El arte de la estad¨ªstica
En el siglo XVIII, el matem¨¢tico brit¨¢nico Thomas Bayes propuso una poderosa y controvertida forma de abordar el c¨¢lculo de probabilidades
Es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos ¡®Maldita f¨ªsica¡¯, ¡®Malditas matem¨¢ticas¡¯ o ¡®El gran juego¡¯. Fue guionista de ¡®La bola de cristal¡¯.
En el siglo XVIII, el matem¨¢tico brit¨¢nico Thomas Bayes propuso una poderosa y controvertida forma de abordar el c¨¢lculo de probabilidades
No podemos concebir la cuarta dimensi¨®n, pero s¨ª adentrarnos matem¨¢ticamente en ella
Al igual que las f¨¢bulas y cuentos tradicionales, algunos problemas tienen moraleja
Las velas y sus tiempos de combusti¨®n son materia habitual de los acertijos l¨®gicos
El Set y sus variantes plantean problemas combinatorios que han atra¨ªdo la atenci¨®n de los matem¨¢ticos
El Set es un juego de percepci¨®n visual con interesantes implicaciones matem¨¢ticas
Un par de cl¨¢sicos de los problemas de ingenio abordados por matem¨¢ticos tan ilustres como Euler y Tartaglia
Algunos cl¨¢sicos de los acertijos l¨®gico-matem¨¢ticos siguen dando juego e invitando a nuevas aproximaciones
Las m¨¢quinas ya superan a los humanos en el ajedrez y otros juegos de estrategia; aunque al parecer no siempre consiguen batirnos
El matem¨¢tico indio Baudhayana podr¨ªa haber demostrado el teorema de Pit¨¢goras antes que los griegos
El matem¨¢tico indio Brahmagupta probablemente fue el primero que utiliz¨® de forma sistem¨¢tica el cero
La ecuaci¨®n diof¨¢ntica de Pell ya fue estudiada en la antig¨¹edad en relaci¨®n con el problema del ganado del Sol
Diofanto de Alejandr¨ªa dio nombre a las ecuaciones que solo admiten soluciones enteras
Se acostumbra a contar ovejas para conciliar el sue?o, pero el conteo tambi¨¦n puede servir para mantener bien despierta la mente
Un procedimiento de conteo que sirve de base a un sorprendente truco de magia matem¨¢tica
Esta es la cuadrigent¨¦sima entrega de ¡®El juego de la ciencia¡¯, un buen pretexto para hablar de las propiedades del n¨²mero 400
Fermat fue uno de los matem¨¢ticos que m¨¢s contribuyeron al estudio de los n¨²meros primos
Adem¨¢s de legarnos su famosa criba para hallar los n¨²meros primos, Erat¨®stenes calcul¨® con gran precisi¨®n el di¨¢metro de la Tierra
Probablemente ten¨ªa raz¨®n G. H. Hardy cuando dijo que la conjetura de Goldbach era el problema m¨¢s dif¨ªcil de las matem¨¢ticas
Los productos y sumas de dos o tres primos son un fil¨®n inagotable de la teor¨ªa de n¨²meros
Aunque 2023 no parece un n¨²mero muy interesante, en realidad no hay n¨²meros aburridos, solo observadores poco perspicaces
El matem¨¢tico indio Narayana Pandita descubri¨® la sucesi¨®n de Fibonacci independientemente del matem¨¢tico italiano
Los recorridos sobre una cuadr¨ªcula tienen numerosas aplicaciones en combinatoria
Los caminos de Delannoy en una cuadr¨ªcula y las cuerdas de Motzkin en un c¨ªrculo se relacionan num¨¦ricamente
?rboles binarios y caminos ¡°mon¨®tonos¡± que, pese a su nombre, llevan a resultados muy interesantes
Los n¨²meros de Catalan aparecen en numerosos problemas de combinatoria y se pueden definir de distintas maneras
Las tablillas de madera con acertijos geom¨¦tricos se depositaban en los templos japoneses como ofrendas votivas
El gran matem¨¢tico griego Apolonio de Perga se anticip¨® a los fractales en m¨¢s de dos mil a?os
Seg¨²n la ¡®Gu¨ªa del autoestopista gal¨¢ctico,¡¯ el n¨²mero 42 es la respuesta a la gran pregunta sobre el sentido de la vida
Los libros de Ian Stewart incluyen sorprendentes revelaciones sobre las propiedades de algunos n¨²meros
La urna de P¨®lya, indebidamente aplicada, puede resultar tan enga?osa como la falacia del jugador
Un modelo tan simple como el del matem¨¢tico h¨²ngaro puede explicar fen¨®menos complejos en funci¨®n del azar
?Siempre se puede dividir un s¨¢ndwich, con un solo corte, de manera que los ingredientes se repartan por igual?
Algunos trucos ¡®matem¨¢gicos¡¯ funcionan como ordenadores mec¨¢nicos elementales
Algunos problemas cuya soluci¨®n parece clara revelan de pronto un lado parad¨®jico
Algunos acertijos l¨®gicos implican pensar en lo que piensan los dem¨¢s
?Es poco fiable la inducci¨®n, nuestra herramienta cognitiva m¨¢s b¨¢sica?
Raymond Smullyan populariz¨® en la segunda mitad del siglo XX unos acertijos, inspirados en la famosa paradoja del mentiroso, protagonizados por unos personajes que siempre dec¨ªan la verdad y otros que siempre ment¨ªan
Las islas, reales o fant¨¢sticas, son escenarios frecuentes de todo tipo de acertijos l¨®gicos
¡°Los algoritmos generadores de n¨²meros aleatorios basados en congruencias num¨¦ricas en realidad producen ciclos previsibles, y solo son ¨²tiles porque nos basta con conseguir algo vagamente parecido al azar¡±, defendi¨® un cliente del bar