El poder democr¨¢tico
Una democracia puede cometer errores, pero al contrario de la tiran¨ªa, atractiva en tiempos de crisis, puede aprender de ellos y corregir r¨¢pidamente los fallos o sustituir a quienes los cometieron
Una democracia puede cometer errores, pero al contrario de la tiran¨ªa, atractiva en tiempos de crisis, puede aprender de ellos y corregir r¨¢pidamente los fallos o sustituir a quienes los cometieron
Si hay tantos actores pol¨ªticos incapaces de llegar a los acuerdos necesarios para transformar la sociedad es porque han descubierto que resulta mucho m¨¢s confortable gestionar la intransigencia que la cesi¨®n
Plantear la vida pol¨ªtica como una batalla entre el bien y el mal equivale a acabar con ella. En el origen del tensionamiento actual est¨¢ el recurso a la condena moral, cuando hubiera bastado el rechazo pol¨ªtico
Quienes toman decisiones pol¨ªticas tienen que apoyarse en las evidencias cient¨ªficas, pero ni pueden esconderse en ellas ni olvidar otros criterios, como la oportunidad, los recursos o la legitimidad
Resulta desesperante comprobar que en esta nueva situaci¨®n muchos de nuestros conciudadanos no son capaces de medir los riesgos que contraen. Es como si no supieran vivir en un mundo de probabilidades
Los argumentos de la derecha se ha desplegado en torno a una peculiar defensa de la libertad personal, pero cuidar de lo com¨²n no es rendirse a una estructura ajena sino a algo de lo que se nutre ese concepto
?Seremos capaces de sobrevivir a la proximidad a la que nos obliga la pandemia? El fil¨®sofo Daniel Innerarity asegura que nuestra sociedad se enriquece de que no vivamos en c¨ªrculos sociales estrechos
Quienes gestionan la crisis tienen que atender a varios mundos con valores e intereses divergentes
Si queremos proteger la democracia, lo hemos de hacer tambi¨¦n frente a las estrategias con las que pretendemos conseguirlo. El sistema se encuentra desconcertado sobre qu¨¦ hacer ante la extrema derecha
Asistimos a la confrontaci¨®n de tipos de poder y valores tradicionalmente asociados a los hombres y las mujeres y se trata de una lucha mucho m¨¢s importante que la tradicional entre izquierda y derecha
?Puede sobrevivir la democracia a la complejidad del cambio clim¨¢tico, de la inteligencia artificial, los algoritmos y los productos financieros? Esta es una de las preguntas que el ensayista y fil¨®sofo Daniel Innerarity se plantea en su nuevo libro
La oleada de protestas en todo el mundo, aunque tiene motivaciones diferentes, expresa en general la quiebra de la confianza ciudadana en que los Gobiernos sean capaces de afrontar los problemas
En una sociedad del conocimiento los Estados ya no tienen enfrente a una masa informe de ignorantes, sino a una inteligencia distribuida, una ciudadan¨ªa m¨¢s exigente y una humanidad observadora
Una v¨ªa posible para resolver el ¡®proc¨¦s¡¯ es ofrecer a la sociedad catalana una f¨®rmula de autogobierno que pudiera contar con m¨¢s apoyo popular. Que en vez de decidirse una votaci¨®n se vote una decisi¨®n
Es mejor desentonar un poco con la propia cofrad¨ªa y buscar los puntos en los que el adversario parece razonable
Estamos rodeados de fracasos de la pol¨ªtica a la hora de llevar a cabo lo que la sociedad le hab¨ªa encargado, incapaz de hacer real lo que una sociedad cre¨ªa estar alumbrando
El gran problema de las actuales sociedades democr¨¢ticas es conseguir que la sociedad en su conjunto sea m¨¢s inteligente que el individuo para evitar entrar en una din¨¢mica donde el conjunto sea m¨¢s torpe
Tendremos que aprender a vivir con menos certezas, itinerarios vitales menos lineales, electorados imprevisibles, representaciones contestadas y futuros m¨¢s abiertos que nunca
?No es mejor aceptar el listado convencional de fil¨®sofos consagrados y mostrar a trav¨¦s de ¨¦l la enorme parcialidad del mundo?
Hay una explicaci¨®n psicopatol¨®gica para la irrupci¨®n de la extrema derecha en Andaluc¨ªa: un nicho de votantes optan por aquello que consideran que mejor expresa su c¨®lera contra el poder establecido
La crisis de la democracia se percibe en que algunos de sus valores han dejado de funcionar de manera equilibrada y las expectativas de participaci¨®n no son compatibles con la complejidad de los asuntos
No sabemos todav¨ªa con exactitud qu¨¦ repercusi¨®n van a tener las nuevas tecnolog¨ªas en nuestra forma de vida pol¨ªtica, si mejorar¨¢n la democracia, si la modificar¨¢n o la har¨¢n imposible
La democracia necesita una gesti¨®n estrat¨¦gica de las crisis futuras. Tenemos que prepararnos para identificar las tendencias y anticipar las soluciones actuando antes de que sea demasiado tarde
La justificaci¨®n de cualquier mediaci¨®n democr¨¢tica es incluir la pluralidad de las perspectivas sociales en los procesos de decisi¨®n pol¨ªtica de modo que se configure una voluntad popular m¨¢s reflexiva e incluyente
Si hay una crisis de la pol¨ªtica es precisamente porque no consigue hacer visibles a los ciudadanos los temas y discursos de la sociedad. No es tanto que la democracia requiera competencia pol¨ªtica como que la competencia pol¨ªtica requiere democracia
El combate contra la falsedad solo puede librarse en un entorno de pluralismo garantizado porque la clave es el conflicto de distintas versiones, no la imposici¨®n de una ¡°descripci¨®n correcta¡± de la realidad
La contaminaci¨®n o la explotaci¨®n abusiva de la naturaleza son deficiencias de nuestro sistema productivo, pero tambi¨¦n constituyen un problema democr¨¢tico. Debemos abrir las decisiones pol¨ªticas a una dimensi¨®n global y cooperativa
Vivimos en una era de incertidumbre y decepciones en la que pensar en el largo plazo cada vez es m¨¢s dif¨ªcil
En un mundo evaluado por ¡®likes¡¯, algoritmos, indicadores y objetivos, los n¨²meros no deben ser inmunes a la cr¨ªtica
Las sociedades no dejan de cambiar, pero apenas como consecuencia de nuestra intenci¨®n de hacerlo. Hoy, el cambio de paradigma tiene poco que ver con iniciativas de nuestra voluntad. Interpretar bien el mundo es una buena manera de cambiarlo
Los conservadores y la izquierda populista adoran el antagonismo. La obsesi¨®n por la estabilidad de los primeros resulta hiriente para quienes est¨¢n en desventaja; los segundos consideran la democracia como una cadena de ¡®big-bangs¡¯ constituyentes
En democracia, el poder est¨¢ en todas partes y en ning¨²n sitio. Es un lugar de tr¨¢nsito, inestable
El referendo no puede reemplazar a la democracia representativa para pactar una nueva relaci¨®n con la Uni¨®n Europea. La democracia directa del Brexit invalida el orden existente, pero para su reconfiguraci¨®n necesita del Parlamento
Para hacer frente a los poderosos mensajes del populismo, la UE necesita un nuevo relato que preste m¨¢s atenci¨®n a los retrocesos e incluso al concepto de desintegraci¨®n
En todos los Estados democr¨¢ticos hay instituciones ¡ªdesde tribunales hasta bancos centrales¡ª que no rinden cuentas directamente a los votantes o representantes electos. Son imparciales y defienden determinado bien com¨²n
Los extremos tienen grandes dificultades para pactar. Por eso es mejor escenificar una moci¨®n de censura que pactarla. La paradoja es que quienes desean hacerse cargo de la totalidad o la consiguen o se retiran al rinc¨®n de la minor¨ªa
Todo nuestro l¨¦xico es pura necesidad; nada habla a la libre decisi¨®n de la ciudadan¨ªa
Los dem¨®cratas no han entendido el fen¨®meno de la diversidad cultural. La izquierda, los liberales y las ¨¦lites no tienen contacto con el mundo industrial ni con ¡°los otros¡±. Ignoran los nuevos conflictos, qui¨¦nes est¨¢n excluidos y por qu¨¦