La cuesti¨®n es saber si el ahorro de energ¨ªa en la conducci¨®n, adem¨¢s de no provocar una retrocesi¨®n en nuestras habilidades de navegaci¨®n, nos permitir¨¢ emplearla en otras tareas de utilidad social que faciliten el siguiente salto evolutivo
Marcos Garc¨ªa March, CEO de Verti, entiende que el sector que representa, el de las aseguradoras, va a evolucionar radicalmente sus productos debido a la digitalizaci¨®n
Un veh¨ªculo aut¨®nomo para pasajeros desarrollado por un consorcio de empresas con el apoyo de universidades y administraciones p¨²blicas comunica desde este s¨¢bado el centro de la ciudad con el puerto
John Hennessy y David Patterson, padres de la ciencia computacional galardonados por la Fundaci¨®n BBVA, reflexionan sobre la transformaci¨®n digital y vaticinan que el siguiente gran hito ser¨¢ el coche sin conductor
Esta nueva red amenaza (para bien) con cambiar la forma en la que nos abasteceremos en la pr¨®xima d¨¦cada, desde c¨®mo se gestionar¨¢n nuestras compras hasta el modo en el que estas llegar¨¢n a nosotros. ?Qu¨¦ procesos est¨¢ transformando esta tecnolog¨ªa?
La inteligencia artificial vigilar¨¢ si la tasa de parpadeo del usuario es anormal para detectar cansancio o distracciones y tomar el control del veh¨ªculo si es necesario.
La empresa norteamericana Nuro quiere revolucionar las entregas a domicilio utilizando veh¨ªculos aut¨®nomos el¨¦ctricos. De momento, ya tiene permiso en EEUU para poner en la calle hasta 5.000 de estos coches aut¨®nomos y traernos a casa alimentos y peque?as compras.
La formaci¨®n de nuevos conductores, sobre todo debido a la atomizaci¨®n del sector, no termina de innovar. Afrontar retos como la llegada del coche aut¨®nomo ni siquiera aparece en la hoja de ruta
Una investigaci¨®n del MIT tira de inteligencia artificial para anticipar los movimientos de los conductores y usar esta informaci¨®n para ense?ar a los coches aut¨®nomos
Los nuevos sistemas de visi¨®n artificial de los coches aut¨®nomos dejan atr¨¢s la algoritmia cl¨¢sica para interpretar el entorno con mayor fiabilidad. Sin embargo, los sem¨¢foros m¨²ltiples o la niebla a¨²n son un quebradero de cabeza.
Los peatones cada vez encuentran menos sitio para caminar por la acera. Parad¨®jicamente, el encaje de bolillos de la movilidad urbana se complica con la emergencia de nuevas opciones que buscan justo lo contrario, hacer m¨¢s eficientes los trayectos en la urbe.
Mientras la tecnolog¨ªa y la regulaci¨®n de veh¨ªculos no tripulados avanzan con rapidez, el sector mar¨ªtimo todav¨ªa pide paciencia para la llegada de barcos aut¨®nomos el¨¦ctricos
Un equipo internacional de cient¨ªficos ha constatado por primera vez que las ondas cerebrales lentas son las que tienen mayor peso en la toma de decisiones morales
Nuevo hito para que los coches sean verdaderamente aut¨®nomos. Alemania ha aprobado el sistema de aparcamiento automatizado, sin supervisi¨®n humana, desarrollado de forma conjunta por los grupos alemanes Daimler y Bosch
Se est¨¢ trabajando en c¨®mo afrontar las amenazas a los sistemas conectados con soluciones internas que a¨ªslen los sistemas cr¨ªticos para reducir el efecto de los ciberatacantes
Elon Musk asegura que todos sus coches tienen ya el hardware necesario para conducir solos y pronostica que "probablemente en dos a?os" podr¨¢ hacer un coche sin volante ni pedales
Convertir¨¢ m¨®viles antiguos en medallas, utilizar¨¢ robots para ayudar en la traducci¨®n y taxis sin conductor para recibir a los invitados, seg¨²n el Foro Econ¨®mico Mundial
DeepBlue pone en marcha en cuatro ciudades el Panda AI Bus, el primer veh¨ªculo urbano aut¨®nomo de grandes dimensiones, que se suma a los microbuses Apolong que ya operan en lugares tur¨ªsticos
Una furgoneta sin conductor y con dos brazos rob¨®ticos que ponen c¨®cteles. Esa es la propuesta que puede reformular la manera de socializar en las ciudades
Desde Boston, la empresa de Ramiro Almeida, Optimus Ride, compite con los grandes de Silicon Valley como Tesla, Google o Uber para transformar la movilidad urbana
La llegada de veh¨ªculos aut¨®nomos podr¨ªa rehacer las ciudades como sucedi¨® hace un siglo con la aparici¨®n de los autom¨®viles, pero en la direcci¨®n opuesta