Zidane, ¡®The Normal One¡¯
Al revolucionario que entrena al Madrid le da m¨¢s resultado quedarse quieto. Y llamarse como se llama
Al revolucionario que entrena al Madrid le da m¨¢s resultado quedarse quieto. Y llamarse como se llama
Es inevitable preguntarnos qu¨¦ pensar¨ªa Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n de esta semana en la que el f¨²tbol estuvo metido de lleno en la agenda pol¨ªtica de Tsunami Democr¨¤tic
Desde aquel tac¨®n de Guti frente al Depor, no hab¨ªa vivido un sobresalto igual en un partido como con el gol de Luis Su¨¢rez al Mallorca
Cuando el Madrid no encuentra su juego la culpa es de Zidane, y cuando lo encuentra el responsable es cualquiera menos ¨¦l, al que tendemos a subestimar
Desde algunos sectores al Atl¨¦tico se le reclama un juego m¨¢s atractivo, pero el pragmatismo es firme: el resultado es Dios
A un mundo de pasiones como el f¨²tbol no le podemos exigir prudencia o paciencia, pero alrededor de la Federaci¨®n empieza a haber demasiado alboroto
Somos tan entusiastas que, siempre con buena intenci¨®n, con los j¨®venes inflamos las expectativas hasta hacerlas insoportables
La obsesi¨®n por lo propio no les deja ver lo nuevo. Es el tiqui-taca revolucionando su ritmo e integrando una obsesi¨®n t¨¢ctica que nos est¨¢ cambiando hasta el lenguaje.
El f¨²tbol siempre fue una comedia dram¨¢tica, pero el sufrimiento le est¨¢ ganando la partida al disfrute, as¨ª que es hora de espabilar. ?Qu¨¦ tal si le ponemos un poco de optimismo al f¨²tbol?
Creo que el Madrid encontrar¨¢ a su Guardiola, a su Simeone; esto es, la personificaci¨®n del car¨¢cter institucional
Es oportuno el aplazamiento porque unir dos grandes pasiones inflamables puede producir un incendio que escape a todo control
Cuando salta, cuando corre, cuando disputa, cuando juega, hay algo abusivo en su misma figura que hace hasta obvia tanta seguridad
Nadie se llama Bonaventure porque s¨ª. Dennis lo demostr¨® marcando dos goles al portero belga que dejaron temblando al Bernab¨¦u. Ambos tantos tuvieron la virtud de recordarnos la eficacia del amague
Al abrirnos tan generosamente la cabeza, vimos los estragos que hace la falta de confianza en un jugador tan joven
Al menos que el Madrid respete su condici¨®n de leyenda y honre los servicios prestados d¨¢ndole tiempo
Todos aspiramos a ganar con grandeza. Rafa Nadal lo consigue hasta cuando pierde
El ¨²ltimo mercado enfri¨® la relaci¨®n entre los aficionados y los clubes porque se vendieron o intentaron vender a jugadores con una trayectoria impecable
El Madrid le ofrece ahora una segunda oportunidad a la altura de su indiscutible categor¨ªa futbol¨ªstica, y ser¨ªa imperdonable que no la aprovechara
Bale, que se estuvo marchando durante todo el verano, volvi¨® para el primer encuentro de Liga con m¨¢s pinta de fichaje que de descarte
Es el ¨²nico jugador que ofrece el mercado que podr¨ªa producir un electroshock
El argentino se comport¨® en la Copa Am¨¦rica como nunca. En el campo jug¨® a un nivel terrenal y fuera lo vimos especialmente comprometido
Est¨¢ creciendo como jugador por su infinita clase, y cada d¨ªa es m¨¢s generoso en el esfuerzo. ?Qu¨¦ esperan para repatriar a este crack en el exilio?
La brasile?a Marta le habl¨® a una ¨¦poca en la que el esfuerzo, la disciplina y la dedicaci¨®n plena a una pasi¨®n han perdido importancia
¡®La Pulga¡¯ com a fenomen i la selecci¨® d¡¯Argentina com a sentiment oculten greus conflictes de fons: des de la formaci¨® fins a la venda de talents joves
¡®La Pulga¡¯ como fen¨®meno y la selecci¨®n de Argentina como sentimiento ocultan graves conflictos de fondo: desde la formaci¨®n hasta la venta de j¨®venes talentos
Hemos convertido a los jugadores en dioses cada d¨ªa m¨¢s inalcanzables y, como Neymar, alejados de la realidad y dando explicaciones en las p¨¢ginas de sucesos ante el estupor general.
Por los tres ha corrido sangre de futbolista y tambi¨¦n de estratega. Ahora toca demostrarlo desde el banquillo
Da verg¨¹enza comprobar que el fen¨®meno popular m¨¢s grande que existe ha prescindido de las mujeres durante m¨¢s de un siglo
El delantero es un ingl¨¦s que juega como si no lo fuera. Tiene pausa, la serenidad del que controla lo que sucede a su alrededor y unos pies tan dotados para el pase filtrado como para el tiro duro.
Al portero costarricense lo est¨¢n echando del Madrid desde el d¨ªa que lleg¨®.
Lo que est¨¢ haciendo Pep Guardiola es de tal altura y espectacularidad que su influencia est¨¢ logrando girar el f¨²tbol hacia una grandeza desconocida
El Liverpool se vali¨® del miedo esc¨¦nico de Anfield, pero el Bar?a ayud¨® con el miedo esf¨¦rico, descuidando el bal¨®n, la virtud que lo hace distinto
El defensa del Barcelona y Van Dijk no necesitan hacer nada especial para atraer las miradas. Les basta con ser especiales
Ahora se juegan de 10 a 20 partidos m¨¢s por a?o que en mi ¨¦poca y las pretemporadas las hacen en para¨ªsos de 40 grados a la sombra
Jam¨¢s se me ocurrir¨ªa decir que el jugador del Barcelona es m¨¢s que Di St¨¦fano, Pel¨¦, Cruyff o Maradona. Tampoco que es menos
El asturiano nos recuerda que el gran f¨²tbol se guarda en un dep¨®sito que los genes y la pr¨¢ctica han llenado de sabidur¨ªa para liberarla cuando llega la inspiraci¨®n
Parte del pueblo madridista pide jugadores antes que un techo retr¨¢ctil. No puedo estar m¨¢s en desacuerdo. Un estadio as¨ª es lo que merece y necesita un club como el Madrid
La FIFA, la UEFA y la ECA (Asociaci¨®n de Clubes Europeos, en sus siglas en ingl¨¦s) se disputan los d¨ªas para vender el producto. El producto es el partido, la pelea es por el negocio y faltan d¨ªas para tanta ambici¨®n
El autor homenajea con este art¨ªculo al entrenador holand¨¦s, que deja los banquillos a los 67 a?os
En el Bar?a llega puntual a todos los balones. En la selecci¨®n o llega antes, o llega despu¨¦s o no sabe d¨®nde llegar. Un genio desconcertado