¡®Sordida Officia¡¯
Hoy tendremos por ¡°oficio vil¡± al que el derecho no reconoce su condici¨®n laboral y que, por tanto, no obtiene su amparo, como la libre elecci¨®n de oficio, el acceso a la Seguridad Social o la protecci¨®n por desempleo
Hoy tendremos por ¡°oficio vil¡± al que el derecho no reconoce su condici¨®n laboral y que, por tanto, no obtiene su amparo, como la libre elecci¨®n de oficio, el acceso a la Seguridad Social o la protecci¨®n por desempleo
El autor propone medidas contra los pol¨ªticos corruptos que pese a su "vagancia" han demostrado "una extraoprdinaria capacidad para el enriquecimiento il¨ªcito".
Javier Maroto tendr¨ªa que arrepentirse de su cobardona toma de postura con sus declaraciones xen¨®fobas
"Manifestamos esa abnegada pasi¨®n amando de coraz¨®n a los compatriotas"
De la denominada pena de banquillo no se libra nadie
Miles de buenos pol¨ªticos y buenos funcionarios siguen asumiendo con un generoso compromiso la abrasiva tarea de cohonestar la pol¨ªtica y la gesti¨®n administrativa
El autor sostiene que el deseo de fragmentar el Estado nos parecer¨¢ m¨¢s o menos razonable, pero no merece otro tratamiento que el de un adecuado cauce de expresi¨®n democr¨¢tica
El sistema pol¨ªtico ha de recuperar una neutralidad social que hace tiempo perdi¨®
La reglamentaci¨®n del Parlamento vasco obliga a un Gobierno a presentar su proyecto de Cuentas
"El debate no puede ser ca¨®tico, sino ordenado y su orden s¨®lo se puede plantear desde el poder"
Estamos ante un mercado falso y opaco como la Mafia
Sostiene el autor que es falaz presentar el debate sobre ideas y proyectos como m¨¢s noble que la discusi¨®n sobre el liderazgo de las personas.
Afirma el autor que el presidente del PNV abre un proceso de introspecci¨®n estrat¨¦gica en el mundo nacionalista de hond¨ªsimo calado.
Estima el autor que la politizaci¨®n de la justicia es un fen¨®meno m¨¢s peligroso que el inverso, la judicializaci¨®n de la vida pol¨ªtica.
Cuestiona el autor que pueda justificarse desde el inter¨¦s p¨²blico la anunciada financiaci¨®n por las instituciones vizca¨ªnas
Sostiene el autor que, para la opini¨®n p¨²blica espa?ola, la intervenci¨®n judicial en cuestiones pol¨ªticas resulta algo especialmente grave.
Argumenta el autor que no es lo mismo la derrota de ETA, algo que ya se produjo en los a?os ochenta, que su final
Analiza el autor los mecanismos utilizados por el nacionalismo para poder presentar como inevitable la necesidad de modificar el modelo de convivencia definido en el Estatuto.
La tendencia a desviar a los jueces debates que corresponden al ¨¢mbito pol¨ªtico empobrece, seg¨²n el autor, la vida p¨²blica
Defiende el autor que los gobiernos tienen la obligaci¨®n legal de presentar los presupuestos y no pueden retirarlos sin debate
El autor recuerda el gran inter¨¦s jur¨ªdico del tema canadiense, que resulta actual en torno al debate pol¨ªtico del Pa¨ªs Vasco