necesitan encontrar un chivo expiatorio contra el que dirigir su ira, no importan las ideas, las creencias o el comportamiento de los inmigrantes
Cuesta creer que una escisi¨®n de Al Qaeda vaya a garantizar las libertades y los derechos de los sirios (y sirias) sin excepci¨®n
Afirmar que las feministas que creemos en la existencia del sexo somos extrema derecha es desinformaci¨®n pura y dura
Los escritores y los guionistas no somos historiadores; si viajamos en el tiempo deber¨ªa ser para desplegar las alas de la imaginaci¨®n
?Un marido que mira mientras otro se tira a su mujer? ?Qu¨¦ m¨¢s transgresor que convertir a una respetable esposa en una zorra a disposici¨®n de desconocidos?
En la base de la pir¨¢mide la competencia es feroz y quienes m¨¢s sienten la presi¨®n no son las ¨¦lites ni la clase intelectual
Palabras como decepci¨®n o desenga?o no me alcanzan para describir la tristeza, la rabia, la constataci¨®n de que a quienes se hace callar siempre es a nosotras
Quien ha tenido alg¨²n contacto con el fundamentalismo no se sorprende con el fen¨®meno de las mujeres que reivindican la sumisi¨®n al hombre
Los ¡®posmoalternativos¡¯ nunca nos representaron y prueba de ello son todas las veces que el movimiento se?al¨® sus traiciones a la agenda por la igualdad
Seguimos con la obsesi¨®n de encontrar esencias gen¨¦ticas que nos hagan distintos, que nos separen del ¡°otro¡±
Los problemas para tener una vivienda asequible no son un destino fatal ni un fen¨®meno natural
Vivimos en una sociedad de consumo donde se puede comprar de todo, pero resulta que a las gordas se nos priva de la posibilidad de entrar en una tienda, escoger un art¨ªculo, prob¨¢rnoslo y comprarlo si es de nuestro agrado
Leyendo lo que narra Maruja Torres desde esa edad que todav¨ªa no tiene nombre, parece que el ant¨ªdoto a la deshumanizaci¨®n progresiva es la amistad
No creo que haya ejemplo de egocentrismo m¨¢s narcisista que el de quienes son capaces de despreciar de un modo tan insultante el esfuerzo de sus mayores
Podr¨ªamos pensar que el mundo de la prostituci¨®n y el de la pornograf¨ªa est¨¢n separados del nuestro, del de las mujeres que somos ajenas a estas esferas de la realidad, que no nos afecta pero no es cierto
Hay una distancia abismal entre la opini¨®n general y la experiencia real de ser inmigrante
La gran paradoja que vive el feminismo es que, tras 300 a?os impugnando la idea del g¨¦nero, ahora deba dedicarse a defender la existencia del sexo
Como madre espa?ola tengo derecho a no preocuparme cuando mis hijos anden solos, a que no los paren para pedirles papeles, a que no tengan que responder siempre como sospechosos habituales
Una cosa es el sue?o h¨²medo del autoritarismo propio de otros tiempos y otra muy distinta la gesti¨®n de la realidad
No he visto ¡®Malinche¡¯, pero seguro que es muy cr¨ªtico con la historia de Espa?a
No es tan f¨¢cil para las mujeres inmigrantes poder disfrutar de la vida libre que ofrecen los pa¨ªses igualitarios a los que llegan
Establecer un ¡®apartheid¡¯ administrativo para los hijos de migrantes es empujarlos a tierra de nadie, convertirlos en ap¨¢tridas sin naci¨®n alguna que los reconozca como propios
Hay sectores en la izquierda y en el feminismo que llaman fascista a cualquier voz que no est¨¦ de acuerdo con ellos
No lo dijo Marx, pero la pornograf¨ªa se est¨¢ convirtiendo en un enorme problema, un mundo paralelo al real que est¨¢ carcomiendo los cimientos de la vida en todos los sentidos
Ojal¨¢ ejerci¨¦ramos como ciudadanos con la historia en mente e hici¨¦ramos todo lo posible para no perder este mundo de hoy imperfecto que tenemos
La Constituci¨®n y los derechos humanos permiten que menores de entornos y familias que no tienen la igualdad y la libertad como valores fundamentales puedan sentirse seguras
Yolanda D¨ªaz dice ser muy beligerante con la patronal, pero pone la alfombra roja a quienes tienen como negocio comprar y vender hembras humanas como si fueran ganado
No es de extra?ar que los ni?os crezcan sinti¨¦ndose siempre muy especiales, muy distintos a los dem¨¢s, seres ¨²nicos que merecen tener todas las necesidades cubiertas
El miedo se azuza para que creamos que quienes nos roban y empeoran los servicios p¨²blicos son esos que acaban de aterrizar y no la derecha con la privatizaci¨®n
La diferencia entre los herederos de Converg¨¨ncia y la l¨ªder de Alian?a Catalana es que la segunda no tiene complejo alguno en expresar sus postulados racistas.
La imparable sexualizaci¨®n de la infancia tambi¨¦n consiste en trasladar a esta etapa los problemas que siempre fueron de los adultos
Iron¨ªas de la historia, hoy se hacen proclamas xen¨®fobas desde la ciudad a la que fueron a parar tantos catalanes (exiliados de los de verdad) que en su d¨ªa hu¨ªan de la guerra
La cultura est¨¦tica dominante en Occidente es la que han impuesto los s¨¢dicos que disfrutan viendo sufrir a las mujeres