Quienes busquen respuestas razonables ante los comicios presidenciales del 5 de noviembre deben leer a Senserrich, cuyo libro ofrece claves que van m¨¢s all¨¢ de los lugares comunes
Un libro recopila las columnas del periodista y escritor venezolano, donde aborda las grandes cuestiones que nos acechan como sociedad: el estado de derecho, la emergencia clim¨¢tica, la inteligencia artificial, la crisis de las democracias o la posverdad
Cualquier modelo de Estado que aspire a ser estable necesita de un paso previo: que todos quieran formar parte de ¨¦l. El problema es que el separatismo no quiere
Las negociaciones sobre la confluencia de candidaturas progresistas han eclipsado un importante problema de fondo: la profunda fractura territorial que se est¨¢ cimentando entre lo urbano y lo rural
El estado de ¨¢nimo de la sociedad est¨¢ cambiando, como ya sucediera en etapas anteriores desde mayo del 68, y solo los liderazgos socialdem¨®cratas fuertes son capaces de enfrentarse a la pulsi¨®n conservadora
Si la izquierda quiere plantear batalla, no debe ¨²nicamente tener propuestas, sino apoyarse en personas que son referentes en el ¨¢mbito local: el mundo rural est¨¢ lleno de alcaldes y concejales progresistas
La relevancia de la gesti¨®n local, la importancia de que la oposici¨®n aporte soluciones o la necesidad de la coordinaci¨®n entre las administraciones son algunas de las ense?anzas que nos deja la tragedia que vivimos
La crispaci¨®n es recurrente en Espa?a, donde funciona m¨¢s vencer que convencer. Una nueva actuaci¨®n es necesaria: la que parta de asumir que nunca nadie tiene toda la raz¨®n. La ciudadan¨ªa lo est¨¢ esperando
Este tipo de Ejecutivos son la forma de gobierno m¨¢s extendida en las democracias desarrolladas aunque no est¨¢n exentos de problemas, pero es lo que la ciudadan¨ªa decidi¨® con su voto
La ola populista reclama una mayor presencia del pueblo en la toma de decisiones. Pero lo que se presenta como un empoderamiento puede acabar siendo una ficci¨®n
Ser acusado de fascista o de ser de ultraderecha es algo muy serio como para utilizarlo a la ligera. Pero tan grave resulta eso como pensar que los episodios hist¨®ricos del fascismo tampoco estaban tan mal
El auge en muchos pa¨ªses del nacionalismo xen¨®fobo, ligado a una crisis pol¨ªtica y otra social, cuestiona gran parte de los valores que hemos compartido en m¨¢s de seis d¨¦cadas de Uni¨®n Europea
Una ola conservadora est¨¢ invadiendo las democracias desarrolladas. El giro a la derecha del PP de Pablo Casado forma parte de un movimiento global ante el que la izquierda debe presentar una agenda ideol¨®gica de progreso
Existe una relaci¨®n tormentosa entre nacionalismo y voto a partidos de izquierdas. Los debates identitarios son cosa del pasado; la modernizaci¨®n debe interpretarse en t¨¦rminos de unificaci¨®n y de conflicto redistributivo en las ciudades
Se han dinamitado tantos puentes que la ¨²nica salida es emocional y decir lo mucho que queremos a Catalu?a. Desde fuera era el ejemplo de nuestras aspiraciones, un modelo, una ventana de aire fresco hacia la modernidad
Nadie fue derrocado de la secretar¨ªa general del PSOE, sino que dimiti¨®; no hubo golpe de Estado, sino que el Comit¨¦ Federal vot¨®. La socialdemocracia del siglo XXI exige algo m¨¢s que ¡®situar al partido en la izquierda¡¯, porque nunca se movi¨® de ah¨ª
El reto de los partidos socialistas es seguir construyendo un proyecto pol¨ªtico de transformaciones profundas, aunque ahora debe realizarse en sociedades mucho m¨¢s fragmentadas
El principal problema del Partido Socialista no es tanto ideol¨®gico como de conexi¨®n con sectores representativos de los valores de progreso. Entre las clases medias y medias-altas se sit¨²a ahora en tercera o cuarta posici¨®n
El multipartidismo genera algunos d¨¦ficits democr¨¢ticos, pero la cuesti¨®n no es cu¨¢ntos partidos tenemos, sino estrechar la relaci¨®n entre representantes y representados. Hay que evitar que los argumentarios sustituyan a los argumentos
Existen dos problemas de gran magnitud: la pol¨ªtica (y por tanto las instituciones representativas) ha perdido su capacidad transformadora y los principales actores de una democracia, los partidos, no representan el sentir mayoritario de la poblaci¨®n
A medida que pierde fuerza en las encuestas, los dirigentes del nuevo partido se enfrentan a un viejo dilema en las formaciones de izquierda entre las ideas que sosten¨ªan antes de ser conocidos y el pragmatismo
Nunca tanta gente se hab¨ªa sentido sin referentes pol¨ªticos y este enorme espacio fue aprovechado por Podemos, y en los ¨²ltimos meses por Ciudadanos. Pero es muy prematuro dar por acabados aL PP y al PSOE