Hazlo t¨², si sabes
Espa?a parece dividida entre quienes saben qu¨¦ tiene que hacer Hierro para ganar a Rusia, y quienes tambi¨¦n saben qu¨¦ tiene que hacer Hierro
Maneras de vivir un Mundial
Una desgracia, como que tu equipo se quede fuera demasiado pronto, no deber¨ªa pasar de minucia
Amor por Islandia
Los islandeses tienen m¨¢s cosas que hacer que jugar y pensar solo en el f¨²tbol; hay que quererlos a la fuerza, y exigirles que ganen el Mundial
La vida en treinta d¨ªas
Yo y muchos nos quedar¨ªamos viendo para siempre partidos de la primera fase, que es donde se asienta la genuina prosperidad
En ausencia de f¨²tbol
Dos semanas no son nada pero, cuando est¨¢s esperando el Mundial desde la noche que Alemania gan¨® el de Brasil, dos semanas son una eternidad
Un t¨ªtulo para Karius
Quiz¨¢s el amor, tambi¨¦n en f¨²tbol, sea lo ¨²nico que merece ser salvado cuando ya no te queda nada
D¨¦jame a m¨ª, Lopetegui
Todos somos expertos en listas. Llevamos haci¨¦ndolas casi desde peque?os. Equivalen a un modo de imponer al caos nuestro propio caos
Goles en el tren
En una exaltaci¨®n de la vida pat¨¦tica, a la hora que empezaba la final de Lyon me puse a la cola para subirme a un AVE a Barcelona
Otra estrella que se va
La de Griezmann es la historia del Atl¨¦tico, que siempre pierde a sus mejores jugadores
?Pero c¨®mo se puede ser del Atl¨¦tico?
El equipo llega m¨¢s all¨¢ de donde est¨¢ llamado. No se puede hacer m¨¢s que esforzarse al l¨ªmite
Iniesta en los espejos
Cada vez que un contrincante cree al fin salirse con la suya, constata que no era el futbolista del Bar?a, sino solo un reflejo, a quien intercept¨®
Ir al infierno
El descenso carece de romanticismo, y precipitarse a ¨¦l equivale a un exilio del que se puede tardar a?os en volver
Historia de un penalti
La pena m¨¢xima es puro romanticismo. En f¨²tbol, y dentro del ¨¢rea, el ojo humano acata las ¨®rdenes del amor
Ni ostras ni ¡®lubrigantes¡¯
Si pretendes ganar la Liga, no hay que guardar el apetito para el final, sino hacer estragos desde el momento que sirven el pan
El dilema de Isco
Nadie duda de que el malague?o es un futbolista para el Madrid, pero c¨®mo no sospechar que le ir¨ªa mejor abandonando ese club por otro
?Pagar impuestos yo?
Esos futbolistas se volvieron ricos tan r¨¢pido que se formaron una idea equivocada de la riqueza
El lateral
Su protagonismo se reduce a menudo a ser secundario, miembro de la Guardia de la Noche que custodia el Muro. Qu¨¦ injusticia.
Hegemon¨ªas europeas
Ver c¨®mo la Juventus y el Madrid superan eliminatorias de Champions a?o a a?o hace suponer que son depositarios de una convicci¨®n secreta hereditaria
Messi casi gratis
Fue la imitaci¨®n perfecta de un matem¨¢tico. Marc¨® aplicando complejos c¨¢lculos trigonom¨¦tricos que elevaron el bal¨®n sobre la barrera y despu¨¦s lo hicieron caer
La tentaci¨®n de McLaren
En la F¨®rmula 1 estas son las fechas de mostrar esperanza, cuando los monoplazas no se han puesto a rodar y puedes presumir de que nadie te ha adelantado
La vida sin penaltis del Bar?a
Se cumplen dos a?os sin que le piten una pena m¨¢xima en contra al Bar?a; demasiado tiempo, no por nosotros, sino por ellos
Messi andando
Ves a Leo caminando, mientras el resto pierde la cabeza, y es inevitable saber que va a ocurrir algo
Messi caminant
Veus Leo caminant, mentre la resta perden el cap, i ¨¦s inevitable saber que est¨¤ a punt de passar alguna cosa
Ir de compras
A veces has de comprar por si acaso. Como el Bar?a, que en una temporada impecable ha fichado a Coutinho
Primero el cad¨¢ver
Con media Liga por disputar, flota en el aire la duda de si podr¨¢ despertar cierto inter¨¦s pese a que est¨¦ decidida
La vida sin f¨²tbol
falta de partidos, la gente querr¨ªa cumplir sus sue?os, aunque no tuviese idea de c¨®mo llevarlos a cabo
Real Madrid, instrucciones de uso
En muchos per¨ªodos el equipo est¨¢ bien y mal casi al mismo tiempo, y hay que someter la situaci¨®n al microscopio para saber qu¨¦ parte lleva ligera ventaja.
Volver como si nada
Es casi admirable c¨®mo Diego Costa tir¨® varios meses de su vida a la basura sin hacer nada, solo esperando a fichar por el Atl¨¦tico. Malgastar bien el tiempo no est¨¢ al alcance de cualquiera
Todav¨ªa futbolistas
A menudo no queremos o¨ªr hablar del futuro del f¨²tbol, sino de su pasado
Al salir del vestuario
Los quince minutos de descanso en el cl¨¢sico significaron la tumba del Madrid, que cuando regres¨® al campo era ya un equipo desvalido, sin padre ni madre
Bielsa, el hombre que sab¨ªa irse
El entrenador argentino cambia a la gente que lo rodea, y el d¨ªa que se va se mantiene en sus recuerdos para siempre
Fe de errores
Cabe la posibilidad de que Cristiano sepa que no es el m¨¢s grande de la historia, y que decir que lo es constituye una broma
Las ficciones de diciembre
En f¨²tbol, para que los hechos seguros cambien solo se necesitan unos minutos o un gesto
El primer lector que crey¨® en Marcel Proust
Se editan en espa?ol las cartas que el novelista franc¨¦s intercambi¨® con el editor que supo valorar su obra
Novelista del a?o
Tal vez el contrato de Messi est¨¦ tan bien escrito y tramado que en realidad sea una obra literaria
Desgracias paralelas
Hasta que no ocurra nada extra?o, los d¨ªas en la Liga de Madrid y Atl¨¦tico se parecer¨¢n mucho entre s¨ª
Silbar a la estrella
Cuando la afici¨®n se cansa de lo que ve en el campo, deja de disimular; se debe a su frustraci¨®n, no a su jugador favorito
El iceberg del Valencia
El desorden que casi empuja al equipo a Segunda es un desorden nuevo, que ahora lo lanza a por el liderato
Una explicaci¨®n sencilla
La sencillez de los viejos tiempos revivi¨® cuando el pelotazo de De Gea encontr¨® la cabeza de Lukaku, que lo pein¨® hacia atr¨¢s para que marcara Martial
Pronto para amputar
Los aficionados del Atl¨¦tico no saben si tener esperanzas en la Champions o prepararse para una tristeza insulsa